FORMARNOS PARA ENSEÑAR EL OFICIO

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El pasado 4 de noviembre, 71 compañerxs recibieron sus certificados de Instructorxs de Formación Profesional, dictados por Formadorxs pertenecientes al convenio existente entre la CTA de lxs Trabajadorxs y la Dirección General de Cultura y Educación bonaerense, en trayectos formativos realizados en dos sedes: Azul y San Miguel.

Estas son las voces de algunos de los participantes:

Formación de trabajadorxs en manos de trabajadorxs

Por Cristina «Ina» Jonic – Coordinadora Provincial de los CFP de la CTA de lxs Trabajadorxs de la Provincia de Bs. As.

En el año 2008, la CTA de lxs Trabajadorxs logró la firma de un Convenio de Formación Profesional con la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Bs. As., a partir de la convicción de que la formación de las y los trabajadores resulta óptima si está en manos de lxs mismxs trabajadorxs, convencidos de hacia dónde apunta el trabajo, de cómo apropiarnos de nuestro trabajo y de cómo apropiarnos de los derechos que nos permitan ejercer esos trabajos con felicidad. Recalco esta palabra, felicidad, que pareciera estar en un lugar inadecuado cuando se habla de la formación profesional. Pero la concepción que nosotros tenemos como organización sindical es que debemos propender a todas aquellas cuestiones que hagan a la felicidad de quienes trabajan. Si el trabajo es el eje vertebral y articulador de la vida cotidiana y social, éste debe ser ejercido en felicidad. Por lo tanto, considerábamos que era importantísimo tomar dentro de la formación profesional, de la formación para el oficio, también la formación de enseñar el oficio.

En el primer momento de construcción de la formación de formadores, nos preguntábamos, ¿cómo se hace enseñable el oficio? Porque los trabajadores que traen su oficio para transmitirlo tienen que tener las herramientas para poder trasmitirlo, para poder enriquecer, con su experiencia, esa transmisión. Que esa transmisión se vuelva a transformar en un trabajo fructífero, que sea transmisible a otros con los enriquecimientos producidos en ese tránsito.

La acción de formación es una acción compleja. Y la educación técnico profesional, en especial la modalidad Formación Profesional que actualmente está en renovación en el país, es un espacio donde se vinculan directamente los desafíos de la educación del trabajo y del desarrollo productivo del país.

Formar para el trabajo con una mirada estratégica, con medidas de mediano y largo plazo es necesario e imprescindible en los años por venir, ya que debemos transitar de escenarios de fuertes incertidumbres a escenarios de oportunidades.

Entonces es clave participar desde el lugar de lo que en el sistema educativo se llama Instructor Jefe, o sea el que tiene a su cargo la formación de los idóneos y su transformación en formadores, en instructores de formación profesional. Son espacios que tienen que servir para fortalecer la institucionalidad laboral y las políticas destinadas a la organización curricular e institucional de la educación del trabajo.

En el camino de construcción de esta formación de formadores, tenemos que reconocer el acompañamiento de toda la Central de Trabajadores de la Provincia, especialmente la figura de Silvia Almazán, y de compañerxs que pusieron su impronta imborrable: Marta Suárez, la inolvidable Vilma Pantolini, María José Vázquez, Richard Pais, Ana Kaczmarczyk, Graciela Abal, Margarita Giles… Compañeros docentes y a la vez trabajadores en sus respectivos oficios,

formando a los trabajadores con una mirada global y de ampliación de derechos, de construcción de nuevos derechos y de cualificación permanente de nuestro trabajo, de apropiación, valoración y agregando valor a nuestro trabajo cotidiano.