NUEVAS ESCENAS PEDAGÓGICAS

Texto colectivo producido a partir de un encuentro con la Revista Siete3siete

El Equipo de Trabajo y estudiantes de la Escuela 516 y FINES de Laferrere, partido de La Matanza, armaron un entramado que, desde el barrio y en conjunto con distintas organizaciones, abrió nuevas puertas y generó nuevas escenas pedagógicas. Hoy nos invitan a conocer la experiencia.

“Siempre problematizamos y nos preguntamos la mejor forma de acompañar las trayectorias de nuestros y nuestras estudiantes. Pensando en lxs jóvenes empezamos a soñar con coordinar un FINES. Nuestra escuela 516 tiene una historia de trabajo territorial y también de trama con otras organizaciones: el merendero de Moni, la sala del Chino[1], la parroquia, Pelota de Trapo[2]…. Es justamente con Pelota de Trapo y su Centro Juvenil con quienes en plena pandemia fuimos a conversar para compartir nuestro sueño”.

¿Abrimos otra puerta?

Una solita cosa /estoy deseando / y no me alcanza / con desear yo sola / desear lo que deseosola yo. / Este fue un mantra / que colgué en el aire / y aquel deseo / de los que no se nombran parecía imposible / y se cumplió.    (Iris Rivera[3])

Les propusimos si nos prestaban el espacio para coordinar una experiencia que ya había sido presentada a diferentes supervisorxs de niveles y modalidades del sistema educativo de la Provincia de Bs As. La idea era poder organizar pedagógicamente el espacio, la trama de contenidos, la grupalidad, la evaluación.

En esa conversación lxs representantes de esta organización nos comentan que ya habían tenido experiencias con los FINES pero no les había resultado buena, así que, en principio, no querían reeditar esa situación… ¡Se nos vino el mundo abajo! Pero les propusimos pensarlo de otra forma y, al coordinarlo nosotrxs, le pondríamos nuestro color. No queríamos que sea “el FINES de la escuela especial”, por eso queríamos compartirlo con esta Organización con la que tenemos un recorrido ya hecho y coincidimos ideológicamente en la forma de pensar a las familias, pensar a los estudiantes, pensar la educación.

No queríamos que sea “el FINES de la escuela especial”, por eso queríamos compartirlo con esta Organización con la que tenemos un recorrido ya hecho y coincidimos ideológicamente en la forma de pensar a las familias, pensar a los estudiantes, pensar la educación

Teníamos la idea de armar los proyectos de trabajo de manera transversal para que lxs profesorxs vayan articulando y organizando el contenido enfocado desde su área, pero que enlace con algo mayor a la propuesta de su materia: que no sea que el profe o la profe viene, da clase y se va hasta la semana que viene en que regresa con otro tema; sino que se focalice en el proceso, en la profundidad del contenido -no en la cantidad- y que se pueda establecer puentes de comunicación entre otrxs profes en el momento de la planificación, el proceso, la evaluación.

Colgar la ropa /en la soga /alta / que la descuelgue / quien alcance / y también quien se ponga / en puntitas de pie/ y también quien se traiga / una silla / un banquito / una escalera / quien se estire / se estire / quien necesite de alguien / que le haga pie / quien se empuje a saltar / hasta alcanzarla / es / como / es / cribir. (I. R.)

Soñamos y pensamos la posibilidad que una Coordinadora esté presente todos los días. Sería quien arme una trama. Entonces, cuando llega la o el profe, ya sabe que el día anterior pasó tal cosa y que después va a pasar aquello otro, está al tanto de las cosas que fueron pasando en el barrio. Con lxs estudiantes, las otras materias. En definitiva responsable de un enlace afectivo para que produzca y sostenga desde allí a lxs estudiantes y el hacer educativo de este programa.

En el 2021 hicimos el relevamiento de estudiantes y en 2022 arrancamos con el primer año. Se logró armar un equipo con todas las dificultades que conlleva, porque son profes con lxs que no habíamos trabajado antes.

Cuando empezamos a conocer a quienes podían ser posiblemente nuestrxs estudiantes nos encontramos con historias sumamente frágiles, con trayectos fracasados por el sistema, no eran ellxs quienes habían fracasado. Tuvimos que volver a pensar de qué manera invitarlxs y quiénes iban a ser lxs docentes. Cuando pudimos volver a la calle luego de las medidas de ASPO y DISPO empezó el trabajo territorial. Había muchas familias del jardín que podían concurrir por la mañana, cuando dejaban a lxs chicxs y entonces se podían quedar. Como había muchxs hermanxs de nuestrxs estudiantes a quienes les faltaba transitar por la secundaria, también pensamos en ellxs. Además de otrxs que ya formaban parte del proyecto de inclusión en el nivel secundario.

Y se abrieron las puertas…

Y llegó el primer día. Teníamos una compañera, Valeria, ex estudiante de la 516, que es referente barrial, entonces fuimos con ella a las casas de lxs estudiantes a invitarlxs. Muchxs “nos sacaron volando”, nos decían que ya había pasado su momento, que no querían volver a estudiar, todxs “con los tapones de punta”. Pero todxs fueron al primer encuentro.

No duraron mucho esos tapones de punta… (risas)

Teníamos claro que no queríamos que pase lo mismo que les había pasado en la secundaria. Así que tuvimos que pensar de qué otra manera acercarnos a los contenidos, cómo hacer para que las propuestas sean interesantes, contextualizadas, que ellxs puedan apropiarse, proponer. Que la voz de lxs estudiantes fuera tenida en cuenta.

Y se fue dando todo de manera muy linda, porque lxs profes hicieron su debut en las escuelas con nosotrxs, entonces tenían muchísimas ganas, muchísima garra. Se fue armando un equipo que se puede sostener, se puede acompañar.

Ese nudo que se hace / en las palabras / es un nudo de fuego / bajo la tierra / fuma cenizas el volcán / y un día brota lava / escupe piedras / incandescentes / ay ay del que ande / cerca. (I. R.)

Y están los detalles. Para el primer encuentro, habíamos armado un programa, como un itinerario de viaje, entonces cada unx tenía que pensar cuál era el equipaje que llevaba en este nuevo recorrido, quién iba a ser la tripulación, quiénes lxs iban a acompañar, cuáles eran los sueños que traían para este momento, qué esperaban. Enlazando con algunas palabras poéticas fuimos encontrándonos y reconociéndonos. Eso fue en diciembre. Entonces, para cuando empezaron las clases en marzo del año siguiente ya habíamos ido a las casas, habíamos tenido el primer encuentro, ya teníamos todo bastante armado. Y, otro detalle, el primer día fue una fiesta en la que estuvimos todxs los referentes de Pelota de Trapo, los profes de FINES y lxs educadores de 516. Así que no había forma que se vayan (risas). Cerramos la puerta con llave.

Para el primer encuentro, habíamos armado un programa, como un itinerario de viaje, entonces cada unx tenía que pensar cuál era el equipaje que llevaba en este nuevo recorrido, quién iba a ser la tripulación, quiénes lxs iban a acompañar, cuáles eran los sueños que traían para este momento, qué esperaban

Algunxs nos dieron el portazo igualmente; son cosas que pasan. Otrxs se dejaron atravesar por lo que fue pasando. Hubo estudiantes que cuando había algún trabajo que generaba dificultad -porque obviamente volver a agarrar el ritmo cuesta- nos decían:-“¿para qué fueron a mi casa, para qué me fueron a buscar? ¡Es culpa de ustedes!” (risas)

Pero siguen. Se dejaron acompañar, se dejaron alojar, se dejaron anidar por el proyecto. Y en situaciones muy complicadas, porque la cuestión económica y la cuestión del sistema de salud acá en el barrio es complicada, el espacio es el refugio. Por ejemplo, que una mamá con su bebé, que salía del hospital a las 5 de la mañana, viniera a cursar con nosotros a las 8 de la mañana, diciendo: “Quiero estar acá, con ustedes, quiero sentirme acompañada”.

El espacio también se fue armando, y aún tiene cierta fragilidad, porque a veces hace frio y no hay gas, no se puede usar el baño… Hubo un día, que venían del municipio a hacer una obra, y no se pudo abrir para ir a estudiar. Pancho, que es el referente barrial que nos aloja, no sabía cómo disculparse, porque nunca suspendimos las clases. Entonces lo hablamos con lxs estudiantes en el grupo de WhatsApp, y una de ellas mandó una invitación hecha con un montón de detalles con una aplicación de su celular: “Mañana lxs invito a mi casa, son todxs bienvenidxs a tener clase” Y entonces fuimos, era una escena bellísima y poética, con todxs lxs estudiantes y lxs profes a buscar la mesa, las sillas, el pizarrón para tener clase en la casa de Sol, la estudiante.

La invitación que hace esta alumna fue con ternura y con esperanza. Porque se formó allí una red. Es un grupo con intenciones de aprender, de luchar por sí mismos, pero también por este barrio. Fueron ellxs los que autogestionaron ese día este espacio. Fue un aprendizaje para todxs nosotros muy emocionante.

Agenda nueva/campos blancos/patios sin gente/cajoncitos vacíos/ donde las palabras se volverán promesa, en tal día, de tal mes, a tal hora/ horizontes que se irán acercando/ y ganas de que cada escritura tenga deseo/tenga, tenga sentido/tenga, tenga latido/tenga que tenga/ tenga y tenga corazón. (I. R.)

La posibilidad de la Coordinación permitió crear una trama distinta a la estructura tradicional del FINES. Al incluir salidas abrimos puertas, sumamos mundos, resignificando los contenidos propuestos. Algunxs estudiantes no habían salido nunca del barrio. Fuimos al Museo de Bellas Artes, al Centro Cultural Recoleta, a la Plaza de Mayo, al Museo del Bicentenario, a una quinta con pileta con choripaneada en el verano. Fueron situaciones de disfrute total. Para que vaya una estudiante que tiene varios niñxs, muchas compañeras se quedaron en el parque con lxs pequeñxs para que sus mamás, estudiantes, pudieran entrar y recorrer el museo. Este entramado desde el barrio, desde la organización que nos recibe, desde la 516 que lleva adelante la propuesta, y ellxs dejándose alojar, frente a sus experiencias tan duras, permitiendo nuevas escenas pedagógicas.

La posibilidad de la Coordinación permitió crear una trama distinta a la estructura tradicional del FINES. Al incluir salidas abrimos puertas, sumamos mundos, resignificando los contenidos propuestos

Deseamos que lxs estudiantes puedan tener un espacio fuera de las materias -formato tutoría o acompañamiento- para que puedan venir a terminar la tarea, o si no tienen internet en la casa puedan tener a mano los materiales y el acompañamiento de lxs profes y la Coordinadora para poder seguir avanzando. Hay muchxs estudiantes que creen que no pueden, así que hay que desarmar toda esa coraza para que puedan volver a conectarse. No sólo con los contenidos sino también con un otro, una otra, porque después de la pandemia quedaron situaciones muy desmanteladas. Volver a identificar a esxs otrxs, hacerse amigos, construir lazos de compañerismo. Hay una trama apuntada a la grupalidad. Esto fue también todo un desafío.

Es importante señalar que el programa FINES es un proyecto sumamente interesante, pero lxs docentes no tienen la antigüedad, no cobran la ruralidad, el cobro del sueldo fue inestable… Pero ellxs lo siguieron manteniendo. Se hizo un fondo común para poder sostener a algunxs, porque tenían que seguir pagando las cosas. Lo que hicimos fue que no se sumara un año más. Vamos por el segundo año y no abrimos el primero, para poder mantener lo grupal y que lxs docentes pudieran continuar cobrando.

La puerta sigue abierta, con marcos de ternura y esperanza hacia horizontes nuevos.

[1] Sala de Salud María Elena. La Matanza. Conocida en el barrio como “la sala del Chino”, por un médico muy querido en el barrio, ya fallecido.

[2] Pelota de trapo. Jardín comunitario. Espacio donde se despliegan otros programas: Envión (programa para jóvenes) ….

[3] Todas las citas poéticas son del libro: Puertas de Iris Rivera. Editorial Gran Nilson