En los primeros meses del 2020, el creciente fenómeno de pibas jugando al fútbol llevó a Siete3sietE a entrevistar a Mónica Santino, ex jugadora de fútbol y actual Directora Técnica, integrante del colectivo feminista “La Nuestra” que hace 13 años trabaja en la Villa 31, de la Ciudad de Bs. As., con un proyecto de fútbol para mujeres.
En esta oportunidad, nos volvimos a encontrar con Mónica para dialogar sobre el libro “Pioneras Argentinas – Un pase a la historia”, que está próximo a lanzarse y, especialmente, sobre aquellas historias invisibilizadas de un amor que la sociedad mucho tiempo quiso ocultar: el fútbol y las mujeres.
737: ¿Qué papel cumple el feminismo en la historia de las mujeres y el fútbol?
Mónica Santino: La popularización de los feminismos, a partir del 2015, en el que el Ni Una Menos fue una bisagra, significó una gran apertura que permitió que el derecho al juego y al deporte ocupe un lugar en la agenda del movimiento de mujeres y diversidades. Y el fútbol en particular, porque hasta ahí el feminismo era demasiado blanco, demasiada académico y quizás elitista… Al deporte no lo miraban ni de costado.
El fútbol era algo tan de varones que no merecía la pena que pongamos la mirada ahí… Creo que también había muchos prejuicios que venían de esa blancura y de ese feminismo… Como que el fútbol era “el deporte de los negros”, de los varones y de una “clase social que en realidad no entiende nada”.
Todavía persiste alguna línea así dentro del feminismo, que en realidad no transforma nada. El feminismo nació como un movimiento para luchar contra las opresiones, entonces esa mirada que es nada más de leer muchos libros y de tener algunas cosas en la vida resueltas, no transforma.
737: ¿Cuál fue el pase que les permitió soñar y contar estas historias pioneras?
M.S.: El 2015 fue un punto de partida importantísimo para poder meter al fútbol en esa agenda, algo que veníamos haciendo desde hacía tiempo atrás, empujando en los Encuentros Nacionales de Mujeres. En ese contexto se empezó la recuperación histórica de nuestro fútbol, algo que no fue contado en ningún lugar. Y no es que empezaron a salir futbolistas ahora, hay de hace tiempo.
Personalmente, en el 2018 comencé a trabajar en la Legislatura, en el despacho de Andrea Conde, Legisladora por Unidad Ciudadana, en la línea de género y deporte como asesora. En la Comisión de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia me encontré con algunas compañeras que habían empezado a jugar al fútbol en este marco. Porque también es algo interesante que se da, las generaciones más jóvenes empiezan a jugar ahora porque entran desde el feminismo, de esto de la libertad de nuestros cuerpos. Comienzan a cuestionar los roles sociales preestablecidos, que determinan para nosotras la función doméstica, la preparación para una segura maternidad, y para los varones el espacio público, el coraje, la habilidad y demás. En este sentido, el deporte es un escenario fantástico para discutir esto porque se expresa de una manera muy taxativa, muy brutal.
las generaciones más jóvenes empiezan a jugar ahora porque entran desde el feminismo, de esto de la libertad de nuestros cuerpos. Comienzan a cuestionar los roles sociales preestablecidos (…)En este sentido, el deporte es un escenario fantástico para discutir esto porque se expresa de una manera muy taxativa, muy brutal.
737: ¿Qué historias podremos conocer al leer “Pioneras…”?
M.S.: Lucila Sandoval, compañera que fundó pioneras del fútbol femenino, arquera, propuso rescatar la historia de las pioneras en general, y en una tarea titánica la verdad que lo logró. Rescató, entre otras cosas, a las compañeras que habían jugado un Mundial no oficial en 1971, en México. Obviamente este Mundial no fue organizado por la FIFA y además era vendido casi como un producto de exhibición. Las compañeras se fueron al DF en ese año, casi sin plata, cociéndose los números de las camisetas, y el 21 de agosto de 1971 le ganaron a Inglaterra 4 a 1 en el Estadio Azteca, donde después Diego iba a hacer todo lo que hizo. Con todo lo que significa este estadio para la cultura futbolística argentina.
Recibimos a pioneras de distintas generaciones en nuestra Comisión y lo que hicimos fue escribir, escuchar, grabar sus relatos e historias. Lucila quiso que todo ese material fuera un libro, y así lo hicimos.
El libro es la recopilación de los testimonios de jugadoras de los ‘70, ‘80 y ‘90 que fueron pasando por la Comisión; un laburo muy intenso que contó siempre con el aval político y el apoyo de Andrea Conde.
737: ¿Cómo fue para ustedes llevar adelante este proceso y poder concretar el lanzamiento del material?
M.S.: Con la pandemia el libro quedó frenado, por eso definimos sacarlo con una editorial para que se pueda publicar. Editorial Del Sur lo aceptó y hoy estamos esperando el lanzamiento. Nuestra idea con la retribución económica que podamos percibir es donarla al movimiento de pioneras. Ahora otras jugadoras están con un proyecto en Fiorito, en el lugar donde entrenó y creció Diego. Tenemos la intención de que los derechos que se ganen por el libro pasen a este grupo de pioneras.
Creemos también que es una invitación a seguir escribiendo (…) nos parece muy importante que esas historias salgan a la luz, porque no salimos de un repollo y no creo que sea una casualidad que nos hayan robado, invisibilizado y ocultado esa historia
Creemos también que es una invitación a seguir escribiendo… No es un trabajo terminado, si recorrés diferentes lugares del país, vas a encontrar que hay jugadoras de fútbol de distintas épocas que nadie conoce, historias que quedaron en el olvido y, ahora que ser futbolista cobró una importancia y tiene una dimensión, nos parece muy importante que esas historias salgan a la luz, porque no salimos de un repollo y no creo que sea una casualidad que nos hayan robado, invisibilizado y ocultado esa historia.
Hoy el libro está en pre-venta, y aún así las repercusiones que tuvimos hasta ahora son buenísimas. Diversas jugadoras nos pidieron el libro y tenemos varias invitaciones para presentarlo, tanto en espacios políticos partidarios como en espacios que tienen que ver con el deporte y la propia editorial que está haciendo un laburo ahí.
737: ¿El fútbol también es político?
M.S.: El amor que sentimos por el fútbol nos junta, por eso necesitamos contar nuestras historias. El cruce generacional que se está dando hoy en día en estos espacios es de mucha potencia, muy interesante.
Tenemos que seguir escribiendo, rescatar las historias de las mujeres en el fútbol de cada rincón de nuestro país. Con el libro buscamos fomentar que más compañeras se animen a escribir su historia. Esa es la mejor manera de adueñarse, de construir una herramienta colectiva para seguir contando.
Cuando escuchas a una compañera de más de 70 años, que jugó al fútbol hace un montón, que sufrió porque le dijeron de todo, que te cuenta que tenía que escaparse o esconderse para jugar, que se sintió sola un millón de veces; te das cuenta de que es muy importante contar para que las que vienen se sientan acompañadas y sepan todo lo que se luchó para que podamos construir una identidad, una cultura de mujeres alrededor del fútbol.
“Las historias de las Pioneras del fútbol femenino argentino inspiran porque sostuvieron el derecho a jugar a pura gambeta contra prejuicios. Una generación que dio el puntapié inicial de ese partido que aún hoy seguimos jugando, hasta que este deporte que amamos ocupe el lugar que se merece. Tenemos historia que perdura. Estamos conociendo nuestras raíces. Y esa fuerza es imparable”.
Estefanía Banini
Mónica Santino Directora técnica de fútbol femenino y ex jugadora de fútbol. Trabaja en el Club La Nuestra de la Villa 31. Integró el Comité Asesor en Género y Diversidad Sexual (CAGD)