COMPARTIENDO EXPERIENCIAS EN EDUCACIÓN AMBIENTAL

Reportaje a Ana María Espinoza

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¿Cómo abordar desde la escuela la problemática del medio ambiente? ¿Qué podemos enseñar a lxs alumnxs en los distintos niveles de la escolaridad? ¿Qué pueden aprender desde una perspectiva crítica? Son interrogantes que atraviesan la Cátedra Libre “Educación y Ambiente: desafíos y oportunidades” surgida a partir de un convenio entre SUTEBA y UNIPE, y en la que participan el ISFD N° 1 de Avellaneda y el ISFD N° 49 de Brandsen. 737 conversó con Ana María Espinoza, Responsable por SUTEBA:

Requiere un abordaje interdisciplinario y considerar no solamente los efectos sobre la vida humana, sino los efectos sobre la vida en el planeta.

Ana Espinoza: La problemática ambiental es compleja, porque intervienen muchas variables en la interpretación de los problemas. Requiere un abordaje en el cual no se piensa solamente en el mundo físico sino que eso está íntimamente relacionado con cuestiones de índole política, ética, económica, social, tecnológica. Es decir, si un río está contaminado -que es un problema- si lo que uno hace es solo una determinación de la contaminación química o biológica, no está abordando el problema desde esta concepción que sostenemos. Hay que considerar, además, los otros factores que están interviniendo: ¿a qué se debe?, ¿hay algún depósito de materiales que contaminan?, ¿quiénes son lxs responsables?, ¿qué efectos provocan en la salud?, ¿hasta dónde llegan esas aguas?, ¿de qué diversas maneras las personas y los seres vivos en general toman el agua de ese río como un recurso? Requiere un abordaje interdisciplinario y considerar no solamente los efectos sobre la vida humana, sino los efectos sobre la vida en el planeta. Los problemas ambientales pueden tener que ver con deterioros que ocurren a nivel local o ser más globales, que afectan regiones o a todo el planeta. Si bien hace mucho que se viene hablando de este deterioro en el planeta, cuesta que esto sea tomado por la sociedad.

737: ¿Y es tomado por la escuela?

A. E.: Tiene dificultades comprensibles para entrar a la escuela. Abordar esta problemática es complejo por muchas razones. Una tiene que ver con que hay poco conocimiento acerca de cómo actuar. Surgen una serie de preguntas sobre qué podemos enseñar a los niños en los distintos niveles de la escolaridad, qué pueden aprender desde una perspectiva crítica. Muchas veces corremos el riesgo de que haya una banalización de la cuestión. A veces se le pide a lxs pibxs que recojan y clasifiquen basura; si eso queda ahí es como una reducción de la problemática, el aprendizaje queda con un signo de pregunta. O, en el otro extremo, presentar las cuestiones de tal manera que genere en lxs jóvenes una cierta desilusión o desconcierto frente a la magnitud de los problemas que tiene que enfrentar. Tenemos que pensar bien qué podemos proponer en la escuela. Por un lado está esa dificultad, por el otro el tema de que hay muchos intereses en juego. La problemática trae el darse cuenta de que hay sectores minoritarios que tienen interés en no cuidar el ambiente con tal de lograr un enriquecimiento grande y rápido. Entonces todo esto hace que haya una vacancia en el trabajo sobre la problemática ambiental en las escuelas. De ahí surge esta idea de armar una Cátedra Libre.

737: ¿Cuál es el objetivo? ¿Y por qué “libre”?

La idea es que estas experiencias contadas por lxs docentes puedan promover un intercambio con lxs participantes, ver qué es lo que produjo, qué aprendizaje, qué actitud despertó en lxs niñxs, en la institución.

A. E.: Libre en el sentido de que la convocatoria es amplia, sin requisitos previos, a todas las personas que estén interesadas en profundizar sus conocimientos del tema y muy especialmente a los y las docentes que tienen interés en realizar un trabajo serio con sus alumnxs y que muchas veces no tienen demasiado claro por dónde empezar. Para este año están previstos cuatro Encuentros. El primero fue el 25 de agosto, los siguientes serán el 23 de septiembre, 22 de octubre y 10 de noviembre. En cada uno el trabajo que estamos proponiendo es presentar una o más experiencias transitadas por las escuelas, con la presencia de los docentes que las llevaron adelante; y también invitamos a especialistas que pueda dar un enfoque más conceptual de la problemática ambiental. La idea es que estas experiencias contadas por lxs docentes puedan promover un intercambio con lxs participantes, ver qué es lo que produjo, qué aprendizaje, qué actitud despertó en lxs niñxs, en la institución. Algunxs docentxs tienen mucha apoyatura de parte de la institución, se suman otrxs docentes, interviene el equipo directivo. Otrxs llevan adelante los proyectos bastante solitos. No vamos tanto para el lado de hacer una profundización teórica, sino más en bucear en las experiencias realizadas y tratar de ver cómo empezaron, cómo se organizaron, si se conectaron con algunos actores de la sociedad, cómo intervinieron, qué fue produciendo todo esto en el conocimiento y en la actitud de alumnxs y de la comunidad.

737: ¿Cómo han surgido esas experiencias?

A. E.: Muchas empezaron a partir de que la escuela está situada en algún lugar que tiene problemas muy serios que afectan la salud. Empezaron a pulmón, por algún o alguna docente que se conmovió con la situación, que sintió que tenía que hacer algo, o en algunos casos por demanda de lxs propixs niñxs. O por alguien de fuera de la escuela que, interesadx por defender esa zona, se conecta con la institución y ahí empieza un vínculo que va incluyendo a otros personajes de la comunidad, familias, vecinos. Muchas veces, al principio, no hay una deliberada preocupación de que este tema figure como proyecto de la escuela o de lxs docentes. Sino que, a medida que lo fueron transitando, encontraron que había mucho aprendizaje, lxs pibxs buscan información, se conectan con el barrio, hacen entrevistas, consultan a personal médico. Empieza a crecer y desarrollarse mucho mas allá de lo que inicialmente lxs docentes podrían haberse imaginado.

737: ¿La Cátedra Abierta va a tener continuidad?

Nos interesa que el trabajo tenga mucha relación con las posibilidades de desarrollar algo en las escuelas. Nos parece que ese es el fuerte de este proyecto. Hay mucho escrito acerca de qué es la problemática ambiental, con consideraciones y caracterizaciones de tipo más conceptual. Pero lxs docentes después no saben qué hacer con eso.

A. E.: La idea es que el año que viene continúe de una manera más formal o estructurada. Hoy está hecho a partir de las inquietudes que tenemos y también como ensayo que nos permita acumular experiencia y analizar sus efectos. Nos interesa que el trabajo tenga mucha relación con las posibilidades de desarrollar algo en las escuelas. Nos parece que ese es el fuerte de este proyecto. Hay mucho escrito acerca de qué es la problemática ambiental, con consideraciones y caracterizaciones de tipo más conceptual. Pero lxs docentes después no saben qué hacer con eso. Que no sea una simplificación del problema o algo donde te enfrentás con tal poderío que te das la cabeza contra la pared. Ha habido proyectos que avanzaron mucho y abrieron alguna posibilidad de discusión con grandes intereses, y lxs docentes sufrieron presiones o esas empresas que quizás aportaban a las instituciones dejaron de hacerlo. Pensamos que la Ley de Educación Ambiental puede aportar, dar herramientas para sostener a lxs docentes y generar mejores condiciones. Falta mucho recorrido para ver cómo eso se expresa en los diseños curriculares. Pero lo cierto es que el problema viene estando cada vez más en el candelero. Entiendo que la Ley se gesta a partir del reconocimiento de todas estas situaciones.

Ana Espinoza es licenciada en ciencias químicas, profesora consulta en la UNLu, investigadora de la UBA en proyectos UBACyT, participa de la Secretaria de Cultura y Educación de Suteba