OBSTINADAMENTE DOCENTES

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Retomando una línea argumental que incluye aquel tristemente recordado “no tienen más remedio que caer en la escuela pública”, el no menos desvalorizante intento de reemplazarnos por “voluntarixs” y los recientes agravios de la ministra porteña sobre nuestra pobre formación, los grandes medios de comunicación agitan reclamos de “vuelta a clases” ninguneando o directamente ignorando el colosal trabajo llevado adelante por la docencia argentina para seguir educando en tiempos de pandemia. Como pequeña pero por demás significativa muestra del esfuerzo, la creatividad y la reflexión con que lxs trabajadorxs de la educación han afrontado los desafíos de estos tiempos, 737 comparte aquí cinco experiencias educativas del distrito de Ituzaingó.

Revalorizar la historia y la cultura local Por Paula Eraldo. (Profesora de Arte en Artes Visuales (UNA). Se desempeña como docente de las materias Plástica y Arte en escuelas públicas secundarias de Ituzaingó.)

Paula Eraldo

En el marco del proyecto de la Escuela de Educación Secundaria Nº 6 «Hipólito Yrigoyen», que tenía como objetivo abordar temas referentes al Bicentenario de la Provincia de Buenos Aires, se llevó adelante un trabajo interdisciplinario del que participaron diferentes años y cursos, incluso en forma simultánea. El objetivo: indagar sobre la Identidad Cultural de nuestro Municipio.  De manera colectiva se organizaron las planificaciones y se llevaron adelante las actividades entre docentes de materias de Educación Artística -como Plástica, Música y Teatro-, de Prácticas del Lenguaje y de Historia[1].

En un principio se realizó una actividad expositiva -por parte de los docentes a través del envío de textos y en el encuentro por zoom- del contexto histórico referente a la conmemoración de estos 200 años de la fundación y una contextualización histórica particular de esta zona del conurbano bonaerense. Luego se realizó un trabajo en el análisis de imagen del isologo creado por la provincia de Buenos Aires con motivo del bicentenario, haciendo hincapié en lo heterogéneo de la conformación de la misma y su reminiscencia al carácter federalista.

La siguiente actividad se trató de un trabajo de investigación que les estudiantes debían realizar acerca de la historia del barrio donde se encuentra ubicada la escuela y la historia de la escuela misma. Se incentivó a utilizar diferentes fuentes, particularmente a través del diálogo con familiares y vecines. Se les facilitó el acceso a una entrevista realizada a María del Carmen Iglesias, una de las primeras docentes de esta institución y luego parte del equipo de conducción, realizada en el año 2014 por estudiantes de la escuela que participaban del Programa Jóvenes y Memoria. En esa entrevista ella habla de los inicios de nuestra escuela secundaria con una perspectiva histórica que permite enmarcar los sucesos en un contexto político social que les otorga sentido.

Quienes nacimos y vivimos en el conurbano bonaerense sabemos que muchos espacios de formación y laborales se concentran en Capital Federal y entendemos que al terminar nuestra escuela secundaria, si la suerte nos acompaña y tenemos la posibilidad de estudiar o trabajar, es muy probable que tengamos que desplazarnos a la Ciudad de Buenos Aires para hacerlo. En este sentido entra en juego por qué conmemoramos los 200 años de la fundación de una provincia que creció alrededor de la Capital, que allá por el 1700 ya tenía un puerto que la convirtió en el centro del comercio de la región y en la entrada hacia Chile y Perú. Ubicados en una zona que se desarrolló a la sombra de esa capital, consideramos un objetivo valioso revalorizar la historia y la cultura local así como difundir los espacios de formación y cultura, y la actividad de artistas de nuestra zona. Por eso hubo una instancia de investigación sobre estos lugares y personas, vecinos nuestros, que forman parte de esta identidad cultural. Me animo a arriesgar que el contactarse con estos espacios y artistas fue el momento del proyecto que mas fascinó a nuestros estudiantes. Realizamos encuentros virtuales con artistas como Graciela Motches, Hernán Marino, Rubén Díaz, Lucas Santos, Matías De Brassi y María Gullar. Nos presentaban su taller, nos mostraran sus obras y charlaran con nosotres sobre su experiencia. En todos los casos les artistas mencionaron la existencia de algune docente que durante su niñez o adolescencia valoró su actividad creativa y lo significativo de esto en su posterior desarrollo y carrera. Les estudiantes de sintieron muy identificados e hicieron muchas preguntas sobre estas etapas de la vida y los comienzos en el desarrollo en una actividad. El último encuentro que realizamos fue con una artista plástica de Ituzaingó que ejerció como docente del área de sociales del distrito hasta que se jubiló el año pasado. Cuando otres compañeres se enteraron del encuentro nos pidieron permiso para participar. El día que se realizó el encuentro por zoom había alumnes de la escuela participantes del proyecto y docentes de todo el distrito. Hasta un ex alumno de ella que le agradeció por haber pasado por su vida y haberle enseñado a hacer valer sus derechos.

Además, semanalmente nos reuníamos por zoom con representantes de espacios como la Escuela de Estética Nº 1 de Ituzaingó y Villa Mecenas de Morón. A través de estos encuentros les estudiantes supieron de la oferta de lugares estatales y gratuitos de los que, en la mayoría de los casos, aún estando cerca de sus casas, no tenían conocimiento. Incluso algunes de elles se inscribieron y comenzaron a participar de los mismos.

En todos los encuentros teníamos algune estudiante que nos presentaba en pantalla algún instrumento musical. Hemos podido disfrutar de escucharles cantar y ¡hasta tocar el ukelele! Incluso han compartido retratos de les profes realizados por elles durante el momento de los encuentros.

Me atrevo a decir que esta modalidad de acercamiento al conocimiento dejó una enseñanza aplicable a otras áreas de su vida y les empoderó en su rol de constructores del saber

En equipo: ni la pandemia puede evitarlo Por Marina Alejandra Bottini (Profesora de Educación Primaria y Educación  Especial.  Se desempeña en la Escuela N° 1 de Ituzaingó.)

Marina Alejandra Bottini

Lo primero que tuvimos en cuenta, cuando se inició esta situación que nos traía incertidumbre y era algo nuevo para todos, fue trabajar en equipo. Yo estoy como docente titular en esta escuela desde 2014. Vueltas de la vida, hice ahí mi escuela primaria y volví como seño, maestra de primer grado y de segundo, que es unidad pedagógica. Lo primero que se planteó fue de qué manera se iba a poder llevar a cabo el acompañamiento a las familias desde lo pedagógico pero, sobre todo, desde lo humano. Nos pusimos como objetivo poder comunicarnos con la familia. Todo esto dependiendo de cómo respondían los teléfonos, porque nos agarró a los muy poquitos días de comenzar, familias nuevas que habían estado en proceso de adaptación, así que era todo nuevo. Contábamos con los legajos que ya estaban completos con la ayuda de la secretaria y prosecretaria. Así que el primer mes fue comunicarnos con las familias, ver cómo estaban y los dispositivos con los que contaban. Nos manejábamos entre nosotras con grupos de wsp y después, cuando la descubrimos, hacíamos reuniones mediante plataforma zoom. Empezamos a organizarnos con los padres vía mail o telefónica. Nos grabábamos y enviábamos videos pero empezaron a aparecer los problemas de las memorias, entonces es cuando en esto de ir contándote experiencias con las chicas y también chusmeando desde las inquietudes de cada una, descubrimos el classroom, como para volcar todo en una plataforma donde la familia pueda subir, ingresar y ver, y que sea seguro.

Como nosotras antes del aislamiento acudimos a la escuela, filmamos en el salón un video a los nenes, explicándoles cuestiones como el abecedario, canciones, etc. Y después nos mantuvimos con las clases virtuales. Lo que tuvimos en cuenta, sobre todo, fueron las fechas importantes, los actos, convocar a las familias con alguna actividad, en formato digital, que los integrara a todos. Por ejemplo, en el día del Himno y teniendo en cuenta la importancia de la lengua de señas -siempre y más en este contexto- decidimos realizar Nuestra Canción Patria con la lengua de señas argentina y la versión aprobada por la CAS (Confederación Argentina de Sord@s). Para ello de forma virtual y teniendo en cuenta que contamos dentro de nuestra escuela con  una docente  intérprete de Lengua de Señas Argentina, es que comenzamos a realizar por primera vez la nueva versión de L.S.A del Himno. Esta actividad no sólo nos recordó lo  importante que es trabajar en equipo sino además que ni una pandemia puede evitarlo cuando hay convicción y respeto por nuestra profesión y por las familias que eligieron y eligen enviar a sus hij@s a nuestra escuela. La actividad se hizo con la gran mayoría de los y las docentes, incluidos los profes de educación física y de plástica. De hecho, el video del himno está ilustrado por la profe Evelyn, de educación artística.

Para el día del niño armamos videos con obras de teatro hechas por nosotras y para el día de la familia un dígalo con mímica. Todo esto para que nos puedan ver, para que puedan participar y, en nuestro caso, para hacer una tarea pedagógica con 1ro que tenía que ver con la escritura.  A nivel humano, participamos en el armado de los bolsones de alimentos, y nos contactamos con las familias también desde el lugar de equipo pedagógico. Con la psicopedagoga y la orientadora social se recurrió en los casos donde veías que las familias no tenían respuesta o que estaban pasando por una situación especial. Cuando veíamos que esto superaba lo que nosotros podíamos resolver, se les brindó información sobre otras instancias a las que recurrir. Hace ya varios años que como escuela, el trabajo en equipo y la inclusión son, no sólo palabras que nos acompañan sino también acciones.

Sembrando Por Virginia Rouaux (Preceptora del Jardín 912, de Ituzaingó.)

Virginia Rouaux

Aunque el jardín está muy cerca de la estación, la comunidad es heterogénea y hay muchas familias con necesidades. Siempre tuvimos comedor en el jardín; en las peores épocas incluso teníamos comedor en verano. Yo estoy allí desde 2009. Este proyecto de huerta que hicimos ahora en virtualidad, viene del proyecto que tenemos en el jardín que es de cosmovisión andina.  Siendo preceptora yo me encargaba de tres aspectos, la huerta, el tema del folklore -para las efemérides más que nada- y todo lo que tenía que ver con el respeto con la diversidad cultural. Son temáticas que me gustan y, que creo que son enriquecedoras para trasmitir contenidos a los chicos. Hace dos años pude juntar esas tres cosas en un proyecto que lo llamamos cosmovisión andina. Este año, pensamos en algo que ellos puedan hacer en la casa. Al principio yo había imaginado recetas, pero uno no sabe con qué cuentan en la casa. Por eso hice un proyecto de siembra. Todo con videos. Empezamos con sacar semillas de la cocina, también sacar semillas de las plantas que tenemos en casa. Hicimos todo el proceso de secarlas y sembrarlas. Vimos el desarrollo y las partes de las plantas. Tenemos un grupo cerrado de facebook y subíamos ahí los videos o yo se lo daba a las maestras y ellas las compartían con sus alumnos. Había mucha respuesta de los chicos, se sacaban fotos y nos mandaban. También probamos si se podían hacer plantas a partir de las hojas, de las ramitas. También hubo un videíto sobre las flores y cómo llega la planta a darnos una semilla. Hablamos de compost, de cómo hacer para optimizar el lugar donde la planta tiene que crecer. El momento de mayor respuesta fue al principio. A mitad de año conseguimos semillas y las acercamos a las familias. De nuevo hubo respuesta y se enfocó más hacia la huerta, haciendo registros del crecimiento. Surgieron también cosas aisladas como extracción de pigmentos de los vegetales, donde trabajaron mucho las familias.

Históricamente tenemos en el jardín el proyecto de huerta, a veces un poco más a veces un poco menos pero estuvo presente siempre. Así que es un trabajo al que todas estamos habituadas. Cuando surge hacerlo en aislamiento lo adaptamos pero todavía no teníamos organizadas actividades sincrónicas, eso surgió más en la segunda mitad del año, el tema de las video llamadas, zoom, etc. En general todas lo trabajaron, cada una respetando el tiempo de su grupo, de sus necesidades, mechando con otros proyectos. Era muy valorada la devolución de fotos de los chicos sacando semillas de las frutas, sembrando. Trabajamos mucho en conjunto con las seños. Los chicos pasaron a ser de todo el jardín más que de una sala.

«Donar vida en la escuela» Por Laura Carbajal (Profesora de Biología en escuelas secundarias de Ituzaingó. Es Secretaria de Educación y Cultura de SUTEBA Ituzaingó.)

El proyecto se origina ante una situación trágica que sucede en la escuela con un estudiante que a partir de un hecho delictivo necesita gran cantidad de donaciones de sangre. Además de todo el movimiento que se realiza en la escuela para lograr tener esa cantidad de donantes, esta situación es la disparadora para empezar a ver la importancia que tiene la donación voluntaria de sangre. La sangre no se puede fabricar y la única forma de obtenerla es por donación de familiares o conocidos que cumplan con los requisitos para esa donación. También se hacen colectas, tanto en los bancos de sangres de los hospitales y las distintas instituciones médicas, o colectas externas como las que realizan el Hospital Garrahan y el Hospital Posadas.

Laura Carbajal

Cuando sucede este lamentable evento, junto a la profesora Jacqueline Verdún se nos ocurre la idea.  Después se empiezan a sumar más profesores y en este año el proyecto se hace institucional. Se busca que en toda la escuela se conozca y se concientice acerca de este tema. Cualquiera puede necesitar en algún momento de la vida una donación de sangre. Además, es un hecho solidario de amor, de empatía, de colaborar con el otro con algo que recuperamos rápidamente. Jacqueline pertenece a una ONG, «Bonaerenses hasta la médula», que se encarga de difundir la donación voluntaria de sangre. El grupo de Ituzaingó existe hace 8 años y también realizan colectas externas en distintos espacios que cumplan con los requisitos necesarios. Esta ONG tiene otros lugares en Buenos Aires y también en el país. Es muy nuevita, pero hacen un trabajo solidario destacable y lleno de amor. Yo colaboro y desde siempre trabajé el tema en la escuela porque me parece de una importancia vital. También se concientiza acerca del registro de médula ósea. Es una donación para tomar una pequeña muestra y realizar un registro de esos datos. Ese registro es internacional y permite, si tenemos la suerte de ser compatibles, ayudar a alguien que tiene una enfermedad tan grave como es la leucemia, por ejemplo. Otra cosa que se trabajó es sobre la donación de plasma, que tiene características especificas.

El proyecto se trabaja desde todas las materias, abordando diferentes contenidos pero siempre el eje es la solidaridad y transmitir los valores que significa la donación de sangre voluntaria. Se realizan charlas, en este año por plataforma, en donde hay técnicos especializados que explican la importancia de la donación y las técnicas que se realizan. A veces hay muchos miedos que son infundados y que provienen del desconocimiento.

Hicimos campaña de difusión virtual en las diferentes redes que posee la escuela. Es un trabajo conjunto con el Hospital Posadas que en esta oportunidad va a ser quien va a realizar la colecta externa. Antes de inscribir a los posibles donantes se da una información acerca de los requisitos para ver si son posibles potenciales donantes. Se hace una preinscripción y luego se va a la escuela al horario que corresponda para realizar la extracción. Se va a hacer, por supuesto con todos los protocolos, en la escuela secundaria 5 «Alfonsina Storni», conocida en la zona como «Aupi». Es un trabajo colectivo entre profesores, equipo directivo, equipo orientador y demás personas de la escuela, comprometidas con el proyecto de “donar vida”.

Encontrar nuevas formas de enseñar y aprender Por Mónica Ledesma (Profesora de Lengua y Literatura. Desde hace ocho años se desempeña como Directora titular en la Escuela de Educación Secundaria N° 20 en Ituzaingó.)

Nuestra escuela es la única en el distrito cuyos egresados son bachilleres en arte con especialización en teatro. Con lo cual no solamente el teatro sino todos los lenguajes artísticos cobran una particular y especial relevancia dentro de la institución. Es un desafío conducir, gestionar y pensar una escuela así porque son orientaciones relativamente nuevas en la provincia. Vamos transitando este camino, en búsqueda de que nuestra escuela progresivamente sea reconocida en la comunidad. Entendiendo que el arte, los lenguajes artísticos, son un camino de expresión, de intervención posible, de transformación del mundo, no solamente desde un lugar estético sino atravesado también por la crítica y por el cuestionamiento.

La situación novedosa por la que atravesamos, esto de no tener un marco de referencia, un ejemplo anterior sobre el cual mirar la construcción de la escuela, ha sido un enorme desafío. Tal vez otros niveles transitan la virtualidad de alguna manera, pero en la educación secundaria es totalmente nuevo trabajar en estas formas de contacto con nuestros estudiantes. Creo que se hizo patente más que nunca la potente relevancia de lo que es la presencialidad, el trabajo cotidiano con los estudiantes en el aula. Enseñar y aprender juntos ya no es una frase, se ha vivido en carne propia. Así que, a partir de ahí, empezamos a construir las formas de llegar a nuestros estudiantes. Es muy arduo el trabajo cuando las condiciones no son iguales para todos los chicos y chicas en la provincia de Buenos Aires, condiciones que acercan o alejan de la escuela. Sobre esas circunstancias también hubo que operar y hay que seguir operando, desde lo que la escuela le toca, para garantizar el derecho a la educación a todas y a todos. Por supuesto que hay intervenciones que a la escuela le exceden, pero es aquí donde nosotros encontramos las intervenciones posibles que podíamos ejecutar. Y esas intervenciones posibles tienen que ver con las formas de pensar el proceso de enseñanza – aprendizaje. De repensarlo, de criticarlo para volver a construirlo, porque la realidad nos estaba apremiando y no quedaba otra. Este desafío nos puso en ese lugar, con el que nos comprometimos y del que entiendo vamos a salir mejores. Sin querer sonar a un alegre o a un inocente optimismo, creo que este tiempo de trabajo ha fortalecido la reflexión sobre las prácticas docentes. No hubo otro momento, al menos en los 26 años que llevo trabajando en la educación pública, de posibilidad tan patente de poder repensar las didácticas, las metodologías, las formas de comunicación, de vinculación, de entender a nuestros chicos y chicas; de cuestionar los tiempos y las estructuras que nos atan en los espacios curriculares, en las materias.

Mónica Ledesma

Lo primero que establecimos como prioridad absoluta fue fortalecer el vínculo pedagógico con los chicos, seguir sosteniéndolo. A partir de ahí seguir construyendo propuestas que por momentos se volvían tambaleantes dadas las dificultades y desigualdades que vivimos. Hubo, por ejemplo, espacios curriculares como introducción a la química y educación física, que pudieron encontrarse y presentar a los estudiantes vinculaciones posibles dentro del tema de la educación ambiental. O desde la construcción de la ciudadanía que fue recorriendo las diferentes materias proponiendo lecturas en las que no se perdiera de vista que el aprendizaje es social y colectivo. Las matemáticas se fueron cruzando con la geografía y realizaron observaciones, hipotetizaron sobre el clima, las transiciones estacionales.

Por supuesto que por ser una escuela donde los lenguajes artísticos tienen una presencia relevante, la música, la plástica y el teatro fueron convocantes en las manos, en las voces, los pinceles y las producciones de nuestros estudiantes que los llevó a interpelar cuestiones de género, estereotipos, traer y poner en el centro la ESI, la necesidad de reflexionar sobre este tiempo que nos toca vivir. Desde las prácticas del lenguaje se desplegaron estrategias para lograr que nuestros pibes y pibas sean mejores productores de texto, mejores lectores. Desde el poco recurso físico que se tenía hemos avanzado enormemente. Creo que lo valioso de este tiempo es que esta pausa que se puso puede ser entendida como un tiempo de reflexión, de creación. Y estoy segura que volver a la cotidianidad del aula con los chicos y con las chicas será mucho mejor.

Este trabajo está centrado fundamentalmente en lo que se denomina “aprendizaje basado en un problema proyecto”. Durante el ciclo 2019 la escuela fue una de las cuatro escuelas en Ituzaingó seleccionadas para trabajar sobre esta experiencia pedagógica y se llevó adelante en los primeros años. Fue una experiencia muy interesante porque nos permitió problematizar sobre los procesos de enseñanza y aprendizaje. Tomar distancia de las formas de enseñar, de las formas de evaluar, de las formas de entender la relación entre los espacios curriculares, de las formas de entender la grupalidad de los estudiantes. Esa posibilidad de tomar distancia tiene que ver también con una actitud reflexiva, de curiosidad, de inquietud intelectual de parte de los docentes y las docentes para poder sumergirse en ese proceso y no quedarse en los lugares conocidos o seguros. La demanda y la interpelación de nuestros estudiantes nos hizo entender qué nuevas formas posibles de poder hacer pedagogía tenemos en las escuelas.

Uno de los problemas que fue convocante para los chicos de los segundos años tuvo que ver con el cambio climático. Los docentes tomaron esta propuesta, pudieron cambiar la lupa pedagógica y plantearlo como un problema posible de ser abordado escolarmente. Ese abordaje escolar supone mirarlo desde las distintas materias de los espacios curriculares, supone pensar estrategias de trabajo en conjunto, estrategias de trabajo colectivo. Es así que, por ejemplo, se seleccionan textos en relación a la temática con diferentes lecturas que pueden ser trabajadas no solamente en las prácticas del lenguaje sino que sean también posibles de trabajar desde las matemáticas, desde las Ciencias Naturales, desde un idioma extranjero. Es decir que ese tema, convocante y de interés para los chicos, vaya atravesando los diferentes espacios curriculares y permita trabajar los contenidos propios de cada uno. Ya no soy sólo el que da la materia geografía de segundo año, sino que pienso la geografía en relación con la historia y con la matemática. Es un ejercicio de reflexión arduo que supone estar abierto al trabajo con el otro, de intercambio con el otro, de ver que no hay una sola manera de enseñar y aprender.

Involucra también una forma distinta de pensar la evaluación, que ya no se queda en ese formato tradicional sino que se convierte en un proceso que mira el recorrido que va haciendo el estudiante a lo largo del trabajo del proyecto que adoptan. Una evaluación que también los docentes hacen de manera colectiva donde se han reunido virtualmente para analizar el desempeño de los estudiantes y que ya no sea una tarea en soledad, ni una tarea burocrática de llenado de planillas con valoraciones, sino que la mirada de valoración del trabajo del estudiante se vuelve mucho más interesante. Los aportes de cada uno de los docentes sobre el desempeño hace que esa valoración sea rica en tanto y en cuanto se pueden observar los logros y las dificultades sobre las que todavía hay que seguir trabajando para afianzar los aprendizajes y saberes.

Creo que pudimos entender este tiempo en suspenso como una gran oportunidad de reflexión sobre la tarea y ver que es posible mejorarla siempre. También atrevernos a cuestionar nuestras prácticas, algunas ya por agotadas, otras porque no resultaban adecuadas para este tiempo y encontrar nuevas formas de enseñar y aprender.


[1] Docentes: Música: Jimena Febres; Teatro: Guadalupe Domínguez; Prácticas del Lenguaje: Sandra Gurgone y Manuel Iriarte; Historia: Edgardo Videla; Plástica: Paula Eraldo