REORGANIZAR LA ESCUELA PARA UNA PRESENCIALIDAD CUIDADA Y SEGURA

¿Cuáles son los desafíos para construir esta nueva presencialidad posible, cuidada, segura?, ¿Qué cambios podemos introducir en la organización? ¿Cómo dar continuidad al trabajo colectivo? ¿Cómo continuar trabajando colaborativamente? Estas preguntas abren la reflexión de las compañeras Sandra Ramal y Florencia Riccheri

En marzo del 2020 la pandemia nos sorprendió a todxs, dejando en evidencia y profundizando las desigualdades prexistentes. A partir de ésta y de las políticas de cuidado dispuestas por el gobierno nacional y provincial la vida cotidiana sufrió cambios inimaginables.

La escuela no permaneció ajena a esto. Esta irrupción en las vidas personales y laborales produjo que con rapidez y entusiasmo los docentes de todo el país buscaran las formas para dar continuidad a su trabajo y de ese modo mantener a la Escuela Pública en pie. Solidaridad, creatividad y mística junto a un Estado presente permitieron sostener las clases y distribuir desde cada escuela los módulos de alimentos a las familias y los cuadernillos con actividades impresas para aquellos estudiantes que lo necesitaban.

Luego de años de desfinanciamiento de la Educación Pública, desinversión en infraestructura, aniquilamiento y vaciamiento de políticas públicas como por ejemplo Conectar Igualdad, urgía inventar nuevos modos de comunicación en pos de sostener el vínculo pedagógico y promover la continuidad pedagógica.

Testimonios de compañerxs relatan la importancia que tuvo la posibilidad de encontrarse y pensar juntxs, apoyarse, enseñar, aprender e imaginar juntxs los desafíos que se les presentaban. Ese es un punto que tendríamos que conservar en la vuelta a la escuela: preservar esos espacios y tiempos para definir y evaluar el desarrollo de esta nueva presencialidad.

En este contexto, desde Suteba recogimos preocupaciones y demandas de nuestrxs compañerxs para reclamar las medidas necesarias, que junto a las políticas públicas acompañaran las difíciles situaciones que atravesaban las comunidades educativas de nuestras escuelas. Muchas de ellas ya tuvieron respuesta y seguiremos reclamando aquellas que aún faltan.

Recuperar lo que hicimos para construir lo posible.

Este inmenso trabajo que realizaron lxs docentes se desarrolló sin planificación previa, Al tiempo que las condiciones epidemiológicas y sanitarias se modificaban de forma heterogénea a lo largo del territorio, docentes, estudiantes y familias se adaptaban a los diversos dispositivos y recursos disponibles.

Así fue como, pese a este contexto de destrucción y muerte que representó la pandemia, lxs docentes supimos aprovechar la oportunidad y construir experiencias que han dejado un saldo positivo. Todo este conocimiento acumulado acerca de nuestro trabajo debe conceptualizarse y ponerse en valor.

¿Cuáles fueron esas fortalezas? ¿Cómo recuperarlas y darles continuidad?

Testimonios de compañerxs relatan la importancia que tuvo la posibilidad de encontrarse y pensar juntxs, apoyarse, enseñar, aprender e imaginar juntxs los desafíos que se les presentaban. Ese es un punto que tendríamos que conservar en la vuelta a la escuela: preservar esos espacios y tiempos para definir y evaluar el desarrollo de esta nueva presencialidad.

La variedad de recursos que hemos implementado son aprendizajes que enriquecieron la posibilidad de llegar a nuestrxs estudiantes de distinto modo. Sabemos que en la etapa que viene las clases presenciales y las actividades no presenciales van a convivir. Las Resoluciones 415/21 y 416/21 emanadas de la Dirección General regulan esta vuelta a la presencialidad y dotan a las Escuelas de recursos para desarrollar las actividades. El Programa FORTE -Fortalecimiento de las Trayectorias Educativas- línea de continuidad del Atr y Verano Atr, hace llegar a las escuelas 210.000 horas presenciales mediante la cobertura excepcional de docentes y auxiliares dispensados. Observamos que el Estado generó políticas que buscan acompañar con recursos el regreso seguro y cuidado. Nuestra mirada como organización sindical deberá observar nuestras realidades para identificar aquellas necesidades que no se encuentran resueltas, teniendo siempre como guía lo que fijan los protocolos vigentes.

Nuestra mirada como organización sindical deberá observar nuestras realidades para identificar aquellas necesidades que no se encuentran resueltas, teniendo siempre como guía lo que fijan los protocolos vigentes.

Estamos atravesando un momento inédito a nivel mundial, que se desarrolla de forma dinámica. Ya hemos construido algunas certezas aun cuando tengamos muchas incertidumbres. Sabemos que la situación epidemiológica es evaluada y monitoreada por las autoridades sanitarias y que es en función de esos resultados que se define la apertura y cierre de actividades implementando así políticas de cuidado.

Nos encontramos ante el inicio de un nuevo año escolar, dispuesto por el artículo 24 del  Decreto 67/21 del Poder Ejecutivo Nacional que habilita la presencialidad cuidada y segura siguiendo los protocolos que cada jurisdicción debió realizar a partir de lo establecido en las Resoluciones 364/20 y 370/20 del Consejo Federal de Educación -integrado por los Ministros de Educación de todas las jurisdicciones bajo la Presidencia del Ministro de la Nación.

En el caso de nuestra provincia contamos con un meticuloso “Plan Jurisdiccional para un regreso seguro a las clases presenciales”, recientemente actualizado, que fue construido con la participación de todos los sindicatos, Dirección General de Escuelas y autoridades sanitarias. Este Plancuenta con ocho Protocolos que pautan la organización que permita un regreso seguro a clases presenciales. En ese sentido es fundamental estar atentos para que la planificación y su implementación respete en todo momento lo que allí se estipula para cuidar la salud de toda la comunidad educativa.

No cabe duda que la Escuela con clases presenciales que viene no tiene nada que ver con la que dejamos en 2019. Por eso hablamos de una nueva presencialidad que deberá construirse e implementarse con todos los cuidados necesarios para que sea segura.

El trabajo de los equipos de conducción es clave en esta etapa. Los directores acompañados por su equipo realizan la conducción político pedagógica para ofrecer y poner en discusión alternativas de organización.

¿Cuáles son los desafíos para construir esta nueva presencialidad posible, cuidada, segura?, ¿Qué cambios podemos introducir en la organización? ¿Cómo dar continuidad al trabajo colectivo? ¿Cómo continuar trabajando colaborativamente?

Trabajadores docentes, auxiliares, familias, estudiantes entregaron y entregan su esfuerzo cotidiano para promover el cumplimiento efectivo del derecho a la educación.

Teniendo en cuenta todas las condiciones epidemiológicas, sanitarias, de higiene y seguridad, de infraestructura, insumos y la cobertura de cargos, las escuelas organizaron y comenzaron a desarrollar un proceso denominado “Intensificación de la enseñanza” para acompañar y fortalecer las trayectorias de estudiantes con trayectorias discontinuas o en proceso

Actualmente las escuelas están buscando nuevas formas de organización, tratando de superar los desafíos y sortear obstáculos para poder brindar modelos de presencialidad cuidada de acuerdo a su realidad institucional siguiendo los modelos ofrecidos por Dirección General de Escuelas. Seguramente esto, al igual que todo lo que planificamos lxs docentes y las instituciones, deberá ser evaluado sobre la marcha para introducir las modificaciones que resulten necesarias. Hoy más que nunca resulta necesario sostener espacios de intercambio, que formen parte de nuestra jornada laboral, para analizar y sostener proyectos educativos colectivos y colaborativos.

El trabajo de los equipos de conducción es clave en esta etapa. Los directores acompañados por su equipo realizan la conducción político pedagógica para ofrecer y poner en discusión alternativas de organización.

La presencialidad que estamos construyendo, irrumpe con las formas escolares a las que estamos acostumbrados, las nuevas regulaciones nos habilitan a inventar nuevas formas escolares que materialicen una presencialidad posible, cuidada y segura a partir del diseño de nuevos espacios, tiempos y agrupamientos.

Hoy más que nunca necesitamos una mirada integral sobre la Escuela. Como hemos sostenido históricamente en SUTEBA tener una mirada integral implica analizar las tres dimensiones que la constituyen:  la organización institucional, la organización del trabajo y la organización curricular

Queremos compartir algunas primeras aproximaciones  que ponen en discusión obstáculos y oportunidades del momento actual y a las que llegamos a partir de Encuentros con Directores.

¿Qué desafíos se les plantean a los Equipos de Conducción?

Los trabajadores somos sujetos activos de la transformación. Construirlo colectivamente supone incorporar la mirada de todos los actores de la comunidad educativa, lo cual no significa que tengan que estar todos presentes, pero sí representada su mirada.

Los inmensos desafíos, obstáculos, fortalezas que encontramos hacen que lo más importante de este tiempo sea construir colectivamente una presencialidad posible que tenga en cuenta las políticas de cuidado, que vele por ofrecer las condiciones para el cumplimiento del derecho a la educación y que ofrezca condiciones seguras a lxs trabajadores, lxs estudiantes y sus familias.

¿Cómo enfrentar la batalla cultural?

La batalla cultural es uno de los primeros obstáculos que deberá superarse. En parte por la desinformación promovida por los medios hegemónicos, para lo cual es importante conversar durante la construcción colectiva de la planificación institucional, partiendo siempre de la pedagogía de la pregunta: ¿Cuáles son las condiciones necesarias para un regreso seguro? ¿Cuáles son las dificultades que se presentan en nuestra escuela? Un análisis minucioso permite desterrar las imágenes fantasmagóricas que tienen algunxs compañerxs frente al regreso a la presencialidad.

Pensar distintas alternativas de organización, hace pensar como posible esta escuela que cambia tanto en la etapa de Fortalecimiento de las trayectorias Educativas, como a partir del inicio del año escolar.

¿Cómo diseñar nuevos espacios, tiempos y agrupamientos?

Nos preguntamos cómo construimos esa escuela en la cual los alumnos son de todxs, donde el equipo institucional asume colectivamente la responsabilidad social de la educación, corresponsabilidad con el Estado y las familias. El Anexo II del Programa Forte parte de la idea de que “todos los/las docentes de la escuela conforman un equipo” y nos invita a diseñar una nueva organización planificada desde una mirada integral emanada del Plan Jurisdiccional. Siempre que planteemos una reorganización del trabajo habrá que tener en cuenta que ésta deberá respetar la carga horaria del puesto de trabajo.

Hoy más que nunca necesitamos una mirada integral sobre la Escuela. Como hemos sostenido históricamente en SUTEBA tener una mirada integral implica analizar las tres dimensiones que la constituyen:  la organización institucional, la organización del trabajo y la organización curricular

Algunos de los desafíos más importantes para definir esta nueva presencialidad en las escuelas, es encontrar las estrategias y modos para habitar las instituciones colectivas que permitan disminuir las incertidumbres y angustias y promuevan una transformación hacia la escuela que queremos y que nuestras comunidades necesitan.

En diálogo con algunxs directorxs observamos que los criterios aplicados para planificar estos nuevos agrupamientos flexibles tuvieron en cuenta los siguientes aspectos: espacios disponibles -conforme a protocolos-, número de alumnos, trayectorias escolares teniendo en cuenta cuestiones pedagógico-didácticas en las que intervienen problemáticas de aprendizaje. Estos modos de generar agrupamientos flexibles ofrecen una alternativa distinta a la de la escuela graduada conformada por secciones.

Todo este trabajo de arquitectura institucional que busca abordar los nuevos desafíos deberá evaluarse sobre la marcha para poder introducir las modificaciones necesarias. Este trabajo de reorganización cuenta con complejidades diferentes de acuerdo al nivel y a la realidad institucional. Lxs docentes sabemos que la planificación es una herramienta dinámica y flexible que nos permite dar respuestas concretas a la situación de la escuela. Desde Suteba los trabajadores de la Educación tienen a su disposición un acumulado histórico de miradas, ideas y propuestas que se fueron construyendo colectivamente en los Espacios de Formación del Sindicato.

Espacios que siguen renovándose ofreciendo espacios para esta etapa que juntos seguiremos transitando.