LUJÁN ABRAZA LA MEMORIA

Entrevista con Analía Gómez y Beatriz Grafia

1536

¿Qué sucedió durante la dictadura cívico militar en ciudades que no eran las grandes urbes?, ¿cómo se vivió el Terrorismo de Estado?, ¿qué implica hoy sostener la Memoria y seguir luchando por Verdad y Justicia? 737 entrevistó a Analía Gómez, que es Profesora en Historia en escuelas secundarias y docente en la Universidad de Luján, y a Beatriz Grafia, que es artista plástica y fue docente en la Escuela de Arte de Luján; ambas integrantes de la Comisión de familiares y amigos de Detenidos Desparecidos de Luján.

737: ¿Cuándo comienzan en Luján las acciones por memoria y justicia?

Analía Gómez: Esta historia arranca con nuestras dos Madres de Plaza de Mayo: Rosita Palazzo y Ana Aguirre. Como todas las Madres, en el inicio mismo de la dictadura empezaron a buscar, Ana a su hijo Raúl Aguirre, que militaba en la Juventud Guevarista, y Rosita a su hijo Ricardo, conocido como Palito Palazzo que militaba en la Juventud Peronista. Esas madres han abierto este camino. Desde los primeros años después del retorno a la Democracia, en Lujan siempre existieron espacios de militancia por la memoria. Esta Comisión comenzó a funcionar a comienzos de los 2000. Desde entonces distintos compañeros y compañeras han participado, desarrollando un trabajo que se fue actualizado y profundizando año a año. Más allá de algunas actividades fijas que tenemos durante el año, siempre estamos pensando otras acciones, distintas estrategias para fortalecer la memoria en Luján.

Beatriz Grafia: Apelamos a que esa memoria esté presente en Luján. Tenemos actividades fijas -el 24 de Marzo, la Noche de los Lápices,  el 10 de Diciembre, el Día de las Madres- pero permanentemente tratamos de acercarnos a donde nos convocan. Por ejemplo, en el caso del día de los estudiantes secundarios tratamos de cercarnos a las escuelas y hacer un encuentro para que los jóvenes estén atentos, informados de lo que es la historia más reciente. También hemos hecho algún mural, alguna escultura. Hay lugares que tienen marcados un reconocimiento en cuanto a la historia. Por ejemplo, pusimos una marca  -con una escultura- en la plaza Belgrano donde las Madres se encontraron. Y hay una plazoleta donde en el 86 se puso una primera placa y en el 88 se le puso el nombre “De los Derechos Humanos”. Es el lugar donde hacemos las actividades por el 24 de marzo y el 10 de diciembre. Allí, en un vértice, está la Plazoleta de las Madres con una escultura hecha por un artista local que es la cabeza de una Madre con su pañuelo. También vamos haciendo las baldosas. Estamos muy vinculados con los familiares quienes son los que deciden hacer esta baldosa.  Nos reunimos en grupo; la baldosa es individual pero las hacemos de manera grupal, para que esta construcción sea también una oportunidad de encuentro y de trabajo comunitario. Los familiares eligen el lugar donde esa baldosa va a ser colocada, lugar que tiene que ver con los pasos que siguió el familiar desaparecido (el lugar donde nació, donde trabajó,  donde fue secuestrado, etc.)

A G.: Ya tenemos 15 baldosas que recuerdan a 16 desaparecidos de nuestra ciudad. Vamos reconstruyendo esa historia a medida que vamos investigando; hasta ahora tenemos en la lista 26 detenidos desparecidos, algunos secuestrados en Lujan, otros no.

B. G.: Así como la Universidad de Luján padeció los avatares de la dictadura también los padeció la Escuela de Arte de Luján de la que fui estudiante y docente. Esta escuela tuvo una intervención, sufrió la expulsión de una cantidad de docentes de gran importancia tanto desde lo artístico como de lo personal y tiene cinco víctimas del terrorismo de estado: un docente, Carlos Fernández, y cuatro estudiantes, Graciela Ramofe, Hilda Vergara y los que mencionó Analía, Raúl Aguirre y Palito Palazzo que eran alumnos de esa escuela. Yo lo padecí siendo estudiante. Soy una sobreviviente, en 1976 fui secuestrada en dos oportunidades.

A G.:  Nos parece muy importante mantener las fechas que son conmemorativas de lo que ha sucedido a nivel nacional pero dándole una fuerte impronta local, saber qué ha pasado con la dictadura cívico militar en nuestra ciudad. A principios de Octubre tenemos una actividad ya tradicional en Luján que está relacionada con el uso que las Madres hicieron por primera vez del pañuelo blanco. Todos los años  marcamos el recorrido que hacen los peregrinos que ingresan a la ciudad  poniendo banderines que tienen el pañuelo de las Madres y la leyenda “Madres de la Plaza el pueblo las abraza”, entonces cuando los peregrinos entran a Luján se encuentran con ese despliegue.

737: ¿Aparecen resistencias?

Beatriz Grafia

A.G.: Ha habido algunas cuestiones como que la primera baldosa que fue colocada en el 2008 por iniciativa de una hermana que recuperó los restos de su hermano, a los pocos días fue pintada con aerosol. Hace poco fue vandalizado el pañuelo de las Madres que está en la escultura. En la casa  de la Juventud se había hecho un mural muy hermoso sobre luchas recientes donde estaban las  Madres; funcionarios de la gestión anterior en nuestra ciudad, que era de Cambiemos, lo taparon . Se encuentran esas resistencias frente a la Memoria pero por otro lado cada vez sumamos más apoyos para esta causa.

B.G.: En los 70 padecimos, por supuesto, la “pata civil”, que tuvo una participación bastante significativa. Y no solo por parte de habitantes de Luján sino por lo que fueron los medios de comunicación. Clarín, en su revista dominical, sacó una nota  sobre la Escuela de Arte que tenía características particulares en cuanto a nuevos criterios pedagógicos y donde había una libertad responsable que nos permitía tomar mate y manejarnos como adultos y habiendo elegido lo que queríamos hacer. El medio se acerca y realiza entrevistas a estudiantes y profesores. Posteriormente cuatro de los entrevistados fueron desaparecidos. Hoy están presentes en un mural en la escuela. Y no podemos dejar de mencionar que hay una parte conservadora de la Iglesia. Todos sabemos que hay sacerdotes que luchan por los pobres y otros que están en una actitud más ortodoxa. Ha habido religiosos, sobre todo jerárquicos, que han  apoyado a la Dictadura.

Analía Gómez

A.G.: Lujan tiene algunos rasgos conservadores pero hay actores e instituciones que son muy progresistas en su mirada sobre este tema. Eso nos ha permitido a lo largo de todos estos años ir articulando cada vez con más gente. Cada vez más actores de la comunidad se acercan a la Comisión, desde las escuelas, centros culturales, espacios político partidarios, etc. Por ejemplo, recibimos la invitación del Museo de Luján para participar de una actividad que se va a  hacer dentro de poco de nombrar un Patio de la Memoria dentro del museo. Creo que hay una parte de la sociedad  que está “abrazando” la memoria de nuestro pasado reciente en Luján. Todas las  acciones que hacemos están vinculadas a intervenir el espacio público. Y siempre hacemos una presentación en el Concejo Deliberante para tener la aprobación de todas y todos los concejales; pensamos que es una forma de que los distintos espacios políticos de Luján se manifiesten a favor o en contra según sus posicionamientos políticos. Hasta la fecha todo lo que hemos presentado ha sido aprobado por unanimidad.

B.G: El acercamiento de la gente hace que vayan surgiendo otras ideas y otras posibilidades para ir trabajando. En la Casa de la Juventud, que pertenece al Municipio, hay una biblioteca  que lleva el nombre de Mónica Mignone, hija de Emilio Mignone, desparecida de Lujan. Por Resolución del Concejo Deliberante nos han otorgado una sección dedicada a DDHH e Historia reciente. Hemos trabajado en ponerla en valor y fue una satisfacción que se nos tenga en cuenta y se nos de este espacio de divulgación que nos une y nos tiene vinculados a nuestra comunidad.

Coches que pasaban despacito, despacito…

“Las cosas se sabían y las vivíamos”, dice Marisa, sobrina de Dardo Dorronzoro herrero y poeta detenido desaparecido en Luján, el 25 de Junio de 1976. En su relato, Marisa vuelve a sus 14 años recién cumplidos y trae al presente aquellos momentos de miedo -mucho miedo-, de  incertidumbre, de no saber a quién recurrir, de no saber qué esperar.

Marisa Dorronzoro

¿Quién era Dardo Dorronzoro?

Dardo Dorronzoro había nacido en 1913. Desde chico su familia se instaló en Luján. Herrero de profesión, era muy conocido en su ciudad por sus trabajos. Desde su juventud fue activo militante del partido socialista. Y estaba vinculado a las  letras y a las artes. Era poeta, con una profunda sensibilidad con los sectores populares. Su casa fue, a fines de los 60 y principios de los 70, un lugar de encuentro y  de aprendizaje para jóvenes de Luján interesadxs en la literatura comprometida. Muchas y muchos de los que luego abrazaron la militancia en distintas agrupaciones habían pasado por la casa de Dardo. Su poesía fue recopilada y publicada por un amigo y compañero en un libro que se llama Viernes 25, por el día de su secuestro. Y en 2016 SUTEBA, a 40 años de su desaparición, hizo una edición homenaje de una obra inédita de Dardo, “Uno de los fusilados.

Uno de los fusilados

Yo quiero una máquina

Yo quiero una máquina para cada uno de nosotros.

Una máquina para ti, una máquina para mí.

Una máquina zumbadora y alegre,

grande y dócil como un elefante,

que produzca pan, rosas y olvido,

guardapolvos blancos,

mariposas,

y una dulce lluvia para cuando estemos tristes.

Yo quiero, además, tres palmos de tierra para cada uno de nosotros.

Tres palmos de tierra donde poder sembrar una sola semilla de trigo,

una sola violeta,

una sola golondrina,

Dardo S. Dorronzoro

o donde poder enterrar nuestro perro cuando se muera.

 Yo quiero para cada uno de nosotros

un salvoconducto para andar por el mundo,

para andar por la primavera y los melancólicos bodegones,

sin que se nos mire la suela de los zapatos,

el pulgar de la mano derecha

o el interior de nuestro corazón.

 Y yo quiero, especialmente para mí,

un carro con cuatro caballos de viento,

un esqueleto de nubes y rocío,

una muchacha sonriendo –para siempre en el recuerdo–

y una paloma de papel de seda.

Dardo S. Dorronzoro