¡PERO ESTO NO ES TIERRA!

Entrevista con Marcela López, Brian, Cristian, Horacio, Juan y Santiago

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Educar en contexto de encierro es, para Marcela López, un derecho a restituir. Docente de la Escuela Primaria de Adultos 721 que funciona en la Unidad Penitenciaria N° 47, en el distrito de San Martín, lleva adelante una experiencia centrada en el cuidado del ambiente. Siete3siete compartió con Martín Fioretti, Subsecretario de Educación Ambiental y Desarrollo sustentable del SUTEBA, la charla con Marcela y algunos de los protagonistas de este proyecto educativo que tiene como punto de partida problematizar la realidad donde estamos.

(Por normativa de la Unidad Penitenciaria no podemos reproducir videos ni fotos con los estudiantes que participaron de esta nota)

Siete3siete: Marcela, ¿Cómo llegaste a trabajar de maestra en una unidad penitenciaria?

Marcela López: Tengo casi 24 años trabajando. En principio trabajé en la escuela, siempre en la pública. Allá por el 2001, los padres de la escuela primaria organizaron una huerta en un terreno que cedió una de las mamás. Ahí comencé con tareas en la huerta, y a preparar la cena a la noche, ver de qué manera se podían llevar cosas al trueque, empezamos a fabricar jabones. Bueno, es un largo recorrido, fui delegada de SUTEBA un par de años. Después, me fui peleada con el sistema, en 2008 renuncié cansada no de la docencia sino del sistema, de las cuestiones administrativas, burocráticas. Así que me dediqué a estudiar y me recibí de Maestro Mayor de Obras. Siempre con la idea de volver al aula desde la técnica y desde otros lugares. Tenía compañeras que trabajaban en Adultos y que me hablaban de la maravilla que era trabajar allí. Empecé a hacer la experiencia en el 2011, fui haciendo suplencias, y en el 17 me ofrecieron la posibilidad de ir al penal; era algo que yo tenía pendiente, donde me parecía que se necesita más. Sentía que además de la tarea pedagógica en sí, que se puede hacer en cualquier escuela pública, era importante poder estar en lugares donde me siento más plena brindando un servicio de restitución de derechos y no solo de la educación. Después fue que me enamoré de estos espacios. Es ahí donde siento que tengo que estar.

Nos cuenta: Brian

Este es un mariposario con la planta Asclepia que trae a las mariposas monarcas. Las mariposas se asentaron acá y pusieron sus huevos. A medida que iban pasando los días, ese huevo se iba comiendo las hojas de la planta y va creciendo cada vez más grande las orugas. Son siete días, ocho días para que se haga la pupa. Se hacen en una forma de jota. Ahí cuando se desintegra, digamos, ese color verde que tiene, se le sale, se hace como una baba, se transforma. A medida que van creciendo las alas adentro se va cambiando de color, de color marrón, de color marrón a negro y ahí es cuando revienta para que salga la mariposa. Yo tenía 13 orugas, se comieron todo entonces tuve que poner otra planta porque solamente comen estas hojas, no comen cualquier hoja. A mí me pareció algo…

Siete3siete: ¿Y cómo comenzaste a preocuparte por los temas ambientales?

Marcela López: Es algo que a mí me preocupó desde siempre. Cuando estuve en la carrera de Maestro Mayor de Obras tuvimos una materia que era el diseño de las casas. Tuvimos un profe muy piola y pensábamos cómo construir una casa en el futuro viendo hacia dónde iba lo climático. Voy a cumplir 54 años, entonces además de lo que puedas leer en un libro, la propia existencia te da la pauta de qué es esto del cambio climático: ver cómo han cambiado las estaciones, el clima, la vida de los insectos… Creo que las acciones que unx hace son el reflejo de lo que unx es; unx es sus actos.  Y como trato de vivir en mi casa es como también trato de habitar la escuela. Soy la misma persona, todo tiene un carácter pedagógico. No comparto ese concepto de la “vocación”, somos trabajadores, pero es un trabajo en el que estás con seres humanos, con personas que son lo mismo que vos. Es un trabajo centrado en la tarea de enseñar ciertos contenidos pero que es más que esos contenidos. Hace muchos años que venimos discutiendo en nuestro servicio el desarrollo de las capacidades. Porque en este mundo donde la información la tenés más a mano, el contenido es importante pero es focalizado en algo; en cambio, el desarrollo de las capacidades tiene que ver con otras cosas más profundas. Y el diseño curricular que tenemos te habilita estas cuestiones, que tienen que ver con los contextos problematizadores.

Siete3siete: ¿Es lo que hacés en el Penal?

Marcela López: Sí, trabajo problematizando la realidad. Un ejemplo: “Chicos, ¿qué está pasando acá?, ¿dónde estamos parados?” Y esta pregunta es literal, porque este lugar donde está construida la Unidad y está implantada la escuela, era un terreno del CEAMSE, es decir estamos arriba de la basura. Íbamos a empezar a hacer una huerta y ¿viste? como la intencionalidad pedagógica tiene que ver con la previsión, unx sabe que van a pasar determinadas cosas pero no les anticipa nada a lxs alumnxs. Empezaron a cavar y a encontrar pañales, pilas, un montón de cosas; se sorprendieron “¡Pero esto no es tierra!”. Entonces, ¿por qué esto no es tierra?, y si esto no es tierra, ¿cómo generamos tierra? Son preguntas que van surgiendo al encontrarse con la realidad en el hacer. A partir de ahí generamos las composteras y empezamos a plantar en bancales que nos dio la Municipalidad. También reciclamos los neumáticos para hacer bancales. Fuimos viendo cómo hacer una tierra de mejor calidad, y por eso pensamos en lombrices para hacer ese proceso. Te lo pinto así y parece maravilloso, pero en el día a día andamos con los traspiés ¿no?, no conseguimos más madera para los bancales, se nos mueren las lombrices… Pero también es parte de la experiencia, que te pase por el cuerpo. Lxs pibxs se emocionan, a mí me emociona. En el verano me mandaron audios contándome por ejemplo que además de las mariposas monarca, empezaron a venir otras mariposas, las nativas. Ellxs estaban como maravillados con esto. Hace tres o cuatro años, cuando empezamos, las preguntas eran, ¿pero de dónde sale el huevo?, ¿se compra el huevo?, ¿cómo el huevo va a la planta?, ¿de dónde sale la oruga? Creo que el mejor conocimiento o el que más te vas a apropiar es ese que te genera curiosidad, te genera la duda, la pregunta. Te das cuenta que no sabés eso y tenés que ir a buscar la manera de saberlo.

trabajo problematizando la realidad. Un ejemplo: “Chicos, ¿qué está pasando acá?, ¿dónde estamos parados?” Y esta pregunta es literal, porque este lugar donde está construida la Unidad y está implantada la escuela, era un terreno del CEAMSE, es decir estamos arriba de la basura

Siete3siete: Y en el caso de las temáticas ambientales, también genera conciencia, ¿no?

Marcela López: Por supuesto. En el taller de textiles estuvimos viendo documentales de lo que pasa en Bangladesh, en la puna de Atacama, de lo que tiene que ver con las curtiembres, con la contaminación de los ríos, etc. Por eso juntaron todas las ropas que los demás tiran o los que se van en libertad dejan y ahora vamos a hacer pantuflas, y con los jeans el año pasado hicimos alpargatas. Todo esto tiene un doble objetivo: pensar en el ambiente y pensar en lo que tiene que ver con el hiperconsumo. Muchas veces nos hemos metido en este debate. A veces son charlas muy privadas y muy personales, y a veces se da en el hacer del grupo. Algunos vienen de familia de laburantes, otros de familias del delito y se quieren despegar. Es muy difícil, y hablamos un montón. Por ejemplo, sale el tema del consumismo. El año pasado en el taller de restauración de calzado, algunos comentaban que muchas veces salían a robar para tener la zapatilla tal que no se podía comprar. Creo que la intencionalidad pedagógica y el objetivo de la tarea es se puedan apropiar de lo que se enseña pero que esa apropiación no sea solamente del momento, sino que deje alguna huella. Tengo estudiantes que ya se fueron y que siguen haciendo plantas en la casa, que se pusieron una huerta y alguno que se dedica a vender plantas. Conseguimos capacitaciones y formación de oficios, pero yo le doy la perspectiva del cuidado del ambiente. Porque quizás en el curso de calzado, por ejemplo, se enseña cómo hacer el taco y la punta, pero no se trabaja en el reciclado de materiales.

Nos cuenta: Cristian

Acá tuvimos el curso de moldería, donde nos fuimos nosotros mismos tomando las medidas de nuestro cuerpo para tener el molde de una remera para que cada uno nos pudiéramos hacer una. Y esto es del curso nuevo que estamos haciendo ahora, de alpargatas, que también sacamos la medida de cada uno de nosotros para poder hacernos. Y este gorro lo hice yo, también en el curso de costura. Son con telas recicladas, que fuimos encontrando acá, en las casitas, ropas que los pibes no las usaban. Todo en este curso de costura.

Siete3siete: ¿Qué importancia le dan los estudiantes a la escuela?

Marcela López: En el régimen cerrado, para ellos es clave salir al aula, estar en las escuelas esas tres horas y pico con las actividades que pueden tener allí. Yo trabajé en el cerrado e hice huerta también, en cajones. Pero en el patio no hay pasto, no hay árboles; es muchísimo más duro todo. Si estás en una celda, hacinado con diez personas más, donde no es fácil la convivencia, donde los únicos seres vivos con los que tenés contacto, que no sean seres humanos, pueden ser chinches, ratas, cucarachas, mosquitos… digamos que es muy difícil poder pensar estos temas de la naturaleza. Cuando vienen al régimen abierto el espacio te predispone a poder conectar con lo que tiene que ver con el ambiente.

juntaron todas las ropas que los demás tiran o los que se van en libertad dejan y ahora vamos a hacer pantuflas, y con los jeans el año pasado hicimos alpargatas. Todo esto tiene un doble objetivo: pensar en el ambiente y pensar en lo que tiene que ver con el hiperconsumo

Siete3siete: ¿Qué es el régimen abierto?

Marcela López: Es un beneficio que pueden tener estudiantes cuando les quedan cuatro años o menos de condena, y depende de los antecedentes, de si estuvieron cumpliendo con los requisitos del juez y del servicio, distintas cosas que se les van pidiendo en relación a la conducta. Quizás hay muchas más personas que deberían estar en régimen abierto, pero no hay tantos edificios. En la escuela de régimen cerrado cada docente tiene un grupo y cada grupo está diagnosticado en uno de los tres ciclos. Yo estoy para los tres ciclos.  He tenido personas que llegaron, por ejemplo, con 35 años al régimen abierto, después de haber estado quizás cinco, siete años, privado de la libertad, y sin alfabetizar. Que se alfabetizaron estando en este espacio conmigo. Otros, depende lo que le quede, siguen afuera en una escuela de adultos. También tenemos este año un FINES presencial, y lxs pibxs están muy enganchados. La idea siempre es hacer ese puente, que en el barrio donde vivan puedan continuar. En algunos casos lo logramos, en otros es más difícil. Porque cuando salen, cada unx sale a hacer su vida, como pueden, en el contexto que encuentran. Estoy aquí hace ya varios años, eso es clave, la permanencia es importante. Porque eso te da una visión sobre lo que se hizo y se generan nuevos proyectos. Si bien lxs pibxs van cambiando, porque van saliendo en libertad y se suman otrxs, hay un pasaje de contar la experiencia: los que estaban le van contando qué se viene haciendo a los que llegan. Eso es levantar la bandera de lo que se va haciendo y a la vez lo reconfigura: las personas que en ese momento están generan ciertas cosas y después otrxs generan otras.

Nos cuenta: Juan

Lo que estamos haciendo hoy es hilo de botella. En el tema del reciclado, que se empezó hace… ¿cuándo?, un mes, más o menos, tuvimos la idea. Marcela nuestra profesora nos ayudó y nos incentivó a que vayamos un poquito para adelante con esto. Lo primero que generamos fueron cuatro escobas miniaturas para donarlas a un jardín. Con lo cual en ese jardín los chicos se adaptan de chiquitos a ser mucho más independientes. Generamos el hilo nosotros mismos, la madera la reciclamos, agujereamos, pintamos, y la estamos teniendo acá hasta que vinieran ustedes y después ya se las llevan para el jardincito. Capaz, más que seguro, nos van a hacer una nota de agradecimiento, que con eso es demasiado para la mí, un montón, ni más ni menos.

Siete3siete: ¿Hay muchas escuelas en contextos de encierro?

Marcela López: Alguien me decía que el número de escuelas y de grupos escolares en contexto de encierro creció un montón estos años, y hay muchísima matrícula. Por un lado está bueno, porque la educación y la cultura es un derecho a restituir o a garantizar en este contexto. Pero por otro lado es terrible que esté creciendo el número de personas privadas de la libertad por distintas causas. Ahora se habla de bajar la edad de imputabilidad, lo que es una locura. En el contexto del penal, tengo estudiantes con 19 años que quizás tienen 20 años de condena. Hay un muchacho que tiene cuarenta y seis años de condena, ahora tiene poco más de cuarenta y hace veinticuatro que ya está privado de la libertad.

Atravesar la Escuela de Adultos implica que hay un derecho que no te garantizaron de pequeñx. Y no solo el derecho a la educación, seguramente muchos otros. Ahí se hace un entramado en el que la intención es construir sentido

Siete3siete: ¿Qué sentido le das a una Escuela de Adultos en un contexto de encierro?

Marcela López: Atravesar la Escuela de Adultos implica que hay un derecho que no te garantizaron de pequeñx. Y no solo el derecho a la educación, seguramente muchos otros. Ahí se hace un entramado en el que la intención es construir sentido. O sea, nada es si no tiene un sentido. Sin sentido no existe la posibilidad. Para eso se tiene que dar, primero, una escucha. Todo surge de escuchar, de ver, de problematizar la realidad donde estamos. También el lenguaje. No es lo mismo decirle preso, reo, penitenciario, que decirle persona privada de la libertad. Hay un reconocimiento como persona. Y lo importante es que ellxs también lo puedan ir incorporando; si no te ves como persona, no hay sentido posible de construir nada. Las Escuelas de Adultos en verdad sería un sueño que desaparezcan. Pero lejos de cerrarse, con los procesos históricos que tenemos la pobreza se profundizó, la marginalidad se intensificó, y el resultado de todo esto es que cada vez tenemos más matrícula. Sostener el derecho a la educación en el contexto de encierro es muy difícil. Pero creo que el derecho a la educación es como la llavecita. No sé si lo más importante, pero es muy necesaria para que así conozcan otros derechos y otras posibilidades. Creo que el carácter que debería primar en la educación es humanizarla y darle vida. Porque hablando de ambiente, la escuela, un aula, a veces lo que menos tiene es un ambiente para educar. Lo que debería estar en primer plano es esto chiquitito pero central del hecho social que se da dentro del aula, que es un hecho social cultural. Es construir cultura. No hay vínculo pedagógico sin amor. La educación es amor, la construcción de la cultura es amor. El momento de encontrarse con el otro, en el intercambio, ahí se genera un amor. Eso es lo más significativo del aprendizaje. Y remarco un concepto que me gusta siempre que quede claro: la educación es un hecho político. Esto se tiene que llevar a la escuela, se tiene que vivir interiormente. Nunca la educación es sin el otro. Y junto con esto la mirada de que en el ambiente no sobra nadie. A veces nos peleamos con las hormigas, pero las hormigas no sobran en este planeta. O sea, es con todos. También con quienes están privados de la libertad, que son a veces discriminados, marginados, porque salen con el estigma de haber estado presos y eso les impide conseguir trabajo. Entonces, creo fundamental entender el sentido socio histórico en el que estamos parados. Ojalá podamos contagiar, compartir y construir con muchxs más compañerxs. Ojalá esta nota sirva, más allá de cuidar el ambiente, para construir una política pública hecha por nosotrxs, lxs trabajadorxs de la educación.

Nos cuenta Horacio: 

Estamos acá en el taller de reciclado, aparte de los hilos de botella que hacemos con mi compañero, también hacemos unos sikus que son de los picos de las botellas, o sea de la parte de adentro. Se nos ocurrió hacer unos sikus para los chicos. Improvisamos no más, porque era ¿qué hacemos con esto?, la profe nos traía las botellas y nos sobraban un montón de piezas así que dijimos ¿esto lo vamos a tirar?, al final contamina, ¿entendés? Entonces, bueno, vamos a ver qué uso le podemos dar. Y se nos ocurrió esto, hacer los sikus. Así que si los pueden ver y escuchar, muchas gracias por venir.

La Educación Ambiental es un derecho

Por Martín Fioretti

El 14 de mayo de 2021 se sancionó en nuestro país la Ley de Educación Ambiental Integral Nº 27621, que de alguna forma, fue el colorario de toda la normativa anterior que aludía al tema y que proponía a la Educación Ambiental (EAI) como necesaria y como un derecho a garantizar. Lo importante de esto es que nuestra ley de EAI se enmarca dentro del Pensamiento Ambientalista Latinoamericano y que nuestra Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) viene adhiriendo desde hace más de 30 años, proponiendo una EAI desde la mirada del sur global, una EAI situada, transversal y en línea con las problemáticas sociales y culturales que hacen a una determinada sociedad.

La Educación Ambiental Integral en una educación para la acción, una educación emancipadora que te invita a transformar la realidad del entorno en que vivimos.

La Educación Ambiental Integral en una educación para la acción, una educación emancipadora que te invita a transformar la realidad del entorno en que vivimos

La ley de EAI define que todas y todos los estudiantes tienen derecho a recibir educación ambiental, en todos los niveles y modalidades del sitema educativo, y es por ello que la maestra Marcela López lleva a los estudiantes de la EPA 721, que funciona en la Unidad Penitenciaria N°47 de San Martín, la política pública.

¿Por qué es importante esta ley? Pues porque busca promover la formación ciudadana tan necesaria en los ámbitos penitenciarios, a tomar conciencia de que todos y todas las especies (plantas y animales) somos parte de lo mismo y que cuidar nuestra Casa Común es cuidarnos a nosotros mismos.

Marcela López, Martín Fioretti y Héctor González

La ley de EAI propone el desarrollo con justicia social, la distribución de la riqueza, la sustentabilidad como proyecto social, la preservación de la naturaleza, la igualdad de géneros, la protección de la salud, la democracia amplia y participativa y el respeto a la diversidad cultural.

Por todo ello, el trabajo que Marcela realiza en contexto de encierro es fundamental en la transformación que deben realizar los privados de la libertad y así encontrar un camino común con la sociedad toda.

Cuando los pibes privados de su libertad nos mostraban los proyectos ambientales que venían realizando con Marcela se los veía libres, y eso, sumado a las distintitas carencias que sufren en un contexto de encierro, nos daba la pauta que maestras como Marcela son el ejemplo vivo de que la Escuela Pública enseña, resiste y sueña.+

Marcela López se formó en ciencias de la Educación,es Maestra Mayor de Obras, Maestra de primaria, actualmente, entre otras instituciones, se desempeña como Maestra de Ciclo en la E.E.P.A. N° 721 | Complejo Penitenciario Conurbano Bonaerense Norte | Unidades 46, 47 y 48 en el Nivel Primario. Modalidades: Educación Permanente de Jóvenes y Adultos; Educación en contexto de Privación de la Libertad

Martín Fioretti es Subsecretario de Educación Ambiental y Desarrollo Sustentable del SUTEBA