DESDE ABAJO, COMO LAS GÍRGOLAS

1860

En Reja Grande, barrio del distrito de Moreno, estudiantes jóvenes y adultxs del Centro de Estudios de Nivel Secundario, encontraron, en el cultivo de gírgolas, un proyecto de acción que trabaja las problemáticas de la soberanía alimentaria y la sustentabilidad en un contexto de falta de trabajo. Cuentan el proyecto: Yamila Rearte, Directora del CENS N° 464, Alejandra Maciel, docente de Tercer año y María Mercedes Benítez, Karen Agustina Díaz y Jonathan Grimoldi -de 60, 20 y 32 años respectivamente, estudiantes.

Comenzamos el diálogo, preguntando a Yamila sobre el marco en el surge esta iniciativa.

Yamila Rearte: Somos una secundaria en el marco de la modalidad de jóvenes, adultxs y adultxs mayores. A partir del año pasado cambió la propuesta curricular de nuestra modalidad y la verdad que es maravillosa. Es una propuesta que interpela a lxs estudiantes y a lxs docentes porque pone de manifiesto las realidades que pasan en los barrios, y las problemáticas que nos preocupan a todos y a todas, como la educación sexual integral, las identidades, el ambiente. Son ejes que la provincia de Buenos Aires seleccionó para el trabajo de manera interdisciplinaria. Cada año y cada cuatrimestre tiene un eje de trabajo distinto. Si bien todavía el cambio de propuesta curricular no llegó a tercero -tienen el diseño anterior- nosotrxs la estamos incorporando porque pensamos que la escuela es una y que la mirada interdisciplinaria es fundamental para trabajar y entender lo que estamos atravesando hoy en este contexto donde se intentan negar todos los derechos que se construyeron por mucho tiempo. Y así como docentes y estudiantes somos en el CENS un equipo de trabajo colaborativo, no quiero dejar de mencionar a nuestra inspectora, Andrea Aguirre, que habilita y acompaña las propuestas que desarrollamos.

Es una propuesta que interpela a lxs estudiantes y a lxs docentes porque pone de manifiesto las realidades que pasan en los barrios, y las problemáticas que nos preocupan a todos y a todas, como la educación sexual integral, las identidades, el ambiente

Decidimos trabajar con todos los cursos lo que se llama “proyectos de acción”. Empezamos a analizar las problemáticas que hay en el barrio, y una en la que todxs coincidieron fue el problema de la soberanía alimentaria, cómo nos alimentamos, de qué nos alimentamos. Además, ver cómo esto de lo que nosotrxs nos alimentamos genera impactos ambientales, y cómo se vincula con la sustentabilidad y con la falta de trabajo. Y también, cómo esta cuestión de la alimentación, de la salud, de lo ambiental está vinculado a algo que llamamos ecofeminismo. Son más las mujeres las que se vinculan a las cuestiones de cuidado. Entonces, tratar de desaprender esta situación y dar cuenta de que todxs nos tenemos que preocupar por el cuidado, por la salud y sobre todo, de qué nos estamos alimentando.

Lo hablamos con lxs profesorxs de distintas áreas en varias jornadas y están trabajando el tema de la alimentación es el proyecto de base de todo el CENS. Si bien cada curso tiene su propuesta, todo el CENS trabaja con una mirada que es la restauración de los ecosistemas a partir del plato de comida; sentir-pensar platos de comida más territoriales, más vinculados con nuestras realidades, con nuestro pueblo, y que nos generen una buena salud. Tercero trabajó con Alejandra el cultivo de las gírgolas, hongo que además de tener un montón de propiedades es un cultivo ancestral de los pueblos originarios. Nos vincula con el territorio, no es una planta exótica. Y encontraron a la vez, una forma de generar un sustrato que no contamine y que reduzca el volumen de residuos. Cuando los vi tan entusiasmados les propuse participar de la Feria de Ciencia. Y creamos el Club de Ciencias que se llama “Las gírgolas”. Porque para nosotrxs las gírgolas tienen, además, un valor simbólico: se construyen desde abajo. Nuestra modalidad, justamente, es jóvenes y adultxs; estudiantes que llegan a la escuela secundaria porque antes no lo pudieron hacer en tiempo y forma, quizás porque hubo derechos vulnerados. Es un volver a salir de la tierra, volverse a mostrar y que los derechos otra vez se vuelvan a resignificar.

Si bien cada curso tiene su propuesta, todo el CENS trabaja con una mirada que es la restauración de los ecosistemas a partir del plato de comida; sentir-pensar platos de comida más territoriales, más vinculados con nuestras realidades, con nuestro pueblo, y que nos generen una buena salud

Se incorpora a la charla Alejandra Maciel, la profesora que los guió y acompañó en este proyecto.

Alejandra Maciel: Yo soy del área jurídico contable y mi propósito, además de lo que Yamila contó, es aplicar los contenidos contables, que en tercer año es la cooperativa. Algo contable y jurídicamente muy distinto al de un emprendimiento, que es lo que se ve en primero. En el 2005 comencé con el INTA a realizar cursos de cultivo de hongos comestibles y fui haciendo un perfeccionamiento. Las gírgolas son las más nobles porque podés cultivarla en cualquier sustrato. No tienen tanta complicación como otros hongos, por ejemplo el champiñón que lleva otros preparados en el sustrato. Es muy viable un emprendimiento con las gírgolas porque las podés comercializar frescas, disecadas o en conservas. Bueno todo esto es algo que siempre me interesó. En el INTI también vi lo que era la elaboración y todo lo que es el proceso de quesos semiduros y duros, por ejemplo. Y soy instructora de conservación en alimentos.

Abrimos el diálogo con lxs estudiantes presentes, María Mercedes Benítez, Karen Agustina Díaz y Jonathan Grimoldi. Estas son sus voces:

en este trabajo con las gírgolas circula la alegría, esto de de vincularse con la naturaleza, algo tan sencillo pero de lo que los seres humanos nos hemos casi olvidado. Pensamos y hacemos las cosas de forma colectiva, esta es la magia de la educación ambiental pensada desde la pedagogía latinoamericana

Volvemos a hablar con las docentes sobre las reflexiones que les deja este trabajo.

Yamila: Rescato el tema de la alegría. Siempre digo que la educación ambiental te transforma. Entramos con una mirada y nos vamos con otra. Y en este trabajo con las gírgolas circula la alegría, esto de de vincularse con la naturaleza, algo tan sencillo pero de lo que los seres humanos nos hemos casi olvidado. Pensamos y hacemos las cosas de forma colectiva, esta es la magia de la educación ambiental pensada desde la pedagogía latinoamericana, que es el pensamiento con el que acá lxs profesorxs trabajamos. Cuando una escuela sale al territorio no se queda encasillada en aquella educación enciclopedista, sino todo lo contrario. Es un diálogo entre todos y todas, un diálogo de saberes.

Alejandra: Son es un hermoso grupo. Uno siempre desea que ellxs continúen sus estudios sin importar la edad. Es algo que nadie se lo va a arrebatar. Siempre les digo, si nosotrxs cambiamos, y pudimos constituirnos en un hermoso grupo, y lograr estos aprendizajes que no son solamente de contenidos conceptuales, y donde yo también aprendo muchísimo de ustedes, bueno, podemos tener una sociedad más justa. Más justa y más empática, que es lo que está faltando mucho. Hoy vivimos de manera muy individual y el aprendizaje se da colectivamente.

Yamila Rearte
Alejandra Maciel

Yamila Rearte. Técnica Universitaria en información ambiental UNLu, profesora de disciplinas industriales UTN, Especialista en educación secundaria de adultos, Especialista en políticas Socioeducativa, Especialista en Educación Ambiental. Especialista en Evaluación de impacto ambiental. 23 años en educación ambiental formal, no formal e informal.

Alejandra Maciel. Profesora en Ciencias Jurídicas y Sociales