RECUPERAR HISTORIAS DE VIDA

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El SUTEBA confeccionó un registro de Trabajadorxs de la Educación víctimas del terrorismo de Estado en la provincia de Buenos Aires. El enorme trabajo implica un reconocimiento a lxs más de 400 docentes desaparecidxs en territorio bonaerense, pero también, y sobre todo, una apuesta al futuro.

Recuperar las historias de vida, reivindicar su lucha, dar a conocer con nombre y apellido cada una de las historias, significa no solo un acto de reparación sino también un profundo hecho pedagógico para las generaciones futuras”.

Roberto Baradel.

El proyecto fue presentado por la Secretaría de Derechos Humanos el 1º de junio, y la elección de la fecha no fue casual. Ese día se cumplían 38 años del primer paro de la docencia bonaerense a la dictadura, un hito en la historia de lucha de lxs trabajadorxs de la educación.

¿Por qué, para qué el SUTEBA elaboró este registro? Los objetivos son varios, y los sintetiza Patricia Romero Díaz, Secretaria de DDHH: “Para reconocernos en las historias de vida y de lucha de esxs más de 400 docentes desaparecidxs en nuestra provincia; para traerlos al presente, para nombrarlos; como acto de reparación ante la invisibilización del delito de lesa humanidad que pretendió ser la desaparición de personas; como un reconocimiento a quienes nos precedieron en la lucha; y fundamentalmente como una apuesta al futuro, para que lxs trabajadorxs de la educación y lxs jóvenes docentes en formación asuman esas luchas que conforman nuestra propia historia docente”.

Patricia Romero Díaz

Traemos al presente nuestra propia historia, para entender de dónde venimos y por qué somos y hacemos lo que hacemos en este presente, proyectándonos siempre hacia el futuro

Patricia habla de “apuesta a la vida y al futuro”, y agrega otras razones para la creación del registro: “Para que nuestrxs alumnxs valoren y asuman la defensa de la democracia y continúen la posta que nuestra generación tomó de las Madres y Abuelas, exigiendo Memoria ente el olvido, Verdad ante el negacionismo y Justicia ante toda expresión de impunidad. Única garantía del ¡NUNCA MÁS!”

En este ejercicio de memoria, el pasado y el presente dialogan, interactúan, y desembocan siempre en el futuro.  “Estas evocaciones –dice Patricia- son procesos de construcción y transmisión de memoria. Traemos al presente nuestra propia historia, para entender de dónde venimos y por qué somos y hacemos lo que hacemos en este presente, proyectándonos siempre hacia el futuro”.

En definitiva, “hacer memoria constituye así un proceso de construcción identitaria; forjamos y fortalecemos de esta manera nuestra identidad como trabajadorxs, como sector de trabajadorxs y como clase trabajadora”.

Pedagogía de la memoria

Mónica Grandoli, Subsecretaria de Derechos Humanos, pone el foco en otras aristas importantes del proyecto. Destaca que uno de los aspectos tiene que ver con “involucrarnos en la pedagogía de la memoria, en poder revitalizar la enseñanza de la historia reciente en los relatos de lo que significó la última dictadura cívico militar”.

Mónica Grandoli

uno de los aspectos [del registro] tiene que ver con “involucrarnos en la pedagogía de la memoria, en poder revitalizar la enseñanza de la historia reciente en los relatos de lo que significó la última dictadura cívico militar”.

Para Mónica, “esos relatos de vida de cada unx de lxs compañerxs detenidxs desaparecidxs revitalizan los principios fundamentales de nuestra organización, que procuran que esas historias de lxs compañerxs se asimilan, se contagian, se ponen junto a la vida de lxs delegadxs, lxs militantes de nuestros territorios, de cada escuela, esxs que se involucran diariamente en la defensa de la escuela pública, en la defensa de los derechos de lxs trabajadorxs de la educación”.

También subraya que el registro “va a posibilitar el trabajo en cada territorio, descubriendo, o redescubriendo las memorias, las vidas de nuestrxs compañerxs detenidxs desaparecidxs, cuáles fueron sus escuelas, sus familias, sus estudiantes, sus pensamientos, sus sueños, aquello por lo que han luchado”.

“Y nosotrxs nos hemos apropiado de esas ideas y de esos sueños, y son ideas que vienen dándole, desde el nacimiento del SUTEBA, contenido y dirección a nuestra querida organización”, concluye Mónica.

Registro interactivo

Georgina Gabucci, Secretaria Adjunta del SUTEBA de Merlo e integrante del equipo provincial de Derechos Humanos, nos cuenta que “durante un año y medio, con un grupo de compañerxs de la seccional estuvimos construyendo un registro unificado de educadorxs víctimas del terrorismo de Estado”.

Ese registro unificado se elaboró a partir de tres trabajos de investigación anteriores: “la información que nos proveyó la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación; un listado que posee CTERA y otro que teníamos en el SUTEBA. A partir de esos tres elementos, construimos un registro único en donde fuimos conociendo, armando y visibilizando las biografías, las historias de vida, las historias pedagógicas de cada compañerx asesinadx o detenidx desaparecidx”.

“Esta tarea –añade Georgina- nos permitió visibilizar, por un lado, el impacto de la dictadura dentro de la docencia de la provincia de Buenos Aires, y también conocer decenas de historias de vida y de historias pedagógicas de nuestrxs compañerxs de toda la provincia”.

“Lo que estamos haciendo ahora es trabajar con lxs compañerx de Sistemas para poder alojar toda esta información en la página del SUTEBA, para que sea accesible, para que cualquiera que quiera saber qué pasó en la provincia de Buenos Aires con la docencia durante la dictadura, pueda acceder, y también puedan acceder lxs nuevxs maestrxs y lxs estudiantes”.

Georgina Gabucci

Esta tarea nos permitió visibilizar, por un lado, el impacto de la dictadura dentro de la docencia de la provincia de Buenos Aires, y también conocer decenas de historias de vida y de historias pedagógicas de nuestrxs compañerxs de toda la provincia

Georgina resalta también el carácter interactivo de la propuesta. “El registro va a ser ampliado, mejorado, modificado seguramente, a partir de la interacción entre lxs compañerxs de los territorios y nosotrxs, que estamos encargadxs de llevarlo adelante”.

“Estamos muy orgullosxs de haberlo hecho, creemos que era una deuda que teníamos, que necesitábamos poder juntar toda esa información que estaba fragmentada y poder hacerla visible”, comenta, y subraya que el proyecto “es un paso más de esta organización sindical que desde su origen siempre levantó las banderas de la Memoria, la Verdad y la Justicia”.

Recuperar la historia de nuestras compañeras

Analía Meaurio, Secretaria de Derechos Humanos del SUTEBA de General Sarmiento e integrante del equipo provincial de DDHH, destaca que “para el SUTEBA siempre fue importante trabajar la memoria, en el sentido de recuperar la vida de aquellxs compañerxs que fueron detenidxs desaparecidxs durante la última dictadura cívico militar”, y comenta que “en el ex distrito de General Sarmiento -hoy José C. Paz, San Miguel y Malvinas Argentinas- recuperamos las historias de nueve compañerxs”, a partir de un trabajo con estudiantes de Institutos Superiores de Formación Docente.

“Fue un trabajo importante, arduo, intenso, emotivo, que tuvo para nosotrxs, como sindicato, algunos aspectos de una fuerte formación. Uno de esos aspectos tuvo que ver con que la recuperación de la historia de vida de esas chicas, de esas compañeras, fue la posibilidad de encontrar, de conocer la otra historia”.

“Muchas de nuestras futuras maestras en ese momento, estudiantes del profesorado para la educación primaria, no conocían lo que había sucedido durante la dictadura militar. Conocer esa otra historia fue un aspecto importante en relación a este trabajo”, comenta Analía, que fue profesora de lxs estudiantes que llevaron adelante la investigación sobre docentes desaparecidxs.

Analía Meaurio

Las futuras maestras, al conocer a esas otras maestras de esa otra época, pudieron revivir, no solamente la militancia política, sino también la pedagógica. Y esto me parece que fue algo importante, porque a las chicas, estudiantes de los profesorados, también se las exilia, se les niega, se les arrebata esa parte de la historia que tiene que ver con la identidad docente

“Otra cuestión que me parece importante recalcar, en este trabajo de recuperación de la memoria con estudiantes de Institutos Superiores de Formación Docente, tuvo que ver también con que, al conocer a esa otra joven de otra época, pudieron entablar un diálogo, pudieron reconocer esos sueños, esas utopías, esos proyectos emancipadores de esa época, y trasladarlos al presente”.

Analía agrega un último aspecto, no menos importante. “Las futuras maestras, al conocer a esas otras maestras de esa otra época, pudieron revivir, no solamente la militancia política, sino también la pedagógica. Y esto me parece que fue algo importante, porque a las chicas, estudiantes de los profesorados, también se las exilia, se les niega, se les arrebata esa parte de la historia que tiene que ver con la identidad docente”.

“Aquellxs maestrxs que desaparecieron durante la dictadura fueron maestrxs que militaban en lo político, pero militaban la escuela pública, y al reconocerse en esa otra juventud, al reconocerse en aquella época, creo que estas estudiantes, las maestras de hoy, pudieron hacer una fuerte identificación, no con las personas sino con ese colectivo docente”.