AL CALOR DEL ECOLEÑO

Reportaje a Marisa Villar

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“Al principio parecía algo muy difícil de realizar, pero lo logramos” Marisa Villar, Asistente Social de la Escuela Especial N° 501 de Rauch, muestra con orgullo los ecoleños que produjeron en la escuela. Un proyecto llevado adelante para ayudar a las familias que, sin acceso al gas natural, tienen acuciantes dificultades en cuanto a la calefacción de sus hogares en invierno.

Siete3siete: ¿Cómo surge la idea?

Marisa Villar: En la escuela trabajo no solo con lxs alumnxs sino con las familias y con la comunidad en general, por eso veo las diferentes necesidades que tienen las familias. En particular, en relación a la calefacción: hay familias que no tienen las necesidades básicas cubiertas en cuanto a gas natural. Es una problemática que cuando llega el invierno está latente todo el tiempo, y que surgió como una preocupación en la escuela. Pensando si se podía ayudar a las familias, comencé a investigar qué otro tipo de soluciones podíamos dar. Y así fue como, en pandemia, me puse en contacto con un taller productivo que hay en el sur para indagar de qué manera ellxs resolvían esto con la producción de leña ecológica.

Siete3siete: ¿Qué es la leña ecológica?

Marisa Villar: Está realizada con elementos de desecho, orgánicos e inorgánicos, como son el aserrín, el papel blanco y la cáscara de papa que funciona como aglutinante. Los elementos con que está realizado hacen que no sea contaminante y sirva para cocinar. Cada leño, de una medida de unos 15 cm, dura prendido aproximadamente veinte minutos. Es una leña que da calor y que se hace con elementos que no se utilizan en otra cosa.

hay familias que no tienen las necesidades básicas cubiertas en cuanto a gas natural. Es una problemática que cuando llega el invierno está latente todo el tiempo, y que surgió como una preocupación en la escuela

Siete3siete: ¿Cómo empezaste a armar este proyecto?

Marisa Villar: En pandemia había un programa que se llamaba Casa Común, yo armé el proyecto y lo presenté. Dos años después, en marzo o abril de este año, me llaman para decirme que era uno de los proyectos seleccionados para ser subvencionados y poder llevarlo a cabo en una biblioteca popular, porque en ese entonces teníamos que tener un lugar donde realizarlo. Mientras tanto, cuando volvimos a la escuela lo empezamos a trabajar con lxs alumnxs que estaban presencialmente, porque había otrxs que trabajaban en casa con su familia, por decisión de ellos o porque lxs médicxs no autorizaban a que pudieran estar presentes por las patologías o las enfermedades que tenían. Así que es un proyecto que incorporó a la familia, dentro de su casa y en la escuela.

Siete3siete: ¿Y cómo se desarrolló?

Marisa Villar: Articulábamos con carpinterías que nos traían el aserrín, para los papeles blancos hicimos visitas al banco y a otras escuelas que nos daban papel de desecho -como fotocopias que ya no se usan o papel de agendas viejas-, y la cáscara de papa que, como en ese momento no había comedores funcionando, venía del domicilio de todas las personas que estábamos en la escuela. Para elaborarlo necesitamos una prensa, para sacarle el líquido y que el ecoleño quede seco,y los moldes, que se hacen con diferentes elementos como botellas plásticas, que también son reutilizables. En la escuela elaboramos uno de caño de PVC al que le hicimos agujeritos con una prensa que nos ayudó a hacer Andrés, el chofer de la escuela. El ecoleño que nos comentaban que hacían era compacto, como un tubo cerrado, y nosotrxs lo mejoramos. En las investigaciones que hicimos y en las pruebas de diferentes tipos de ecoleño que elaboramos nos dimos cuenta de que teniendo un orificio en el medio eso hace que el oxígeno circule más y tenga mayor concentración de la llama y más poder calórico. Lo fundamental es el secado y el prensado, y la cantidad de cáscara de papa; a mayor cantidad de cáscaras mayor poder calórico tiene la ecoleña.

Para elaborarlo necesitamos una prensa, para sacarle el líquido y que el ecoleño quede seco,y los moldes, que se hacen con diferentes elementos como botellas plásticas, que también son reutilizables

Siete3siete: ¿Cómo organizaron el trabajo?

Marisa Villar: Al principio fue bastante difícil la organización. Yo lo llevé a cabo en la formación integral, que son lxs estudiantes más grandes. Nos dividimos en diferentes grupos; cada grupo según las competencias que tenían o las ganas de hacer algo del circuito, que era picar el papel, licuar la cáscara de papa con el papel y el aserrín, el prensado y el secado. Con las familias y lxs alumnxs que estaban en el hogar trabajamos virtualmente. A través de reuniones de Zoom les mostrábamos lo que íbamos haciendo y después nos hacían una devolución de lo que trabajaban tanto lxs alumnxs como la familia. Nos presentamos en Feria de Ciencias y llegamos a la etapa provincial que por el tema del aislamiento no se realizó; recibimos una acreditación pero no pudimos seguir mostrando el proyecto. Ahora no estamos haciendo ecoleño pero sí le contamos a la comunidad cómo hacerlo por medio de folletos. Son muchas las familias que no tienen gas convencional así que se les enseña esta técnica, aunque es algo difícil hacerla en el domicilio, más que nada por las herramientas para el prensado.

Siete3siete: ¿Qué te deja este proyecto?

Marisa Villar: Haber hecho esto es una gran satisfacción y un orgullo. Cuando empecé a contar la idea parecía algo muy difícil de realizar, sobre todo estando en pandemia. Estos proyectos implican un circuito de trabajo dentro de la escuela y la dinámica de una escuela tiene tiempos diferentes. Justamente ahora no lo estamos llevando a cabo por este motivo, porque hay otras realidades que requieren tiempos en la escuela. Pero como entramos en el programa Casa Común, lo podemos hacer por fuera de la escuela con la participación de alumnxs y familias, como una práctica profesionalizante. Al principio me parecía como lejano poder realizarlo pero lo logramos. Lo probamos, lo modificamos, lo llevamos adelante y la verdad que está teniendo un buen impacto. Nunca imaginé que íbamos a tener estos resultados y con muchas ganas de seguir, que esto se expanda y que realmente sea una respuesta para todxs.



Marisa Villar cursó el Profesorado de 1er y 2do ciclo de la EGB  y la carrera de Trabajo Social en el ISFDyT N°70. Se desempeña como Asistente Social de la EE N 501 de la ciudad de Rauch. Es  Secretaria de Promoción Social, Turismo y Jubilaciones de Suteba Rauch. Actualmente estudia la Licenciatura de Trabajo Social en la Unicen de Tandil.