MOLDEANDO – TÉ

Entrevista con Marcela Aceituno

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¿Es posible, desde un laboratorio escolar y con técnicas sencillas, mostrar que podemos hacer una transformación real en nuestro entorno? Esta fue la pregunta del proyecto de investigación y producción de nanocelulosa biológica que alumnas de cuarto año de la Escuela de Educación Secundaria N° 1 de Salliqueló, presentaron en Feria de Ciencias. Su profesora, Marcela Aceituno, habla sobre el proceso que llevaron adelante.

Siete3siete: ¿Marcela, cómo surge la idea?

Marcela Acietuno: En una charla que tuvimos en Introducción a la Física respecto a lo que la currícula marca en el estudio de las diferentes energías -convencionales y no convencionales- apareció naturalizada la idea de que nosotros no tenemos al alcance producir energía. Y en realidad sí, lxs ciudadanxs comunes tenemos la posibilidad de producir energía. Nosotrxs, que vivimos en un pueblo de ocho mil, nueve mil habitantes, contamos con espacios donde podemos hacer uso, por ejemplo, de biomasa para producir gas, o utilizar pantallas solares quizás con mayores superficies disponibles. A lxs chicxs esto les hacía ruido, porque parece que si no estamos unidos a la red eléctrica eso no lo podemos hacer. Cuando empezamos a hablar de los recursos que utilizan esas energías para poder reproducirse, surgió el tema de los recursos renovables y no renovables. Les hablé sobre los biomateriales y empezamos a buscar información. Una de las chicas leyó a una diseñadora industrial que decía que pensar en biomateriales podía permitir moldear tu ropa, cultivar tu ropa. No solo contaba lo que era hacer el producto sino lo que le demandaba lograrlo, especialmente que era un trabajo en equipo. Como esto cerraba perfectamente con todo lo que uno pretende en Feria de Ciencias, tomé la idea y les propuse investigar y presentarlo. Ahí se lanzaron. Y lo que surgió es la investigación de la nanocelulosa biológica porque de eso estaba formada esa ropa.

apareció naturalizada la idea de que nosotros no tenemos al alcance producir energía. Y en realidad sí, lxs ciudadanxs comunes tenemos la posibilidad de producir energía

Siete3siete: ¿Qué es la nanocelulosa biológica?

Marcela Aceituno: Es celulosa producida por bacterias. Ahora está de moda, y por eso tuvimos fácil acceso a obtener una plancha fermentativa, que la gente tome fermentos, introducir en el cuerpo microorganismos que ayudan a preservar la flora y mejorar nuestra salud en muchos aspectos. Por ejemplo, la kombucha, un té que se toma y produce las bacterias. Lo que hacen las bacterias es transformar el azúcar en nanocelulosa, que se deposita en la superficie del líquido en donde se están desarrollando y hace como un sombrerito, adoptando la forma del molde que se le haya puesto.

Proceso de elaboración del sustrato (infusión de té azucarado con bacterias y levaduras)
Proceso de elaboración del sustrato (infusión de té azucarado con bacterias y levaduras)

Siete3siete: ¿Cómo se armó el proyecto?

Marcela Aceituno: Se planteó, como siempre, una pregunta. Tenemos un laboratorio hermosísimo en la escuela pero con limitaciones en algunos procesos, y la pregunta fue si era posible a través de técnicas sencillas de laboratorio obtener, a través de la celulosa, un material que nos permitiera elaborar elementos de uso cotidiano. Ese era el desafío. Se empezó a tratar ese material, se lo prensó, se lo secó. No queríamos utilizar pigmentos artificiales así que trabajamos con la remolacha, el apio, la cúrcuma. El inconveniente mayor fueron los tiempos.Nos metimos en un proyecto donde el proceso no tenía que ver solo con nuestra decisión y nuestros tiempos. Las bacterias llevan tres semanas en hacer más o menos un disco que puede parecer cuero. Otra dificultad fue la temperatura. En la escuela la temperatura que ofrece la calefacción por aire es hermosa pero en el laboratorio no puede mantenerse, los fines semana tenemos otra temperatura. Y estamos hablando de un proceso microbiológico que necesita, además de un ambiente apropiado de alimentación asistida, una cierta temperatura. Eso lo fuimos salvando, y en definitiva lo que nos pasaba era que se enlentecía aún más el proceso.

dentro del aula hay un proyecto de vivir sustentable, donde un grupo de chicas que están interesadas, se plantearon ¿podemos vivir en una casa en donde nosotros podamos disminuir el consumo de energía y usar otros recursos? Todo eso se amalgama con el proyecto de la nanocelulosa

Siete3siete: ¿Cómo fue tomado por las alumnas?

Marcela Aceituno: El entusiasmo de las chicas es increíble. Esta idea de hacer cosas “para”, es mostrarles que podemos hacer una transformación real en el entorno que nos rodea. No es difícil, tiene que ver con las decisiones, que llevan esfuerzo, llevan tiempo y, fundamentalmente, lleva trabajo en equipo. Unirse con otrxs que piensan lo mismo y que tienen ganas de cambiar algo. Y que lo que se obtiene produce muchísima satisfacción. Otras alumnas se sumaron con otro proyecto de compostaje. Hicieron una compostera bastante grande -dos metros y medio por uno veinte- con la idea de seguir con esta cuestión de reemplazar o de recuperar materiales. Usamos las hojas de unos árboles hermosos que tenemos en el patio de los cuales en invierno caen muchas; este año no se usaron las doce o quince bolsas de consorcio que se necesitan para sacar las hojas afuera. Con esta idea de economía circular, de que no hay basura sino recursos, esas hojas también se utilizaron para hacer materiales que se compartieron con la primaria. También dentro del aula hay un proyecto de vivir sustentable, donde un grupo de chicas que están interesadas, se plantearon ¿podemos vivir en una casa en donde nosotros podamos disminuir el consumo de energía y usar otros recursos? Todo eso se amalgama con el proyecto de la nanocelulosa. Uno de los objetivos del proyecto era mostrar lo que podemos hacer en el laboratorio con técnicas sencillas. Y poder mostrarlo a otros para que lo hagan. Hemos tenido conversaciones con alumnxs de primaria a lxs que les llevamos el proyecto y lxs incentivamos para que con ayuda nuestra sean capaces de ponerse a trabajar en esto.


Siete3siete: ¿Cómo sigue la idea?

Marcela Aceituno: Este desafío de la nanocelulosa biológica me parece importante poder llevarlo a más.  En el sentido de que los laboratorios de ciencias de las escuelas que tienen la orientación que nosotros tenemos estén equipados y se preocupen. A veces de lo que se trata es decir “vamos a trabajar con la cooperadora o con lxs chicxs para comprar esto o para pedir aquello”. La dificultad en el proyecto que nos hemos metido nosotrxs es, básicamente, el tiempo. A veces tenemos que ir, dos o tres veces por semana, a trabajar a contra turno sobre el proyecto. Y no con todxs lxs alumnxs lo podés hacer. Y otra idea es formar el Club de Ciencias. Que sería extraescolar. Bueno, trabajo extraescolar es todo el tiempo, porque sabemos que el tiempo no da. El tema de hacerlo es pensar siempre en el apoyo de otrxs. Y poder hacerlo interescuelas. Que todxs los chicxs que tienen ganas de hacer algo tengan un espacio donde puedan desarrollar algo distinto. Donde puedan ir a jugar haciendo ciencia que eso es lo que yo trato de hacer con el laboratorio que tenemos.

Que no genere frustración no saber de tal cosa; muchas veces uno busca cosas que no están o busca mal o nunca se hicieron. Eso es riquísimo porque además la gente de la comunidad se involucra con los adolescentes y con mucho interés en el aporte


Siete3siete: ¿Qué te deja este proyecto?

Marcela Aceituno: El trabajo que han desarrollado creo que les ha permitido descubrir -y eso me encanta porque pienso que es la misión del docente- sus propias capacidades. Una lleva el cuaderno de campo, otra es la que va marcando el pulso de lo que hay que hacer, otra es la ideóloga… A mí, en ese ritmo, me parece maravilloso ir a la escuela. Además, como se hacen moldes geométricos, por ejemplo, hay que sacar fórmulas, hacer cuentas y porcentajes, un montón de cosas que tienen que ver con la transversalidad con otras áreas. Por otra parte estuvimos en contacto con una diseñadora industrial que nos ayudó, otra profe nos inició en el tema de pigmentos, etc. Siempre incentivándolas a buscar a alguien que nos asesore en tal o cual cosa, para entender siempre el trabajo en equipo. Que no genere frustración no saber de tal cosa; muchas veces uno busca cosas que no están o busca mal o nunca se hicieron. Eso es riquísimo porque además la gente de la comunidad se involucra con los adolescentes y con mucho interés en el aporte. Y las alumnas se involucran con cuestiones de la comunidad. Por ejemplo, tenemos una  Ordenanza Municipal que prohíbe el uso de bolsas en los comercios. Algunos lo llevan a cabo, en  otros lugares no. Así que estamos intentando también meternos desde la escuela. Van a ir las chicas al Concejo a plantear qué pasa que no se está llevando a cabo. Porque este proyecto no es solamente hacer estos productos sino es abrir la cabeza a otra manera de vivir. Todo esto me da esperanza de la posibilidad de poner en marcha otra escuela.

Marcela Alejandra Aceituno. Técnica química industrial. Farmacéutica Nacional. Profesora de Física, Fisicoquímica y Química, en distintos establecimientos educativos de nivel secundario EES N°1, EES N°2 y EES N°3 de Salliqueló. Actualmente se desempeña como EMTP de laboratorio en la EES N°1 y como docente en  4to año Ciencias Naturales dando Física y Química.