Este 14 de septiembre se conmemoró un nuevo Día Latinoamericano de la imagen de la mujer en los medios de comunicación, que se decretó en el V Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, en 1990. La fecha remite al día en que comenzó a emitirse el programa radial «Viva María», producido y conducido por la periodista Mara Régia Di Perna en Brasil, que tenía como temática central las problemáticas de géneros y los derechos de las mujeres, y que fue clausurado después de 10 años por el gobierno brasileño.
¿Cuál es hoy la imagen de la mujer y las disidencias que muestran los medios?
Las pantallas muestran, reproducen y son transmisoras de los modelos culturales hegemónicos sobre las relaciones entre “mujeres” y “hombres” y sobre los patrones corporales. A diario, la hegemonía interrumpe en nuestros dispositivos y nos marca modos de ser y estar en este mundo, de ocupar o des-ocupar espacios; modos que, en general, dificultan la existencia con nosotres mismes.
Desde Siete3Siete creemos sumamente necesaria la reflexión sobre el uso del lenguaje en los medios y su incidencia en la promoción de un trato respetuoso, inclusivo y no sexista. Por eso, hablamos sobre esto y mucho más con Laura Contrera: activista gorda, abogada, profe de Filo y doctoranda en Estudios de Género.
decimos “gordofobia” (o el gordo-odio) para hacer referencia al odio, rechazo, discriminación y violencia que sufren las personas gordas por el solo hecho de ser gordas.
GUÍA GORDA – POR GORDES ACTIVISTAS
La *Guía Gorda fue elaborada por **Gordes Activistas para el Primer Encuentro Plurinacional de Gordes en Argentina, realizado el 27 de noviembre de 2021.
Desde el primer párrafo nos esclarece y orienta la mirada:
“Nos nombramos como gordes porque lo que no se nombra no existe. O existe sólo en los términos impuestos: gorde como un insulto, como una descalificación, como una enfermedad o estado corporal que nadie quiere ver ni tener cerca. Además, negar nuestra existencia solo genera confusión. No somos rellenitas, grandotas o de ‘huesos grandes’; somos gordes, existimos y necesitamos ser visibles en nuestros propios términos”.
Nuevamente, la guía nos orienta como faro: decimos “gordofobia” (o el gordo-odio) para hacer referencia al odio, rechazo, discriminación y violencia que sufren las personas gordas por el solo hecho de ser gordas. Educando a lxs haters: “la palabra “fobia” no significa sólo miedo o temor de algo: implica también el odio y el desagrado extremo”.
¿Qué incidencia tenemos o podemos tener para desarmar esto? ¿Cuál es la importancia de denunciar, hablar y desarmar estos discursos (también) de odio? ¿Es responsabilidad sólo de las personas gordas?
ENTREVISTA CON LAURA CONTRERA
¿Cómo te parece que es la visibilidad de las mujeres y disidencias hoy en día en los medios tradicionales de comunicación? Particularmente, ¿cómo ves esto en relación a les cuerpes gordes?
Si bien se ha comenzado a ampliar la representación de todo tipo en los medios más tradicionales, todavía prima una representación más estereotipada en todos los niveles: la edad, la blanquitud, la clase, la capacidad, la identidad de género, etc. A veces lo que se detecta también es una aparición tokenista: en un gran repertorio habitual, tradicional y estereotipado aparece una representación de alguien de mayor edad, no blancx, con alguna discapacidad o que tiene un cuerpo que se sale de «lo esperable» o de los ideales normativos. Se llama tokenista porque justamente es solo una muestra y, en general, quien aparece es alguien que de todos modos tiene una cercanía mayor con el ideal que en otros casos. Por ejemplo: una persona gorda que tiene la figura del reloj de arena o una cara considerada bonita según los estándares hegemónicos.
En general igualmente lo que vamos a encontrar es una representación estereotipada y en algunos casos abiertamente gordofóbica, además de otras intersecciones.
LA REPRESENTACIÓN DE MEDIOS Y LAS DIVERSAS INDUSTRIAS NO SE PUEDE VER POR SEPARADO DE LO QUE SUCEDE CON LA DISCRIMINACIÓN, EL ESTIGMA, LA PATOLOGIZACIÓN Y LA VIOLENCIA HACIA LAS PERSONAS GORDAS EN GENERAL EN LA SOCIEDAD, EN TODOS LOS NIVELES
¿Qué podemos hacer para modificar esta realidad como usuaries y prosumidores?
Me parece compleja la respuesta a esto porque creo que por un lado se puede exigir mayor amplitud en la representación, se puede incluso señalar o denunciar cuando esta es abiertamente discriminatoria, estigmatizante, patologizante y violenta. Pero creo que es muy importante producir y alentar otro tipo de circulación de contenidos, que producen directamente las comunidades minoritarias (en el sentido de que no conforman dicha hegemonía).
Sobre todo, lo que me parece importante para focalizar en la representación de medios y las diversas industrias es que no se puede ver por separado de lo que sucede con la discriminación, el estigma, la patologización y la violencia hacia las personas gordas en general en la sociedad, en todos los niveles. Entonces, si no desmontamos lo que ocurre en el área por ejemplo de la salud, que es un discurso que legitima en algunos casos el trato estigmatizante hacia las personas gordas, probablemente tengamos poco éxito. La lucha es contra los dispositivos sociales que producen y reproducen estas formas estigmatizantes que se reflejan en las representaciones de los medios.
En la guía gorda denuncian la gordofobia y el gordo-odio. ¿Cómo se podría trabajar desde la ESI con Escuelas y familias para desarmar estos mecanismos de opresión?
La ESI es super importante para destrabar algunas formas de reproducción de estos mecanismos. Creo que esto también implica la necesidad de que se revisen contenidos en general del material que circula en las escuelas y en la formación docente, para que este y otros sesgos respecto a lo que son los ideales normativos no sigan sosteniéndose.
También pasa que algunos materiales pueden estar buenísimos pero las personas adultas a cargo siguen manteniendo una mirada sesgada. O al revés, que haya intención de plantear las cosas de otra manera y encontrarse con láminas u otras asignaturas que siguen reproduciendo los estereotipos. Entonces hay que tener en cuenta estas dinámicas, que son complejas porque tienen que ver con el lugar que ocupa específicamente la gordura en nuestra sociedad. En mi opinión, la ESI por sí sola no puede transformar, no se puede separar tampoco del escenario general donde esto se produce.
La ESI es super importante para destrabar algunas formas de reproducción de estos mecanismos. Creo que esto también implica la necesidad de que se revisen contenidos en general del material que circula en las escuelas y en la formación docente, para que este y otros sesgos respecto a lo que son los ideales normativos no sigan sosteniéndose
¿Qué pasa cuando esta gordofobia está muy presente en la familia primaria? ¿Qué se puede promover desde la ESI? Sin cargarlo de responsabilidad, ¿cómo podría actuar le niñe/adolescente/adultx que sufre esta opresión?
No sé si tengo una única respuesta a esto porque como digo, el escenario es muy complejo. A veces una como activista recurre a una serie de slogans que están buenos y pueden ser motivantes pero que creo que pueden ser irresponsables cuando estamos hablando de un fenómeno tan enquistado en la sociedad. Por eso el activismo gorde siempre insiste en no olvidarse de la lucha de la despatologización de la gordura, porque creemos que a esto le sigue el estigma y la discriminación.
Cuando pensamos en un escenario de mucha hostilidad ya a nivel familiar ahí entran a jugar otro montón de actores y es importante pensar que una persona, cuanto más pequeña sea, más a merced va a estar de les adultes que lx acompañen. Entonces, si en la escuela no hay mirada atenta que pueda detectar esto, en la familia la gordofobia está muy presente y en la sociedad también, esa personita va tener muchas más dificultades para poder actuar e incluso de identificarlo como una opresión.
Hoy las personas gordas detectamos como discriminaciones situaciones que antes pasaban de largo, por eso los números del INADI también cada vez son más altos en relación a la gordura: no porque no hubiera discriminación sino porque todavía no la identificábamos como tal. Alguna persona adulta debería poder tener esta mirada y ofrecer mundos alternativos de representación y de otrxs pares para que la opresión respecto al cuerpo no sea tremenda.
En general desde los activismos gordes decimos que lo mejor es hacernos de una comunidad gorda, pero si pensamos en niñes a veces eso es difícil. Si el entorno es muy hostil, pensar en esto no es un horizonte ni siquiera imaginado, alguien tiene que abrir esa puerta. Es importante que las personas adultas nos hagamos cargo de esto, la discriminación es un tema de toda la sociedad y que habla de en qué sociedad queremos vivir, independientemente del peso que portemos.
Subjetivamente podemos notar un gran avance en la representación y la ocupación de lugares, sobre todo en redes sociales, de mujeres, disidencias y cuerpas no hegemónicas. ¿Te parece que es así? ¿Cómo pensás que se puede continuar avanzando?
Creo que sí hay un avance en la ocupación de espacios, aparecen en general personas gordas haciendo cosas que, en general, en algún momento se pensaban como imposibles; como bailar, hacer yoga o existir, básicamente. Eso a mí me sorprende, yo soy activista desde el 2011 y cuando empezamos no había esta multiplicación que vemos hoy en las redes, en las calles.
el activismo gorde siempre insiste en no olvidarse de la lucha de la despatologización de la gordura, porque creemos que a esto le sigue el estigma y la discriminación
Eso es cierto, es súper alentador y está buenísimo; pero, a la vez, no dejo de pensar que esto existe y al mismo tiempo existe lo otro: youtubers con gran llegada que siguen haciendo chistes que atrasan décadas respecto a los cuerpos gordos; lo que vimos también en la cuarentena con los memes gordofóbicos y en los medios de todo tipo. Entonces no podemos dejar de visualizar este fenómeno: por un lado, hay cada vez mayor representación y ocupación de espacios y mayor incluso articulación a niveles activistas. Pero también hay un reforzamiento del discurso en torno a una «epidemia de la obesidad», no solo en relación a lo estético sino muy ligado a lo que se supone que es lo saludable, que está unido a formas muy normativas y que siguen exigiendo en algún punto la extinción de las personas gordas.
Avanzamos en la sensibilización sobre temáticas de diversidad corporal gorda, incluso sacamos junto a la provincia de Buenos Aires una serie de cuadernillos que elaboramos junto a Lux Moreno y llevan el sello del Ministerio de Salud y el de Géneros bonaerenses (por poner un ejemplo); pero al mismo tiempo esto genera respuestas de odio que son muy complejas. Entonces, no nos tenemos que quedar solo con el lado más agradable. O si, es el que a mí me gusta más resaltar, pero no podemos desconocer que se siguen generando hoy, en este momento, discursos profundamente odiantes y de burlas, que incluso a lxs activistas aún nos molestan o nos duelen; imagínense a esas personas que están recién asumiéndose como personas gordas. Puede ser muy difícil.
Lo que digo es que tenemos que mirar el escenario completo, y a esto lo que me parece que hay que oponerle es mayor organización activista, mayor énfasis en políticas públicas, política gorda. A lxs haters le oponemos políticas gordas, por ahí va todo lo que intento e intentamos denunciar. No olvidemos el panorama general, que es complejo, ni que estamos luchando contra eso. A eso es a lo que hay que darle visibilidad.
*Guía gorda Click aquí
**El Colectivo de Gordes Activistas de Argentina es una agrupación de activistas gordes y activistas por la diversidad corporal, que se enuncia en contra del estigma, la violencia, la patologización y discriminación constante hacia los cuerpos gordos en esta sociedad.