INTERNET: SERVICIO ESENCIAL, PÚBLICO Y ESTRATÉGICO

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“La brecha digital divide a pobres y ricos”, señala Sergio Salinas Porto para sintetizar las desigualdades que atraviesan al sector de las comunicaciones. Sostiene que internet, la telefonía celular y la televisión por cable hoy son elementos de la canasta básica familiar, y que por lo tanto el Estado debe garantizar un acceso igualitario a esos servicios.

737: Hace unos días participaste de una charla organizada por la CTA de los Trabajadores de Morón-Hurlingham-Ituzaingó, y me gustaría retomar algunos de los ejes que allí se plantearon. Los problemas que tenemos los usuarios de internet en la Argentina, ¿son los mismos que en el resto de América Latina?

Sergio Salinas Porto: Sí, la verdad es que lo que sufrimos los argentinos en términos de interpelación constante con las empresas de comunicaciones es lo mismo que le pasa a un venezolano, a un colombiano o a un ecuatoriano. Tenemos prácticamente las mismas empresas en toda la región, y eso implica tener también desigualdades e inequidades en las comunicaciones, porque cualquiera de esas empresas lo que ha generado es la colonización comunicacional en términos brutales en toda la región.

Uno de los problemas es la lejanía de los Estados, sobre todo de aquellos que no abrazan las causas latinoamericanas, muchos Estados que están lejos de la gente, que tienen un pensamiento más de generar negocios en la faz privada que de cumplir un rol profundo en la vida de los ciudadanos de sus países. Esta es una de las cuestiones.

La otra es la falta de infraestructura. Se da un marcado sesgo en casi toda la región, donde encontramos estructuras de telecomunicaciones montadas solamente en las grandes urbes, en las grandes concentraciones poblacionales, y cuando te vas hacia las afueras, donde también hay más pobreza, es ahí donde falta más la infraestructura.

Esto genera inequidad. Hay lugares donde los pibes se pueden conectar y otros donde no pueden porque no pasa la fibra óptica. Entonces, no tienen posibilidades de acceder a la educación, no están en igualdad de condiciones con los pibes que tienen todas las posibilidades.

737: ¿Cuáles son los ejes de la campaña por internet como servicio público, esencial y estratégico?

SSP: La brecha digital divide pobres y ricos. Partiendo de esa primera caracterización, debemos decir que en la Argentina esto encierra valores mucho más profundos, porque hubo un momento en el que el Estado estuvo presente y entregaba netbooks a los pibes.

Después vinieron 4 años de desidia en los que nuestros chicos quedaron fuera del sistema educativo. Y cuando uno habla de los chicos, habla de todo el entorno familiar que quedó fuera del sistema educativo digital. La desaparición del programa Conectar Igualdad significó realmente un proceso de inequidad.

Internet, telefonía celular y televisión por cable hoy son elementos que no podemos abstraerlos de lo que es la canasta básica familiar. Hay una canasta básica que tiene que ver con  alimentos, luz, gas, agua, pero también tiene que ver con el teléfono, con los datos. No podemos pensar hoy en una familia que no tenga un teléfono, que no tenga datos y no esté conectada a la TV para saber lo que pasa.

En ese marco, esta campaña tiene un alto contenido político y social. Los argentinos tenemos una larga historia de lucha por la comunicación y por la libertad de expresión. Y parte de esa libertad de expresión tiene que ver con que haya un Estado presente que garantice algunos derechos que los ciudadanos tenemos.

Hay que lograr una tarifa social para la gente que está en la economía popular, para los niños que están estudiando, para los docentes y para los jubilados. La tarifa que tenemos no es justa. Si vos te querés ir de Fibertel, te ofrecen pagar el 30 por ciento para que no te vayas. Eso significa que te están cobrando un 70 por ciento de más. Te exprimen, y cuando no das más y te estás por ir, para no perderte, te cobran lo que tal vez sería el precio justo.

Hay una canasta básica que tiene que ver con  alimentos, luz, gas, agua, pero también tiene que ver con el teléfono, con los datos. No podemos pensar hoy en una familia que no tenga un teléfono, que no tenga datos y no esté conectada a la TV para saber lo que pasa.

737: ¿Cómo se avanza en este proceso?

SSP: Podemos sancionar una ley, pero para mí lo fundamental es que hoy el Poder Ejecutivo lo defina por decreto para que ya tengan vigencia estos cambios. Y por otro lado, discutir en el Congreso, no una ley que emparche otras que ya fueron malogradas, sino una ley que dé inicio a un conjunto de normas que puedan construir hacia el futuro.

Nosotros hemos dictado leyes como la de servicios de comunicación audiovisual, o ley de medios, que fue la que expulsó de nuestra legislación la ley de radiodifusión de la dictadura; o Argentina Digital, que también generaba algún marco regulatorio para cuestiones que tenían que ver con la infraestructura, con el servicio. Pero el gobierno anterior lo desbarató todo de un plumazo.

737: Además de que las tarifas no son justas, ¿qué otros problemas importantes tenemos?

SSP: Uno es la inequidad comunicacional. Tenemos que darles posibilidades a las pequeñas empresas y cooperativas de tener una relación de equidad entre mayorista y minorista. Hoy Arsat está haciendo algo de esto. Está entregando a un precio interesante el mega para que pequeñas cooperativas proveedoras de internet puedan brindar servicio donde las grandes, que tienen la obligación de hacerlo, no lo hacen.

Para poner un ejemplo, en CABA, Mar del Plata o La Plata, que son ciudades grandes, las empresas brindan el servicio en el centro, pero cuando tienen que ir a los barrios no lo brindan, porque no les resulta tan rentable. Entonces, ponen a empresas pequeñas para  entregar esa solución, pero a la vez les cobran muy caro el mega que esas empresas tienen que entregar a los usuarios. Entonces, no sólo no cumplen con el objetivo al que se habían comprometido, sino que además se lo hacen imposible a las pequeñas empresas.

Esta lógica de ir a salvarle las papas a las empresas privatizadas es la que nos hizo involucionar en la estructura comunicacional argentina, porque en realidad el Estado debería haber empujado a estas empresas a brindar el servicio como se comprometieron.

737: Aparte de sancionar leyes, que en la Argentina muchas veces no se cumplen, ¿qué podría hacer el Estado para imponer determinadas decisiones a las grandes empresas?

SSP: Esto es parte de una discusión mucho más grande que se da en el marco de una crisis del sistema capitalista. Cuando hace muchos años atrás, en los 80, se decía que el sistema capitalista dependiente estaba agotado, tenía que ver con este proceso que se da ahora en el marco de la pandemia, donde nos damos cuenta de que el sistema no puede seguir funcionando como funcionó hasta ahora.

Las empresas de telecomunicaciones en la Argentina tienen un poder desmedido, que no lo tienen en ninguna parte del mundo, y eso es algo que se puso en discusión en 2004 con la Coalición por una Comunicación Democrática. Y llegamos a 2009 con la sanción de la ley de servicios de comunicación audiovisual, que tuvo fallas en la aplicación, y hoy vamos a luchar con los mismos tipos, más fortalecidos inclusive, porque pasaron 4 años de entregarles negocios a mano llena y ahora alguien le tiene que poner el cascabel al gato.

Las empresas de telecomunicaciones en la Argentina tienen un poder desmedido, que no lo tienen en ninguna parte del mundo, y eso es algo que se puso en discusión en 2004 con la Coalición por una Comunicación Democrática. Y llegamos a 2009 con la sanción de la ley de servicios de comunicación audiovisual, que tuvo fallas en la aplicación, y hoy vamos a luchar con los mismos tipos, más fortalecidos inclusive

Yo creo que la salida de esto se da en un marco de construcción de abajo hacia arriba, de debate de las fuerzas políticas, sociales y sindicales y voluntad política por parte del gobierno nacional de llevar esto adelante. Pero además también contar con otras fuerzas, como la pequeña y mediana empresa, las cooperativas. Me parece que la unidad del campo nacional y popular en términos de discutir hasta dónde se tiene que ir y hasta dónde no con el empresariado y las comunicaciones es un tema a discutir.

Tenemos que empezar a ver cómo hacemos para que estos temas estén en la agenda nuestra todos los días. Los trabajadores tenemos que estar discutiendo los temas de la comunicación, sobre todo porque somos los que siempre luchamos para tener voz. Nosotros necesitamos amplificar la voz de los trabajadores, de las organizaciones sociales, de la política, de distintos ámbitos. Las vertientes de la política tienen que ser varias, tiene que haber diversidad. Lo que no tenemos en la Argentina desde hace mucho tiempo es diversidad de voces.

La televisión es la misma de hace 4 años. Los mismos canales que antes puteaban al gobierno de Cristina, y después hacían loas del gobierno de Cambiemos, hoy tienen una actitud netamente destituyente, planteando cuestiones que no tienen nada que ver con la lógica de la política. Pero ellos tienen una agenda. Y nosotros no somos capaces de instalar una agenda, y me parece que ésta es la gran discusión que hay que dar. La batalla cultural se va a dar en el momento que nosotros tengamos ordenadas las cosas en el campo nacional y popular.

737: Después de la etapa kirchnerista, en la que se ampliaron derechos, vinieron los cuatro años del macrismo que arrasó con todo. ¿Cómo ves el momento actual, más allá de la pandemia?

SSP: Yo creo que es una etapa de transición, un momento de parar el retroceso, tomar fuerzas y avanzar hacia una lógica distinta de construcción de la política. Ahora está todo frenado, lo único que importa es salvar vidas. Tenemos un país devastado, endeudado, con inequidad en todos lados, retroceso en las políticas sociales y en todo lo que se había ganado. Muchos logros de 12 años de kirchnerismo fueron arrebatados. Nos hicieron retroceder a épocas que nunca hubiésemos imaginado.

Ahora quizás no son momentos para confrontar en todos los niveles. Tenemos que empezar a ver cuáles son las cosas que nos unen y nos llevan para delante, y esperar un proceso de cambios más profundos tal vez después de estos 4 años.

Este período es para acomodar un poco el barco. Carlos Auyero, que fue un dirigente de la Democracia Cristiana y fundador del Frente Grande, decía que en la Argentina navegamos mientras vamos construyendo el bote. Y eso es lo que le está tocando a Alberto ahora. Está navegando y tratando de construir un bote para poder avanzar en una lógica libertaria en el país.

Sergio Salinas Porto es Presidente de Internauta, Asociación Argentina de Usuarios de Internet; Presidente para América Latina y Caribe por el sector de los usuarios de internet de ICANN; Secretario General de FeTIA General Pueyrredón.