TRATAMOS DE SER UNA ESCUELA FARO

Entrevista con Pamela Hryhorasz y Sergio Villalba

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El arte como herramienta para formar ciudadanos sensibles al entorno. Un proyecto institucional marcado por la decisión de salir a mostrar en el territorio lo que producen lxs estudiantxs. Producciones artísticas de calidad y con compromiso con la realidad que lxs circunda. Una escuela que se propone iluminar un camino posible de oportunidades. De su trabajo en la Escuela de Educación Artística N° 3, de Virrey del Pino, La Matanza, conversan con Siete3siete Pamela Hryhorasz, su vicedirectora y Sergio Villalba, docente de música y hasta el año pasado delegado de SUTEBA.

Pamela Hryhorasz: La escuela se crea en el año 2015 y comienza a funcionar en el 2016. Surgió por la necesidad de poder ofrecer – dentro del tercer cordón de un distrito tan grande como La Matanza- una educación artística pública, gratuita, y no obligatoria como es la de estas escuelas. Yo me presenté para las horas de artes visuales en el taller de turno vespertino y ahí arranqué. Fue bastante duro el comienzo. Por un lado, muy contenta porque yo vivo en Virrey del Pino; si en mi infancia hubiera tenido una escuela así, cerca de mi casa, para poder estudiar arte, seguro que habría asistido. Pero en ese momento no existían estas posibilidades, teníamos que movilizarnos en colectivo a otros lugares. Siempre cuento esto a la Comunidad para valorar los espacios que tenemos que habitar. Habitar es valorar. Pero ese comienzo, como decía, fue bastante duro porque no teníamos un espacio con las comodidades necesarias. Nos habían brindado una parte de una escuela primaria que se había quemado. Le hicieron a la primaria un edificio nuevo y en esas aulas que habían quedado ahí disponibles dispusieron que surgiera la escuela de artística. No teníamos ni instrumentos. Era ir todo el tiempo a buscar donaciones. Y a buscar matrícula también, porque no nos conocían. Así arrancamos con muchas ganas de dar clases. En el 2019, a partir de las pruebas de selección, conformamos el equipo de conducción actual, con Hernán Galeano como director, yo como vice y Jessica Peralta como secretaria de la Escuela.

nos agarró la pandemia y todxs lxs docentes nos tuvimos que reinventar. La escuela empezó a movilizarse por las redes sociales, generando encuentros vía zoom o meet, y también hacíamos vivos en Instagram. Estábamos todo el tiempo buscando el encuentro

Siete3siete: ¿Y vos Sergio cuando te incorporás?

Sergio Villalba: Vine después de la pandemia, en el 2021. Todavía estábamos con barbijos y en una situación medio híbrida. Yo ya venía trabajando. No es que trabajo hace muchísimos años, de hecho hace poquito cumplí los 4 años. Y hace dos años que estoy en esta escuela. Mis primeros dos años los trabajé en la primaria y un poquito de la secundaria, así que ya tenía experiencia sobre lo que era estar en el aula. Conocía a Pamela y a otrxs compañerxs que también laburan aquí, y me habían dicho que esta escuela era diferente y que requería mucho del compromiso de uno, que había que poner mucho de uno. Surgió esta posibilidad y dije ¡vamos para adelante!

Siete3siete: Decías Pamela que en el 2019 arrancaron como conducción de la escuela, ¿cómo fue ese proceso?

P. H.: Iniciamos una etapa de crecimiento, de apostar a seguir teniendo más elementos, más recursos, de salir hacia fuera, y nos agarró la pandemia. Nos tuvimos que reinventar. Creo que todxs lxs docentes nos tuvimos que reinventar. La escuela empezó a movilizarse por las redes sociales, generando encuentros vía zoom o meet, y también hacíamos vivos en Instagram. Estábamos todo el tiempo buscando el encuentro. Y había una Comunidad detrás que estaba sosteniendo ese encuentro. Ahí la escuela empezó a hacerse más conocida. Fue un crecer hacia afuera importante. Eso marca nuestro proyecto institucional: la escuela siempre saliendo a mostrar en el territorio lo que producen artísticamente nuestrxs estudiantxs, diciendo acá se produce, acá se hace arte de calidad. Así fue que participamos en muchísimos eventos: los encuentros de Jóvenes y Memoria en Chapadmalal, la Expo Joven con escuelas secundarias de la zona, los Torneos Bonaerenses, y otros muchos. Participamos con producciones artísticas de un alto nivel de calidad y que tienen también un alto nivel de compromiso con la realidad que nos circunda. Cuando a fin de año hacemos un racconto del año, nos decimos: “¡todo esto hicimos!”. También tratamos de hacer muchas salidas educativas, lidiando con todas las condiciones que sabemos que estamos atravesando. Nos proponemos que cada chicx tenga una salida educativa porque sabemos que acá es complejo que puedan trasladarse, por ejemplo a Capital a ver un museo, una galería o a presenciar una obra.

Tratamos de que haya un diálogo constante entre lxs docentes. Son espacios con los que las escuelas de nivel obligatorio a veces no cuentan o cuentan con otra regularidad, pero son tan necesarios para poder tener un abordaje integral de las infancias

S. V.: Ya el simple hecho de acercarse a Capital es toda una aventura dentro de su imaginario. Entonces llegar, además, a conocer un teatro o un museo está buenísimo. Yo, la realidad es que no conocía muchos de esos museos a los que fui con la escuela de educación artística. Los conocí yendo con nuestrxs alumnxs. Esos momentos pueden transformar a chicos y chicas que tal vez después no vuelvan a esos lugares.

P. H.: Este es uno de los grandes objetivos de la Escuela: poder brindarles experiencias significativas en torno al arte a cada unx de nuestrxs estudiantxs. Experiencias que realmente dejan una impronta, una huella profunda en esa historia de vida que están construyendo. Algo que sucede dentro del aula y fuera del aula, que no se lo olvidan jamás, de la que salen transformados. No en vano decimos que los que vienen a la escuela de artística, son chicxs especiales, en cuanto a que desarrollan una sensibilidad distinta con el entorno. Y no estamos hablando de formar artistas sino de formar ciudadanxs sensibles al entorno, experimentando con herramientas del campo del arte que después les ayudan a desenvolverse como ciudadanxs.

Siete3siete: ¿Cómo organizan institucionalmente todo este trabajo?

P. H.: Lxs profes de ciclo 1, 2 y 3 –al que concurren chicas y chicos entre 5 y 11 años- tienen un espacio que es el módulo de organización y planificación institucional al que todxs le llamamos MOPI. Es un espacio de una hora y media semanal para dialogar sobre lo que implica la organización y la planificación institucional. Son encuentros de debate, de planificación, de capacitación, de poder llegar a acuerdos para establecer pautas dentro de la agenda próxima. De sacarnos dudas, de compartir experiencias con lxs mismos estudiantxs, poder ver desde diferentes ópticas, miradas y abordajes a una misma persona. Es poder verlxs de una manera integral.  Es un espacio “sagrado” para todas las escuelas de educación artística; lamentablemente no es un espacio que normativamente lo tengan lxs profes de ciclo 4 y 5 –lxs adolescentes que vienen en turno vespertino-. No obstante, institucionalmente, siempre fomentamos espacios de encuentros y diálogos con jornadas avaladas por inspección. Tratamos de que haya un diálogo constante entre lxs docentes. Son espacios con los que las escuelas de nivel obligatorio a veces no cuentan o cuentan con otra regularidad, pero son tan necesarios para poder tener un abordaje integral de las infancias. Las Escuelas de Educación Artística se caracterizan por ser inclusivas y los equipos de orientación trabajamos de manera muy articulada con todos los equipos de orientación de las escuelas primarias y de inicial con las que estamos compartiendo estudiantxs. Son justamente esas miradas las que enriquecen la trayectoria educativa de cada una de nuestras y de nuestros estudiantes. Estamos siempre viendo qué necesidades son las que presenta cada unx y frente a eso vamos planificando y generando estrategias para, entre todxs, sostener esa trayectoria educativa. Nos eligen; es una escuela en donde, lxs que nos conocen, vienen y nos dicen, “quiero que mi hijo, mi hija, esté acá; quiero que esté con ustedes; quiero que tenga esta experiencia”. Esto nos marca que vamos por el buen camino. Hoy tenemos una matrícula de alrededor de 750 alumnxs, y es una de las Escuelas de Educación Artística más populosas de la Provincia.

S. V.: Rescato esto de la mirada que tenemos en la escuelita sobre lxs pibxs. En el caso de una problemática cualquiera, tal vez en una primaria el que conoce de lleno al chico o chica es una persona -la maestra o el maestro- y quizás alguien del EOE. Pero es un poquito acotado ese conocimiento. Acá en el MOPI lo que encontramos es que tenés a cuatro profes y una preceptora que conocen a ese chico, a esa chica, y conocen la problemática desde cuatro puntos de vista. Es una visión, entonces, quizás más amplia de lo que puede pasarle a ese pibe y a esa piba. Y en esto el rol de las Preceptoras es fundamental. Termina el turno, cada unx a su casa y ves cómo la preceptora conoce a cada uno de los chicos y chicas. Yo todavía esa habilidad no la tengo. Pero las Preceptoras sí, con todo lo que eso significa, porque no se trata solamente de saber los nombres, sino saber la vida y la historia de cada unx. Son nuestro nexo con la Comunidad.

Siete3siete: ¿Qué significa para ustedes trabajar en esta Escuela?

S. V: Mis primeros tiempos fueron un poquito duros porque tenía cierta intensidad trabajar aquí. No había trabajado en el nivel inicial, me manejaba más en primaria y secundaria, y acá en el ciclo 1 me encontré con chicos y chicas que están por cumplir los 5. Yo me especialicé para ser profe de música de todos los niveles, pero bueno, esa era mi pata no tan fuerte. La realidad es que te encontrás con muchas cosas. Por ejemplo, la dinámica que tenemos implica que estás con ellxs en el recreo. Este año volví a trabajar en una primaria y me iba a recreo con los chicos, con las chicas; ya me quedó. Es algo que está buenísimo y que tiene que ver con el día a día de la Escuelita.

Esta es otra cosa que nos caracteriza: la interdisciplinariedad. Poder generar diferentes respuestas a un mismo problema, un abordaje integral de un conflicto, un abordaje proyectual de alguna problemática

P. H.: Por supuesto siempre estamos corriendo atrás de los papeles, de toda la burocracia. Pero estamos muy activos para seguir innovando, para seguir generando experiencias. Y también para que haya un cruce de lenguajes artísticos, Esta es otra cosa que nos caracteriza: la interdisciplinariedad. Poder generar diferentes respuestas a un mismo problema, un abordaje integral de un conflicto, un abordaje proyectual de alguna problemática. A veces cuesta este encuentro de lenguajes, cuesta que haya un diálogo, pero justamente son los MOPI ese espacio para poder dialogar y establecer consensos, para trabajar por proyectos y no tener que estar teniendo una mirada “disciplinar” de la vida. Porque la vida no se resuelve ni con matemáticas, ni con música ni con la disciplina que sea, resolvemos problemas a partir de las herramientas que encontramos. Y vamos relacionándolas creativamente para poder abordar el problema. Queremos que nuestrxs estudiantxs vayan por ese camino.

S. V.: Yo, además, me siento identificado con el territorio. Estudié en el profesorado de la Escuela de Arte Leopoldo Marechal, en el anexo de Catan. Si yo no hubiera tenido esa Escuela ahí, no sé si hubiera cursado esa carrera, no sé si hubiera estudiado arte, no sé si hubiera estudiado. A mí el arte me gustó desde chico, me gusta dibujar, me gusta pintar, no actúo pero no tendría ningún problema. Por eso me siento identificado con los pibes y las pibas, que son mis vecinxs. Ellxs tienen esa instancia de poder ir a la escuela a pasar un tiempo donde crear, imaginar y compartir con lxs compañerxs. Me hace muy feliz porque lo llevo como una doble bandera, tiene que ver con la Comunidad y tiene que ver con algo que me pertenece en algún punto. Que esos chicos y esas chicas, estén yendo a la escuelita hace que uno trate de dar siempre lo mejor, porque sabés qué va a venir después de eso.

P. H.: Con todo el equipo de compañerxs, tratamos de ser una Escuela Faro, en el sentido de iluminar un camino posible de oportunidades en un contexto donde a veces no las ves. Lo digo como docente y también formando parte de la comunidad del Virrey del Pino. Es una comunidad que está con muchísimas necesidades y en esta escuela se encuentra un refugio o una contención y un espacio donde habitar, con todo lo que implica la palabra habitar: un lugar en donde uno se pueda encontrar. Esperemos que podamos continuar en ese camino de ser faro y que nuestra escuela se convierta también en un faro para otras escuelas o para otro modo de educar.

Pamela Hryhorasz. Vicedirectora de la Escuela de Educación Artística n°3 de La Matanza. Licenciada en Arte (UNSAM). Profesora de Artes Visuales y Teatro (Esc. de Arte Leopoldo Marechal). Docente de Nivel Secundario y Superior. Artista multidisciplinaria

Sergio Daniel Villalba. Profesor de música egresado de la Escuela de Arte Leopoldo Marechal anexo G. Catán. Muralista y Diseñador multimedia.