LA ALFABETIZACIÓN EN AMÉRICA LATINA: PONER EN RED SABERES Y EXPERIENCIAS

Reportaje a Delia Lerner

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“Aunque sabemos mucho más desde la perspectiva didáctica de lo que sabíamos en los 90, todavía hay mucho por saber, y producir nuevos aportes acerca de la enseñanza y el aprendizaje de la lectura y la escritura permitiría contribuir de manera cada vez más efectiva para que las y los docentes logren alfabetizar a todas y todos”. Delia Lerner, la reconocida investigadora en Didáctica de la Lectura y la Escritura, fue una de las expositoras en el reciente relanzamiento de la Red Latinoamericana de Alfabetización, creada a comienzos de los 90 por iniciativa de Emilia Ferreiro. Siete3siete dialogó con Delia acerca del sentido y los propósitos que tiene este relanzamiento hoy.

Siete3siete: ¿Cuándo surgió la Red Latinoamericana de Alfabetización?

Delia Lerner: Se constituyó a comienzos de los 90, en pleno neoliberalismo. Tuvo su origen en un encuentro de experiencias alternativas de alfabetización de niñxs convocado por Emilia Ferreiro y realizado en México, en 1987. Allí nos reunimos representantes de varias experiencias e investigaciones que tenían lugar en diferentes lugares de Brasil -sobre todo en Sao Paulo y en Recife-, en Uruguay, México, Venezuela y Argentina. De nuestro país fueron María Elena Cuter -que representaba a un grupo de autogestión docente de la Matanza-, Ana María Kaufman y Mirta Castedo, que estaban realizando una investigación didáctica en alfabetización inicial en la Dirección de Investigaciones Educativas de la Provincia de Buenos Aires y Mercedes Pons, que estaba realizando una experiencia de alfabetización en la escuela que dirigía en Tandil y cuyo trabajo fue muy importante para el grupo que se constituyó después en la Sala de Lectura de Tandil. Yo aún vivía en Venezuela, y representaba -con Magaly Pimentel y otras colegas- dos proyectos de investigación didáctica que estábamos desarrollando en el marco del Ministerio de Educación.

El encuentro de México dio lugar a un libro -“Los hijos del analfabetismo: propuestas para la alfabetización escolar en América Latina”- y fue el origen de unos lazos, cada vez más fuertes, entre grupos de personas que en esos diferentes países trabajábamos en alfabetización desde una perspectiva epistemológica constructivista. A partir de ese encuentro, Emilia Ferreiro propulsó que se organizara una Red Latinoamericana y se fueron constituyendo núcleos en todos esos países.

En Argentina se desarrolló un trabajo fuerte. Recuerdo la época en que Diana Grunfeld dirigía la Red: la revista Ciencia hoy nos había prestado su sede. Nos reuníamos allí y había núcleos en Provincia de Buenos Aires, Mendoza, Córdoba, Santa Fe, Tierra del Fuego… Por otra parte, se hicieron varios Encuentros Latinoamericanos, uno especialmente importante fue organizado por la Red de Uruguay y tuvo lugar en Montevideo, en 1993. En una mesa redonda de ese congreso tuvo su origen “De Piaget a Vigotsky: contribuciones para replantear el debate”, un libro que incluye artículos de Emilia Ferreiro, de José Antonio Castorina, otro de una investigadora brasilera, Marta Kolh de Oliveira, y uno mío.

La Red cumplió un papel fundamental para entrelazar esfuerzos, para comunicarnos entre nosotrxs, para intercambiar producciones e ir llegando a acuerdos sobre distintas cuestiones que estábamos investigando y sobre los resultados que íbamos consiguiendo. Luego, por diferentes razones, se fue dispersando. Pero se conservaron fuertes lazos con colegas de otros países.

La Red cumplió un papel fundamental para entrelazar esfuerzos, para comunicarnos entre nosotrxs, para intercambiar producciones e ir llegando a acuerdos sobre distintas cuestiones que estábamos investigando y sobre los resultados que íbamos consiguiendo

Siete3siete: ¿Cómo aparece la idea de este relanzamiento?

D. L.: La iniciativa surgió de un grupo importante de colegas brasileras en 2019, cuando nuestra concepción de alfabetización –que se hace cargo de los procesos constructivos de lxs niñxs al asumir que son sujetxs productores de conocimiento también en relación con la escritura y que, por lo tanto, elaboran conceptualizaciones genuinas acerca de ese objeto social- se vio cuestionada en Brasil por un gobierno (el de Bolsonaro) que reivindicaba el método fónico como el único, supuestamente apoyado en evidencias científicas. La preocupación que impulsó el surgimiento de la Red se enfatizó luego, cuando la pandemia puso de manifiesto una vez más que la negación de derechos –en este caso del derecho a aprender, y en particular de aprender a leer y escribir- alcanza con mayor fuerza a los más débiles. En el relanzamiento de la Red participaron autoridades del Ministerio de Educación de Brasil: la Directora de Formación y el Director de Políticas Públicas. Subrayo que este último había formado parte del Programa de Formación de Alfabetizadores (PROFA), un programa nacional coordinado por Telma Weisz que contribuyó a la formación de alfabetizadores en todo el país. El relanzamiento de la Red –que se concretó el 5 de mayo, haciéndolo coincidir con el día del cumpleaños de Emilia Ferreiro- cuenta también con el apoyo de algunas universidades brasileras.

Siete3siete: ¿Qué se propone la Red hoy?

D.L.: Se propone desarrollar varias líneas de trabajo, todas ellas enmarcadas en la concepción constructivista antes enunciada, desde la cual es central acercar la enseñanza al aprendizaje para lograr que todas y todos aprendan y esto implica tomar en serio al enseñar las hipótesis elaboradas por lxs niñxs acerca de la escritura. Entre esas líneas de trabajo, destaco las siguientes:

  • congregar a profesionales de América Latina -investigadores, formadores, docentes de Educación Básica y de Educación Superior, etc. que realicen actividades enmarcadas en la perspectiva teórica asumida por la Red- así como a sindicatos, asociaciones y otras organizaciones comprometidas con la promoción de una educación de calidad;
  • realizar e impulsar investigaciones psicolingüísticas y didácticas así como promover su divulgación en diferentes contextos;
  • organizar y propiciar eventos académico-científicos y otras actividades de producción o difusión de nuevos conocimientos, generando posibilidades de interactuar –de socializar saberes y experiencias- con asociaciones congéneres nacionales e internacionales.

Subrayo también que la Red pone en primer plano la dimensión política de la alfabetización en América Latina y la relevancia de posicionarse ante las políticas públicas vinculadas con la enseñanza y el aprendizaje de la lectura y la escritura –y, sobre todo, las orientadas a superar los índices de analfabetismo, que son fuertes aún hoy en algunos países de la Región-.  

es central acercar la enseñanza al aprendizaje para lograr que todas y todos aprendan y esto implica tomar en serio al enseñar las hipótesis elaboradas por lxs niñxs acerca de la escritura

Además de señalar estos propósitos, quiero enfatizar algunas cuestiones que me parecen especialmente valiosas. Pienso que la Red fue y puede seguir siendo un lugar para dar continuidad a nuestro trabajo -tanto en investigación como con respecto a la formación docente y la enseñanza enmarcadas en nuestra perspectiva sobre la alfabetización-. Y también un espacio para resistir cuando las políticas educativas imperantes en los diferentes países no favorecen la democratización de la lectura y la escritura, y del conocimiento en general. Puede constituirse como un lugar de promoción, de apoyo a los trabajos que se desarrollan en todos nuestros países y de entrelazamiento de los diferentes grupos, que son cada vez más importantes numéricamente. El día del relanzamiento de la Red hubo 11.000 inscriptxs interesados en participar, que provenían de 13 países latinoamericanos. Es decir, de muchos más países que los que habían participado en la Red anterior. Pensamos que probablemente la Red Latinoamericana pueda extenderse más y que ahora, gracias a los medios tecnológicos con los que contamos, pueda ser aún más red de lo que fue en los noventa.

En mi presentación en el relanzamiento, destaqué la intención de la Red de promover investigaciones cooperativas entre diferentes países, estableciendo puentes entre universidades o entre universidades y otros organismos educativos. Subrayé esto porque, aunque sabemos mucho más desde la perspectiva didáctica de lo que sabíamos en los 90, todavía hay mucho por saber y producir nuevos aportes acerca de la enseñanza y el aprendizaje de la lectura y la escritura -así como sobre la formación docente en el área- permitiría contribuir de manera cada vez más efectiva para que las y los docentes logren alfabetizar a todas y todos, para concretar en la realidad la democratización de la lectura y la escritura. Emprender investigaciones conjuntas, lo más rigurosas que podamos, sería una vía muy interesante de producción de esos conocimientos porque permitiría comparar lo que sucede en diferentes contextos y con docentes diferentes.

Siete3siete: ¿La incorporación es a nivel individual o institucional?

D. L.: La afiliación es personal, pero sería buenísimo que se unieran lxs integrantes de un equipo de escuela o un grupo de maestrxs que trabajan juntxs en relación con algún problema didáctico que se hayan planteado. La idea de la Red es sostenerse con aportes de lxs socixs, así como solicitar financiamiento de organismos públicos para patrocinar eventos o becas, viajes para participar en encuentros de investigadorxs o en jornadas de intercambio de experiencias educativas… Hay una página de la Red donde es posible inscribirse.

Siete3siete: La Red vuelve a tomar impulso en un contexto, por lo menos en el nuestro, en donde vuelven a arreciar los discursos catastrofistas acerca del estado de la educación, aparecen afirmaciones como “ya no es como antes que en primer grado lxs chicxs terminaban sabiendo leer y escribir”. Y se suele culpar de ello a las nuevas formas de enseñanza basadas en la psicogénesis, que aparecieron en los 70, 80, ¿cuál es tu mirada sobre estas cuestiones?

D. L.: En primer lugar, quiero remarcar que “psicogénesis” y “perspectiva didáctica” no deben confundirse. La psicogénesis es el proceso constructivo desarrollado por las niñas y los niños, a través del cual realizan sucesivas aproximaciones al objeto de conocimiento, en nuestro caso al sistema de escritura, y este proceso ha sido y sigue siendo estudiado por investigaciones psicolingüísticas. Quienes investigamos en didáctica de la lectura y la escritura hacemos otra cosa: hemos ido diseñando y estudiando el desarrollo en el aula de diferentes situaciones, hemos podido explicitar –siempre a través del análisis riguroso de lo que ocurre en las clases- condiciones didácticas generales que favorecen el progreso de lxs alumnxs en lectura y en escritura, hemos estudiado cuáles son las intervenciones del docente que favorecen avances en el aprendizaje, que hacen posible que las y los chicos se formen como lectores y escritores. Y, lamentablemente, esta perspectiva didáctica no está tan difundida como para haber tenido consecuencias a nivel del sistema educativo. Por eso no es muy lógico que le atribuyan “la culpa” de una supuesta situación catastrófica a las propuestas de enseñanza que toman en cuenta los procesos constructivos de lxs chicxs sobre la escritura.

La representación del trabajo docente como un trabajo solitario, que no puede apoyarse nada más que en la experiencia individual, es insostenible en relación con una tarea tan compleja como la enseñanza

Con respecto a mi mirada sobre los discursos catastrofistas, me parece que son emitidos por gente que no trabaja codo a codo con lxs docentes, que no está cerca de la enseñanza y del aprendizaje… Son discursos a veces interesados, promovidos por medios hegemónicos de comunicación. Trabajo en esto hace más de 40 años y sé que las y los maestros pueden hacer mucho y bien, pero también sé que necesitan acompañamiento de sus prácticas, necesitan tener ámbitos donde pensar con otros. La representación del trabajo docente como un trabajo solitario, que no puede apoyarse nada más que en la experiencia individual, es insostenible en relación con una tarea tan compleja como la enseñanza. El trabajo compartido entre docentes es fundamental porque hace posible pensar juntos, estudiar y discutir lo que se lee, planificar poniendo en común creencias, puntos de vista, reflexiones… Las investigaciones que hicimos en SUTEBA[1] mostraron claramente que el trabajo compartido entre docentes enriquece la enseñanza y favorece el aprendizaje de todxs lxs alumnxs. Además, según lo que siempre subrayan lxs docentes, también parece ser necesario tener alguien con quien consultar, alguien que pueda orientar las discusiones, que pueda ofrecer referencias teóricas que fundamenten lo que se está haciendo, que favorezca los debates, que problematice los contenidos y las acciones que se planifican… En diferentes ámbitos de formación hemos reencontrado a maestrxs que ya habían trabajado con nosotrxs en instancias anteriores y nos decían que para ellos era imprescindible el sostén de la discusión con los compañeros y las compañeras, así como el apoyo de alguien que los ayudara a interpretar lo que lxs chicxs hacen o dicen, a reconceptualizar su manera de enseñar, a decidir hacia dónde orientar la enseñanza. Sabemos que la formación docente es un proceso largo, de discusión, de planificación, de análisis compartido de las clases.

En relación con la situación actual, lo que puedo decir se basa en el trabajo que estamos haciendo en la Dirección de Educación Primaria de la Provincia de Buenos Aires, donde todo el equipo está fuertemente comprometido en mejorar la educación, la enseñanza y el aprendizaje. Estamos viendo cambios muy interesantes, como resultado de tres años de trabajo intenso, a pesar de que dos de esos años transcurrieron en plena pandemia –con ASPO o con semi-presencialidad-. Se fue instalando una cierta forma de trabajo, un saber acerca de qué hay que enseñar y de qué se evaluará a través de la prueba escolar, una prueba que estará basada en lo que se propuso enseñar, en lo que fue trabajado en conjunto -no una prueba que “cae en paracaídas” en el aula-.

No puedo decir que lo que ocurre en la realidad sea exactamente lo que nos gustaría que ocurriera, pero ha empezado a aproximarse a lo que intentamos lograr. Por eso no comparto esas visiones pesimistas de la educación actual. Por otro lado, a veces se exagera notablemente lo que las chicas y los chicos no han aprendido. Muchxs niñxs cursaron el primer año de escolaridad en su casa e hicieron segundo año con una semana de clase presencial y otra no, o con una semana sí y dos no. En relación con esta situación, algo para rescatar es que, justamente, se hizo visible la importancia de la clase, de estar juntxs, de proponerse enseñar algo, de proponerse aprender con otrxs. Durante la pandemia se perdieron aspectos que son inherentes a la clase: estar juntxs en el mismo espacio y en el mismo tiempo, enseñar y aprender interactuando cara a cara. Por supuesto, eso ha tenido consecuencias. Pero creo que cuando se pone en acción una política educativa fuerte –como ha ocurrido en nuestra Provincia-, una política que se concreta en programas especialmente dirigidos a intensificar la enseñanza y el aprendizaje, así como en acciones codo a codo con inspectorxs, directivxs y docentes, las cosas se van encaminando.

Siete3siete: Volviendo a la Red, ¿por qué puede ser de interés para un docente o una docente, incorporarse?

D. L.: Creo que para las y los docentes puede ser de gran interés estar conectadxs con un movimiento educativo fuerte, orientado en favor de que todxs lxs chicxs aprendan a leer y escribir -en el sentido de formarse como lectorxs y como personas que pueden recurrir a la escritura como herramienta de comunicación y de reflexión sobre el conocimiento-. Es la posibilidad de interactuar con otras personas, que viven en otros países y enfrentan otras realidades, pero están comprometidas con propósitos similares y consideran la docencia como una actividad sumamente valiosa. Es también la posibilidad de acceder a una diversidad de fuentes de información, a materiales bibliográficos y fílmicos vinculados con la enseñanza, a debates sobre cuestiones educativas álgidas, a confrontaciones con otras corrientes teóricas… Y, para quienes puedan y quieran, seguramente se abrirán posibilidades de participar en investigaciones colaborativas sobre la enseñanza y el aprendizaje de la lectura y la escritura. Son algunas de las razones para unirse y participar en la Red Latinoamericana de Alfabetización.

Delia Lerner es Profesora Titular Consulta de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA y ha sido Profesora Titular Regular de “Didáctica del Nivel Primario” en el Departamento de Ciencias de la Educación de la misma Facultad. Es investigadora en Didáctica Lectura y la Escritura y autora de diversas publicaciones en el área. Asesora proyectos de formación docente en lectura y escritura en Argentina y Brasil, y ha coordinado investigaciones en SUTEBA.


Link a la página de la Red, donde podrán encontrar la filmación del re-lanzamiento que se realizó el 5 de mayo, así como otras informaciones acerca del funcionamiento y de la inscripción.

Para quienes quieran ingresar por Instagram:  @red.la.alfabetizacion


[1] D. Lerner y colaboradores (2018): “LEER PARA APRENDER HISTORIA. Una investigación colaborativa protagonizada por equipos de docentes”. SUTEBA – UNIPE.

Espinoza A. M. y Sadovsky P. (2020) Pensar con otros la clase de matemática. Una experiencia de trabajo colaborativo. SUTEBA – UNIPE