Los derechos sexuales y reproductivos buscan garantizar que las personas puedan tomar decisiones sobre su vida con libertad, confianza y seguridad. Como parte de la estrategia de atención primaria de la salud, los Centros de Salud de Suteba -luego de un fuerte trabajo de formación- han habilitado Espacios de Consejerías de Salud sexual y derechos sexuales, reproductivos y no reproductivos. Siete3siete conversó con Mónica Grandoli, Subsecretaria de Servicios de Salud y Sociales de SUTEBA, y Natalia Bellstedt, Bárbara Cortez, Carolina Esnaola, Johana Gona, Natalia Jortack, Rosa Marcos, Agustina Pangallo, Verónica Quaglia y Tamara Socolovsky, compañeras que conducen e integran los Equipos.
Siete3siete: ¿Por qué las Consejerías en los Centros de Salud?
Monica Grandoli: La atención que se brinda en los Centros de Salud es una atención integral para lxs trabajadorxs de la educación, incluidas sus familias. Estas Consejerías constituyen un trabajo colectivo dentro del Centro de Salud que valoramos muchísimo. Porque genera un trabajo interdisciplinario, de poder contar con distintas miradas, con distintas opiniones, desde distintos puestos de trabajo al interior del Centro. Pero, además, esa acción tan comunitaria, tan colectiva, nos da a lxs trabajadorxs que somos pacientes del Centro de Salud, una confianza, una mirada de cuidado desde distintos lugares que redunda en beneficio de la atención.
La Consejería de Salud sexual y derechos sexuales, reproductivos y no reproductivos, tiene mucho que ver con la lucha del SUTEBA y de la CTA, que se viene dando desde hace muchísimos años por los derechos de la mujer y el respeto por las diversidades de géneros. El trabajo que se viene dando en nuestra Secretaría junto con la Secretaría de Géneros y Diversidades, con quienes compartimos las miradas que se tiene sobre estos temas, lo concretamos en estas Consejerías.
No es un trabajo fácil, porque hay que contar con diversidad de puestos de trabajo y de profesionales, con los que hay que acordar cuestiones desde lo ideológico y desde lo práctico, pero se conversa muchísimo y se va logrando. Vale recordar que los equipos de los Centros de Salud incluyen médicxs, enfermerxs, psicoanalistas, admisorxs, asistentes dentales, maestranzas, Coordinadorxs y responsables políticxs, que participan y colaboran con el armado de todo esto.
hay que contar con diversidad de puestos de trabajo y de profesionales, con los que hay que acordar cuestiones desde lo ideológico y desde lo práctico, pero se conversa muchísimo y se va logrando
Siete3siete: ¿Cuándo comienzan estas Consejerías?
Verónica Quaglia: El primer equipo empieza a formarse en San Miguel, cuando todavía era ILE (Interrupción legal del embarazo). Después, la Ley 27.610 nos da el espaldarazo para poder ampliar la atención. Se trata de facilitar el acceso a los derechos en salud sexual y reproductiva, que no es solo la interrupción. En las Consejerías se aborda IVE, ILE, anticoncepción, enfermedades de transmisión sexual, diversidad, violencias, es decir una multiplicidad de temas. En principio desarrollamos distintos ejes de trabajo. Uno fue la formación de equipos de Consejería en algunos Centros; hoy hay cinco que están funcionando -en Morón, Moreno, San Miguel, Quilmes y Avellaneda-, y hay otros que se están formando. Realizamos reuniones mensuales de equipos interdisciplinarios donde participan admisoras, enfermerxs, médicxs, coordinadoras, en acompañamiento con el equipo de SUTEBA Provincial[1]. En aquellos lugares en los que todavía no era posible hacer eso, o porque había profesionales que no tenían experiencia y no se animaban, o por distintas particularidades de cada lugar, necesitábamos tener un piso de información para garantizar el acceso en todos lados. Como necesitábamos que esa escucha estuviera en todos los Centros, hicimos Jornadas en las que participaron todxs los empleadxs de los Centros de Salud. Logramos entonces que se disponga de una información básica en todos los lugares para garantizar que nadie que llegue a los Centros se vaya sin saber qué hacer ante cada una de estas situaciones.
También es importante la articulación que hacemos con salud sexual de IOMA. La Obra Social tiene una cobertura del 100% para cualquier prestación de Consejería y la medicación para interrupción es totalmente gratuita, se retira de la farmacia. Nosotrxs articulamos ante cualquier inconveniente o necesidad de derivación, tenemos articulación directa con la parte de la Obra Social que se encarga del tema.
Siete3siete: ¿En qué consistió esa formación?
Natalia Jortack: Las compañeras ya venían trabajando en educación permanente por lo cual había una base de todxs lxs trabajadorxs de los Centros en relación con participar, a formarse. Eso abrió muchas puertas. Después se fue trabajando en cada uno de los Centros y la recepción fue muy buena. Se armó una red de cuidados a partir que la persona ingresa al Centro, desde la compañera que la recibe hasta las personas de maestranza, las médicas, las psicólogas. Nos pudimos dar un espacio para que cada unx desde su puesto de trabajo pueda tener un rol protagónico. Como entendemos la salud de manera integral nos parecía importante que todxs formemos parte. Este proceso estuvo bueno pensarlo desde esa dinámica para poder dar una respuesta a las usuarias en un marco de confidencialidad, de privacidad, de compromiso, pero, sobre todo, de ampliación de derechos. Si bien antes, que no estaba la ley, no es que si venía una persona solicitando una de estas demandas no se le daba lugar, pero ahora pudimos darle un sentido a toda esa intervención y poder acompañar, ya sea que se resuelva en el mismo Centro de Salud o que tengamos que hacer alguna derivación o articulación de manera cuidada. Se arrancó sensibilizando a los equipos, problematizando algunas prácticas, cuestionando ciertos modos de atender que parecen que van a ser siempre así, y está bueno pensarlos de otra manera. No es que antes no se hacía una consejería sobre métodos anticonceptivos, sino que lo que viene a aportar ahora esta Consejería es un espacio interdisciplinario que compromete a todo el equipo de salud, que nos permite preguntarle a la persona algunas otras cosas que antes no se pensaban: ¿cómo estás?, ¿cómo te sentís?, ¿te pasan otras cosas?, ¿atravesás otras situaciones? Incluso en relación con otras demandas que las personas consultan. Para eso también trabajamos en la conformación de recurseros, porque nos parecía importante conocer los recursos territoriales con los que cuentan y actualizar los propios recursos de SUTEBA.
Verónica Quaglia: Algo fundamental en los procesos de capacitación fue que cada persona pudiera pensarse desde su rol en relación con cuál era su incumbencia para facilitar el acceso de las personas a estos derechos. Esto es una gran fortaleza de los equipos, las personas que llegan a los Centros tienen esa escucha y reciben el acompañamiento que necesitan. Así como pueden retirar la anticoncepción hormonal de emergencia, o preservativos, eso está garantizad en todos los Centros, más allá de que algunos tengan el espacio concreto de la Consejería.
hoy hay cinco que están funcionando -en Morón, Moreno, San Miguel, Quilmes y Avellaneda-, y hay otros que se están formando. Realizamos reuniones mensuales de equipos interdisciplinarios donde participan admisoras, enfermerxs, médicxs, coordinadoras, en acompañamiento con el equipo de SUTEBA Provincial
Agustina Pangallo: En el trabajo como Admisora, después de la constitución de la Consejería, una pensó “puedo preguntar más, puedo indagar más”. Por ejemplo, muchas veces se necesita un lugar en privado, donde exista la posibilidad de salir del escritorio, darse la vuelta y poder hablar con la persona. Eso, antes de la Consejería no lo teníamos tan en cuenta. Y la gente se siente mucho más contenida.
Rosa Marcos: Todas estas acciones las articulamos con la Secretaría de Géneros de cada seccional y también con la Secretaría a nivel provincial. Los casos muchas veces entran a través de la Seccional, porque tenemos un acercamiento tan grande con lxs compañerxs, que a veces vienen por un tema gremial y terminan contándote una situación ante la que hace falta la Consejería. En relación con la confidencialidad, es muy importante que, al momento de ingresar, la persona -venga con la inquietud que venga- tiene que saber que es un espacio de cuidado, de contención, en el que va a encontrar respuesta, ya sea desde la admisora o de quien lo vaya a atender. También es muy importante la difusión en los Centros, que en las carteleras y en el ambiente entero se sienta que ese es un espacio amigable para los temas de género, de Consejería. Cualquier paciente que entra al Centro de Salud y se sienta en una sala de espera y ve una cartelera que habla de IVE, de violencia, de diversidad, es unx paciente que va a tener la apertura para ir a la recepción o para hablar con unx medicx generalista, una ginecóloga, cualquier persona del Centro, y plantear la problemática que le surge.
Bárbara Cortez: Es muy necesario este trabajo de capacitación y de sensibilización, porque si bien las Consejerías están enfocadas en las problemáticas que se fueron mencionando, deberíamos tener internalizado que es así como deberíamos tratar todos los temas de salud. Mi experiencia tiene que ver con lo que ocurre dentro del consultorio, estoy atendiendo desde hace varios años en Moreno. Todo el proceso que fueron contando las compañeras también se vio reflejado dentro de los consultorios. Las consultas llegan mucho del boca en boca, es una puerta que se abre y se multiplica entre las personas usuarias que, en el caso de que tengan una buena experiencia, van comentando: “es un lugar para que vayas a consultar”, “me mandó una amiga”, “me mandó una familiar”. Es una puerta que abre el acceso a la salud integral y general. Es una posibilidad para mujeres jóvenes en edad fértil, pero también adultas, que si no fuera por eso no consultan a un servicio de salud. Entonces se puede garantizar el acceso a sus controles preventivos, poder indagar acerca de sus antecedentes y poder continuar su atención en salud. Es una posibilidad para seguir garantizando el derecho del acceso a la salud. La ley dio otro paraguas y otro marco; seguramente la mayoría de las personas que consultan ya saben cómo se usa la medicación, qué opciones tienen, pero vienen para sentirse acompañadas, para compartir los miedos. Por eso tenemos que poder trabajar mucho en eso, no solamente desde el consultorio, que es el último paso, sino incluso desde la consulta telefónica o el mensaje de texto o el mail que se manda. Ver cómo se responde eso para que las personas se sientan bien recibidas. Y no solamente para resolver la demanda que las trae, que en este último tiempo está siendo la primera consulta al Centro de estas personas, sino para que puedan continuar su atención, en el tema puntual y en la integralidad.
En relación con la confidencialidad, es muy importante que, al momento de ingresar, la persona -venga con la inquietud que venga- tiene que saber que es un espacio de cuidado, de contención, en el que va a encontrar respuesta, ya sea desde la admisora o de quien lo vaya a atender.
Natalia Bellstedt: Con Johana, lo que nosotras queremos comentar desde nuestra experiencia en Quilmes, es que la capacitación fue un espacio que nos sirvió para empezar a comprender, a ver cómo podíamos nosotrxs interactuar con esas demandas que tenían lxs afiliadxs y que a veces no sabíamos bien cómo hacerlo. Nos ayudó a abrir la mirada a otras cosas y ver cómo se podía preguntar, qué cosas se podían disparar y cómo podíamos ayudar. Se armó la Consejería y vimos cómo articular todo. Sin esas capacitaciones no sé si hubiésemos podido actuar efectivamente y tener una respuesta hacia lxs afiliadxs. También nos ayudó a manejar los tiempos, dar los turnos que necesita esa persona de acuerdo con los tiempos del proceso. Sin información es muy difícil ayudar al otrx. Y esta capacitación nos ayudó a derribar prejuicios, porque uno puede ser muy abierto, pero siempre aparece algún prejuicio. Se pudo empezar a pensar no en forma personal, sino general, dejar los prejuicios o las ideas personales afuera, y replantearse ciertos pensamientos. Creo que eso fue fundamental en las reuniones de equipo.
Agustina Pangallo: Como admisora es muy importante, preguntar “¿necesitás algo?, ¿querés hablar?, ¿querés ir a otro lugar para estar más tranquilx?” En casos de violencia de género u otras situaciones complejas, poder decir “¿te llamo siempre a este teléfono?, ¿te llamo en algún horario específico?, ¿puedo hablar con otra persona si me atiende?” Las personas cuentan todo, antes de la Consejería esto no lo teníamos tan aceitado. Con la Consejería aparecieron muchas opciones para pensar, tenemos que hacer preguntas muy bien seleccionadas, porque coordinamos también entrevistas, por ejemplo, entre la médica y la psicóloga, o la médica y la encargada de violencia de género, o la encargada de salud sexual; entonces, tenemos que tener en cuenta lo que la persona nos pueda contar, porque de eso surge la idea de la entrevista, y lo eficaz que va a terminar siendo.
Carolina Esnaola: Un desafío que nos queda es capacitar un poco más a los que no están dentro de la Consejería, que también sepan cómo manejarse en el momento que alguna persona se acerque a la admisión y puedan tender una mano, ayudarlos para que puedan colaborar.
Tamara Socolovsky: Este dispositivo de Consejerías permite organizar una respuesta a un problema o un tema o un área de la salud que necesita ser atendida en una forma compleja. Permite incorporar toda esta dimensión transversal de equipo de salud, donde la continuidad de circulación de la persona en el efector de salud es resguardada y atendida con este conocimiento. Y por personas que van a estar preparadxs, capacitadxs, fortalecidxs para acompañar a una persona que está necesitando una respuesta y una atención dentro de un marco de confidencialidad, de cuidado. Me parece que es una fortaleza que va mucho más allá del tema para el que se organizaron las Consejerías, que deja una marca en los equipos de salud que permite pensar que todos los temas pueden ser trabajados de esa manera. Se genera un cambio en las personas que trabajan en salud. Permite el desarrollo personal y profesional de las personas que están trabajando en los servicios de salud hace mucho tiempo, independientemente de cuál haya sido su formación de base, o cuál sea su tarea en el Centro de Salud.
Yohanna Gona, admisora Centro de salud Quilmes Natalia Bellstedt, admisora Centro de Salud Germán Abdala. Quilmes
Agustina Pangallo, admisora Centro de salud 1 de Junio. Morón Carolina Esnaola. Admisora Morón
[1] Integrantes: Natalia Jortack, Patricia Legarreta, Mabel Ojea, Verónica Quaglia y Tamara Socolovsky,