SEXO Y REVOLUCIÓN

Reportaje a Ernesto Ardito

1940

En la trasnoche del próximo domingo 27 de junio, y entrando ya en el Día Internacional del Orgullo LGBT, la TV Pública presentará Sexo y Revolución, la película de Ernesto Ardito que recupera las luchas, las vivencias y las propuestas del Frente de Liberación Homosexual, que a comienzo de los años 70′ en Argentina, pusieron los cimientos de los derechos que se han conquistado. El último: la sanción de la Ley de Cupo e Inclusión Laboral Travesti – Trans. 737 conversa con Ernesto Ardito, su director.

737: ¿Cómo surge la idea de esta película?

Ernesto Ardito: En los últimos años se consiguieron muchas conquistas institucionales como la Ley de Matrimonio Igualitario y la Ley de Identidad de Género que eran impensables hace 40 años, donde había, para la comunidad homosexual, una realidad de supervivencia. Cuando a fines de los 60 se crea el primer movimiento, Nuestro Mundo, eran delegados sindicales que clandestinamente se juntaron porque estaban tratando, a pesar de que era un contexto de dictadura, de que se deroguen los edictos policiales, que hacían que la policía y no un juez tuviera autonomía para aplicar una ley. El Edicto 2 h) dejaba a la libre interpretación de un policía si te veía con ropa que no fuera de tu propio sexo o incitando al sexo carnal. Según el modo como vos caminabas o si estabas con otro hombre en la calle con actitud de levante te llevaran a la comisaría y ahí el comisario decidía si te quedabas adentro o no. En una época donde la comunidad homosexual, la mayoría, estaba dentro del closet, llamaban a tu casa y le avisaban a tu familia que estabas ahí por pervertir la moral pública; o a tu trabajo. Y más allá de ligarte algún golpe, si reincidías ibas a la cárcel de Devoto. Las travestis vivían prácticamente adentro de la cárcel. Viendo esa realidad y pensando en los colectivos LGBT de lucha actual sentí la necesidad de unir las dos generaciones, que hubiera un diálogo. Que las chicas y los chicos que nacieron en los 2000 supieran lo que había vivido la generación que empezó a luchar.

737: ¿Cómo se dio ese proceso de luchas?

Ernesto: Los cimientos por los cuales se consiguieron los derechos que hay en la actualidad, comenzaron a fines de los sesenta, comienzos de los 70. Empezó Nuestro Mundo, siguió el Frente de Liberación Homosexual (FLH) y continuó, ya en democracia, la Comunidad Homosexual Argentina(CHA).

Las travestis vivían prácticamente adentro de la cárcel. Viendo esa realidad y pensando en los colectivos LGBT de lucha actual sentí la necesidad de unir las dos generaciones, que hubiera un diálogo. Que las chicas y los chicos que nacieron en los 2000 supieran lo que había vivido la generación que empezó a luchar.

El FLH estaba conformado por muchas micro-organizaciones; era muy heterogéneo. Había gente de la intelectualidad, delegados sindicales -los que venían de Nuestro Mundo-, colectivos muy chiquitos de lesbianas y gente de la universidad. Esto hizo que se tomara contacto con los primeros textos de liberación de los movimientos feministas que estaban en auge en EEUU. Allí se planteaba básicamente que no podía haber una transformación política real si no hay una transformación moral y del patriarcado en las bases sociales. La primera base social es la familia, si no se transforma el patriarcado dentro de la familia tampoco podemos pensar en una vanguardia política. Esas contradicciones estaban dentro de la izquierda, y Nuestro Mundo y el FLH lo planteaban. Esto nos lleva no solamente a hablar del movimiento de liberación homosexual en los años 70 sino también a hablar de las luchas políticas en ese momento. Muchos partidos, como el Comunista, acompañando el signo de los tiempos, entendía que la homosexualidad había que “solucionarla” y esta solución estaba dentro de la ciencia, en la psiquiatría. Esto que hoy lo vemos como una locura era en esos momentos un modo de pensar cotidiano. Ese es el diálogo que va teniendo Sexo y Revolución entre pasado y presente.

737: ¿Cuáles fueron los criterios que te orientaron en la búsqueda de los testimonios?

Afiche promocional de «Sexo y revolución»

Ernesto: Quería ver distintas situaciones de vida dentro de todo este contexto. No es que los protagonistas son todos militantes del FLH. Me interesaba qué pasaba dentro del mundo de la política. Uno de los protagonistas, Jorge Luis Giacosa, sí fue miembro del Frente; Guillermo García era del Partido Socialista de los Trabajadores; Daniel Molina en ese momento era del PRT y luego estuvo preso 10 años durante la Dictadura;  Valeria del Mar Ramírez, una travesti que estuvo desaparecida un tiempo muy corto en el Centro Clandestino Pozo de Banfield y fue la única testigo en un caso de robo de bebés; Alejandro Modarelli, periodista que investigó toda esta historia. Pero no solamente son los testimonios. Me interesaba la coyuntura de esa militancia, cómo ellos tenían conflicto dentro de las organizaciones políticas, pero también cuáles eran sus historias, de dónde venían. Siendo niños en los 50, los 60, ¿cómo era en esos momentos asumirse homosexual?, ¿cómo era la situación dentro de una familia? Hoy quizás la intolerancia mermó muchísimo pero en ese momento no, los patrones culturales iban hacia otro lado. Estamos hablando de una sociedad donde la monogamia era fundamental y a partir de ahí la homosexualidad estaba vista como una monstruosidad. Donde la iglesia católica funcionaba casi como un partido político, sembrando su ideología en millones de personas, y en un contexto de Dictadura Militar donde los aparatos del Estado eran totalmente represivos. Esta comunicación entre dos generaciones para mí es fundamental. El tema es que, para lograr cómo entender la subjetividad de un momento histórico, yo veía que el testimonio no era suficiente. Que una persona hoy día te cuente un relato no es lo mismo que viajar en el tiempo con ese relato y poder estar ahí. Entonces la película se transformó en una película de montaje. Es decir, busqué un montón de retazos de historia a partir de archivos fílmicos, visuales. Porque a partir de la imagen de un momento podemos viajar a ese momento. Archivos familiares, películas de educación sexual de la época, películas clásicas… Imágenes de cómo se percibía la vida cotidiana en ese momento. Eso fue muy difícil porque en la Argentina prácticamente no hay archivos. No ha habido una política, y esto viene de la Dictadura, que borraban todo, que destruían. Así que fui buscando esos retazos en todo el mundo. Por eso la película es muy universal también.

Me interesaba la coyuntura de esa militancia, cómo ellos tenían conflicto dentro de las organizaciones políticas, pero también cuáles eran sus historias, de dónde venían. Siendo niños en los 50, los 60, ¿cómo era en esos momentos asumirse homosexual?, ¿cómo era la situación dentro de una familia?

737: ¿Por qué el título de la película?

Ernesto: Se llama así por el Manifiesto Sexo y Revolución del Frente de Liberación Homosexual, que analizaba cómo el sistema capitalista estaba diagramado desde las bases sociales -las familias, el trabajo, la iglesia-, y de cómo todas esas entidades sociales van reprimiendo al ser humano y le van dando un lugar social. Y ahí entra en juego el rol de la mujer. El FLH hablaba de la opresión que recibía la mujer dentro de la familia, hablaba del trabajo no remunerado, de la figura del padre como represor y cómo el padre, el jefe, el dictador, el sacerdote, ocupaban el mismo lugar social reprimiendo a la mujer, dándole un lugar exclusivamente reproductivo. El Manifiesto planteaba que la comunidad homosexual se iba a liberar de la misma manera que se iba a liberar la mujer cuando llevara adelante su lucha. Y sucedió. En EEUU, a fines de los 60, la primera rebelión homosexual -Stonewall- fue de la mano con los movimientos de liberación de la mujer. En Argentina la cuarta ola feminista, con todas las discusiones alrededor de la Ley del Aborto vino también de la mano de las conquistas del movimiento LGBT. Diversidad sexual y mujer van de la mano en las luchas de liberación. Y el Manifiesto Sexo y Revolución lo tenía muy claro en ese momento.


Sexo y Revolución, además de su presentación en la Televisión Pública, estará presente en el Festival Asterisco de LGBT Argentina y se podrá ver en la plataforma Cont.ar los días 28 y 29 de Junio.

A partir del 1 de Julio se podrá acceder en la página web oficial: www.virnayernesto.com.ar

Ernesto Ardito Su opera prima fue “Raymundo” (2003), sobre el cineasta desaparecido Raymundo Gleyzer. Luego produjo y dirigió los documentales “Corazón de Fábrica” (2008), “Nazión” (2011), “Alejandra” (2013), “Moreno” (2013), “El futuro es nuestro” (2014), “Ataque de Pánico” (2017), “Sexo y Revolución” (2020). Entre 2011 y 2014, creó y dirigió para canal Encuentro, la serie Memoria Iluminada, abordando las vidas de los principales escritores argentinos. En 2017 estrenó su opera prima de ficción «Sinfonía para Ana» la cual obtuvo el Premio de la Critica del festival de Moscú. Actualmente filmó su segunda ficción “La bruja de Hitler”. Dictó seminarios sobre cine documental en Estados Unidos, Méjico y Alemania.