LLEVAR EL TEATRO A LAS ESCUELAS

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Liliana Dozo, actriz y docente de teatro, cuenta a Siete3siete la iniciativa de un grupo de elencos y de teatros independientes de acercar el teatro a las escuelas. Una posibilidad para el disfrute, para abrirse a otros mundos, para formar espectadores en todo tipo de experiencias artísticas.

Siete3siete: ¿Querés presentarte?

Liliana Dozo: Soy actriz y profesora de teatro. Egresé de la Escuela Nacional de Arte Dramático, hoy parte de la Universidad Nacional de las Artes. Trabajé en teatro toda mi vida, pertenezco a una familia de artistas: gente de teatro, escritores y, además, docentes. El arte nos atravesó muchísimo tanto a mi hermano Dardo como a mí. Trabajé en teatro desde muy chica; y como docente todavía no me había recibido que ya me estaban llamando de algunas escuelas. Acabo de jubilarme. Esto de llevar el teatro a las escuelas surgió como un tema familiar. Mi papá que, además de dedicarse al teatro, era profesor de matemáticas, física, química y ciencias biológicas, muchas veces llevó a sus escuelas cosas de teatro. En mi caso, hace ya un tiempo que con Mónica Landolfi formamos el grupo Azucena Teatro. Y desde el 2009, más o menos, estamos con Norestada que es un colectivo de grupos de teatro y salas de teatro independiente de la región metropolitana norte, desde Vicente López a Tigre. Hemos presentado ya 13 festivales.

Siete3siete: ¿Cómo surge la idea de llevar obras a las escuelas?

Liliana: Siempre tenemos obras para niñxs, para adultxs y las varietés teatrales donde se muestran obras de pequeño formato. En el último tiempo pensamos: “infantiles sólo se piensa en el sábado o el domingo a la tarde, y ¿por qué no vamos a las escuelas?” Era algo pendiente, porque en realidad desde hace mucho tiempo la gente de teatro ha llevado espectáculos a las escuelas. Así que lo empezamos a organizar. Comenzamos en la escuela número 21, Bertolt Brecht, de Villa Adelina, que pertenece a San Isidro, y donde yo estuve como profesora y es una escuela orientada en teatro. A partir de ese momento empezamos desde Norestada a llevar este proyecto a las escuelas y la verdad que nos está resultando exitosísimo.                                                                                                                                                           

Llevamos las obras y luego hay un conversatorio. Tiene todo un trabajo pedagógico con lxs alumnxs, según si son chicos o de secundaria.  Siempre me gustó llevar cosas de teatro a las escuelas porque es una manera de formar públicos

Siete3siete: ¿Cómo está organizado?

Liliana: Llevamos las obras y luego hay un conversatorio. Tiene todo un trabajo pedagógico con lxs alumnxs, según si son chicos o de secundaria.  Siempre me gustó llevar cosas de teatro a las escuelas porque es una manera de formar públicos. Son buenos espectáculos y lxs chicxs terminan muy agradecidos. Hay cosas que pasan con lxs chicxs que hacen muy lindo el trabajar para ellxs. El año pasado, a la Escuela de Estética, hoy de Enseñanza Artística, habíamos llevado el grupo de los Hermanos Mascarpone, que hacen una cosa circense, y una nena me dice “Ay, yo tenía mucho miedo de un circo porque me dan miedo los payasos, pero le voy a decir a mi mamá que me lleve al circo”. Listo, ya está, hemos generado un público potencial para alguna expresión artística. Y es el comienzo de una costumbre de ir a ver teatro, que es bastante raro.

Siete3siete: ¿Cómo se solventa este trabajo de llevar teatro a las escuelas?

Liliana: Las actrices y los actores tenemos dos entidades que nos avalan en nuestra región. Por un lado, el Instituto Nacional de Teatro, que desde 1997, cuando salió la Ley Nacional de Teatro, da un apoyo a los grupos de teatro independiente. Y después está el Consejo Provincial de Teatro Independiente, que pertenece a la provincia de Buenos Aires. Además, algunos apoyos económicos se piden a los municipios, que van a dar lo que puede cada uno. Este año que lo tenemos tan complejo y  se quitaron muchas cosas, bueno, se ha peleado muchísimo. Los subsidios no salen de impuestos, sino del remanente de dinero que queda en Nación o en Provincia de los premios chicos de los juegos de azar que no se retiran. Esto en su momento lo pensó Lito Cruz cuando estuvieron haciendo los estudios para armar el Instituto Nacional de Teatro. También lo que se hace es una gorra, que fue controvertida. En realidad es también parte de la educación. Es saber que hay un trabajo, trabajamos mucho para poder llegar a una puesta en escena, muchísimo tiempo que se dedica. Hay traslados, hay luces, hay sonido, hay utilería, hay vestuario, hay maquillaje, todo eso hace al espectáculo. La gorra es una forma de hacer tomar conciencia de que nosotrxs somos trabajadorxs. Pero con la gorra el que puede pone algo y el que no, no, y siempre va a estar bien. La escuela que puede juntar plata lo hace, la que no puede, no; en las escuelas secundarias sé que lxs profesorxs también ayudan mucho para poder llevar adelante esto.

En realidad es también parte de la educación. Es saber que hay un trabajo,trabajamos mucho para poder llegar a una puesta en escena, muchísimo tiempo que se dedica. Hay traslados, hay luces, hay sonido, hay utilería, hay vestuario, hay maquillaje, todo eso hace al espectáculo. La gorra es una forma de hacer tomar conciencia de que nosotrxs somos trabajadorxs

Siete3siete: ¿Qué obras estás llevando?

Liliana: En este momento tengo dos obras que pueden llevarse a escuelas: “Delincuentes y pecadoras” y “Destinos de esperas”, ambas de Mónica Landolfi. Yo elijo las obras porque me enamoro de ellas. “Delincuentes y pecadoras” me llegó un día que nos juntamos con Mónica porque teníamos la idea armar un taller de teatro en un espacio precioso que ella tiene en  la casa donde vivía la mamá, su casa original. Me dice “tengo esta obra”; la leo y le dije, “esto es una maravilla, la quiero hacer”. Trata de tres mujeres, con una diferencia de clases sociales, que están encerradas en el Cabildo de Córdoba; estamos hablando del Virreinato del Río de la Plata. Son tres historias, independientes entre sí, pero que ella las une en la obra: una dama española que está acusada de haber engañado a su marido; otra, por haber querido matar a una mujer que se transformó en la amante del marido, y la otra, la más joven, una chica embarazada que la encierran porque sacó unas ropitas de la dueña de la casa donde ella era lavandera, para poder hacer un ajuar al bebé que está por venir. Es una obra que habla de la ESI y del maltrato que recibían las mujeres. Se investigó muchísimo. Por ejemplo, en los cabildos, no tenían cárcel de mujeres y cárcel de hombres, estaban todxs juntxs. Entonces esto también era un peligro para las mujeres que estaban encerradas. Había mayor cantidad de hombres que de mujeres normalmente, en condiciones terribles. Una de las chicas que fue a Córdoba pudo entrar en el Cabildo y ver los lugares donde la gente dormía: tenían un metro y medio de alto, o sea que estaban hacinadxs  en lugares horribles. En el caso de “Destinos de esperas” trata sobre San Martín. Según el revisionismo histórico parece que no es hijo de San Martín y de Gregoria Matorras, sino que lo es de Diego de Alvear con una indígena Rosa Guarú. Parece que ella fue la madre, y que es el secreto a voces que tiene todo Yapeyú. ¡Cuántas cosas ocultas hay en nuestra historia!  Seguramente el pensamiento hegemónico hace que se crea que las cosas han sido de una forma determinada y no fue así. Es mucho lo que hay que seguir estudiando.

Siete3siete: ¿Cuál es la recepción en las escuelas?

Liliana: Normalmente lxs chicxs están muy atentos. Lo vemos, en particular, en escuelas donde lxs chicxs tienen mucho incentivo a nivel de lo artístico, pero las compañeras y los compañeros que van llevando las obras de teatro a distintas escuelas de los municipios comentan lo mismo. Este año estuvimos en muchísimas escuelas y se siguen sumando. Preguntan “¿cuando vienen?”. O sea que la recepción es magnífica. Lxs chicxs quizás no pueden entender algo, pero están muy atentos y después lo trabajan. Hay un seguimiento del docente para que la chica o el chico se acostumbren a ver el teatro.  Abre la cabeza en muchas cosas.

LILIANA DOZO: Actriz y Profesora de Teatro egresada de la Escuela Nacional de Arte Dramático (hoy UNA). Desde 1967 se dedica a las Artes escénicas, desempeñándose como Actriz, Directora de Teatro, Autora Teatral, Productora de Teatro y Radio, Jurado de Teatro, Presentación de Productos Empresariales a través de Teatralizaciones. Docente desde 1996 hasta 2023 en la Educación Formal y no formal. Participa, desde 1997, en festivales y encuentros de teatro en Uruguay, Ecuador, Colombia, Venezuela, México y España. Delegada Gremial y de Administración de Asociación Argentina de Actores y Actrices Delegación Zona Norte. Congresala de CTA DE TRABAJADORES