NEUROCIENCIAS Y APRENDIZAJES

1813

Los intentos de conquistar la escuela para el mercado siguen ocurriendo. Desde las escuelas se sigue discutiendo con las corrientes mercantilistas. Luciana Ballestero, directora de Tigre sigue sosteniendo que la educación es un derecho inalienable.

Cuestiones a debate

Por Malena Guarnieri – Equipo de Redacción

Siete3Siete viene poniendo a debate cómo en el campo educativo los gobiernos neoliberales han tratado sin pausa de incluir en los diseños curriculares, en la formación docente y en los discursos educativos ciertas cuestiones –las neurociencias, el coaching emocional, el aprendizaje por competencias, incluso algunas formas de la tecnología educativa– que se presentan como paradigmas, muchas veces novedosos, aun sin serlo, que vienen a resolver problemas educativos o a revolucionar las escuelas y las prácticas de enseñanza y aprendizaje.

Estos lineamientos son presentados a la sociedad como asépticos y despolitizados, cuando, en realidad, son profundamente ideológicos: están producidos en ámbitos alejados de lo educativo. Ya sea desde organismos económicos, corrientes cientificistas y ciencias de la administración, todos ellos tiene un tronco común: el intento de formar a las sociedades para responder a esos entes que todos nombramos pero nadie ve: los “mercados”.

En las escuelas pasan otras cosas. Lxs docentes trabajan y reflexionan en pos de la construcción de conocimiento en y para la escuela. Una escuela concebida y vivida como un espacio donde lo humano tiene lugar, el goce, la ternura y la resistencia. Esa escuela que hace camino al andar y busca, construye y abre territorios de libertad.

Desde una Escuela de Islas, la Primaria N° 17 de Tigre, la compañera Luciana Ballestero su Directora, aporta a este debate:

Neurociencias y Aprendizajes

¿Una herramienta para disciplinar para el mercado o  para empoderar a los estudiantes como ciudadanos libres, responsables y democráticos?

Que las neurociencias siguen avanzando en territorios que exceden el campo médico ya no está en discusión, pero lo que es innegable es que se nos abre frente a ellas la urgencia de un posicionamiento sobre si deben ser utilizadas o no en la escuela y, en todo caso, ¿de qué manera? Sería la pregunta del millón de dólares.

A mí entender, hay aquí, algunas cuestiones a tener en cuenta.

Por un lado, deberíamos considerar la forma en que las neurociencias toman nota de los aprendizajes adquiridos más allá del nivel cerebral, y las modificaciones neuronales, que pueden detectarse a ese nivel. Mucho se habla de cómo “el cerebro” aprende, pero los docentes formamos personas, no cerebros y nuestros estudiantes se evalúan en escuelas, no en centros de salud.

No podemos separar esos “cerebros” de los estudiantes que los portan, con sus historias, sus vivencias, sus realidades, sus condiciones materiales en las que conviven con él y con las que se vinculan con los otros y con los saberes.

Por otro lado, es cierto que las emociones y las condiciones en las que se produce cada acto educativo impacta, en esa relación que cada estudiante establece con el conocimiento. Y si bien el saber, el descubrir, el aprender se produce en cada individuo en una forma particular, no podemos dejar de considerar que aprender “con otros” es parte de nuestro ser social.

Lo que es indiscutible es que hay, en esta cuestión, una pregunta que nos debemos hacer como docentes y que está indefectiblemente vinculada con el posicionamiento político que vamos a asumir en nuestro rol: ¿en qué valores vamos a formar a nuestros estudiantes? ¿Vamos a educar las emociones y considerarlas para autodisciplinarlos para que sean “eficaces” y obtengan mayores “beneficios” desde una visión mercantilista de la educación? ¿O vamos a apelar a las emociones para empatizar con los otros?¿Para construir autonomía en comunidad? ¿Para empoderarlos como ciudadanos críticos, responsables y creativos capaces de transformar  su comunidad?

Como otras veces, la herramienta es la misma pero depende de nosotros el uso que le demos.

Luciana Ballestero es Maestra de Educación General Básica y Prof. de Educación Inicial. Directora de la EP17, Tigre, Islas. Coordina el Área Educación de la Asociación Vientos del Sur.