A la pobreza, la violencia machista y los excesos policiales ahora se les suma un aislamiento que respetan. Víctimas de un sistema que las golpea, SIEMPRE siguen poniendo el cuerpo, esos cuerpos tantas veces vulnerados que NUNCA dejarán de resistir
“Quizás yo pueda ser la referente para muchas, pero la agrupación se sostiene de manera horizontal, tomamos las decisiones entre todas y nos apoyamos entre todas”.
Nora Velázquez habla de DISTINTO TIEMPO MUJER, un colectivo que nace en Ituzaingó con el gobierno de Mauricio Macri, precisamente “como forma de resistencia a un modelo de país” que comenzaba el 10 de diciembre de 2015.
La agrupación, que forma parte de la CTA de los Trabajadores Regional Morón-Hurlingham-Ituzaingó, arranca como parte del plan “Ellas hacen”, en el marco del programa “Argentina trabaja”, actualmente denominado “Hacemos futuro”. Luego de comenzar como un “ropero comunitario” cuyo objetivo era reducir gastos de ropa y calzado, con el correr del tiempo “formamos un grupo de contención donde ayudamos a las compañeras con problemáticas de violencia de género entre otras cosas”.
Distinto Tiempo Mujer funciona a base de donaciones que les permiten entregar gratuitamente ropa, leche, artículos de bebe y kits escolares. Y ahora implementaron el intercambio de ropa por alimentos no perecederos, para armar canastas familiares.
“Muchas de nosotras transitamos por la violencia machista, muchas de nosotras estamos al frente de nuestros hogares. Con nuestras economías vulneradas, seguimos siendo víctimas de un sistema de empobrecimiento que nos golpea muy fuerte”, relata Nora.
“La mujer siempre es la más afectada”
“Hoy por hoy, ante la cuarentena, todas nosotras vamos viendo cómo generar el día a día, el alimento para nuestros hijos. Muchas de nuestras compañeras asisten a los comedores para retirar las viandas, muchas asisten a buscar alimentos donde los estén dando. Ahora se están organizando en Ituzaingó los alimentos en los hogares para que no salgamos tanto de nuestras casas”, añade.
“Hacemos la cuarentena lo máximo posible, pero somos las que estamos a cargo de exponernos para llevar un plato de comida y atender las necesidades de nuestros hijos y de nuestras casas”, sintetiza, aunque aclara que son “absolutamente concientes” de la necesidad de respetar el aislamiento.
Aparte de conseguir el alimento diario, otra preocupación en la zona son los abusos policiales. “En general está bastante tranquilo, pero en algunos barrios de Ituzaingó se vio que la policía corrió a la gente. Hubo videos que se viralizaron donde hay pibes con la bolsita de pan y con la cana corriéndolos atrás. Y eso también es algo que siempre nos rodeó, que los que te deben cuidar te hostigan. Es bastante aislado pero sigue pasando, la policía ejerciendo esa supremacía sobre la pobreza”.
Si algo saben estas mujeres es que no existe la posibilidad de no hacerse cargo. “La suspensión de las clases, el cambio de vida de nuestros hijos, el encierro, son todas cosas que debemos contener. La crisis alimentaria y económica es muy grande. Pero así y todo nos movilizamos, nos organizamos y lo vamos superando”.