“Dios mío, ¿qué está diciendo esta persona?” dice Julia Lambrecht –Directora de la Escuela Primaria Nº30 de la localidad de Cardenal Cagliero, partido de Carmen de Patagones- a propósito de quienes hoy cuestionan en términos catastróficos a la educación y a lxs docentes. El relato de su cotidiano trabajo nos permite dimensionar, no desde un discurso sino desde las vivencias, el sentido que tiene una escuela pública en un ámbito rural, el valor del trabajo docente en una comunidad y el impacto de las políticas públicas en la vida cotidiana y las expectativas de niñxs y familias.
Carencias
“La escuela está aproximadamente a 30 km de la ciudad cabecera, es una población de más o menos 100 habitantes. Las familias de mis alumnxs trabajan en su mayoría en una salina, tanto en donde se cosecha la sal como en la planta donde se la embolsa y se la llevan en camiones. Hace unos meses se abrió otra fuente de trabajo, un frigorífico de ovinos, ya hay dos familias que están trabajando allí. Y algunas familias también dependen de la Delegación Municipal que tiene 4 ó 5 empleadxs para el mantenimiento de los caminos, entre otras actividades. Aunque no estamos tan lejos de la ciudad -son 15 km de ruta y 15 km de ripio- no hay transporte público. Así que es una comunidad que está como muy alejada de todos los servicios públicos, hay mucha carencia en todos los sentidos. Por ejemplo, no tenemos escuela secundaria y por eso es que la matrícula por momentos disminuye porque cuando lxs hermanxs terminan la escuela primaria por ahí las familias deciden trasladarse a Carmen de Patagones para que allí puedan cursarla. En la escuela funciona también un Jardín, el JIRIM número 5, que en este momento tiene un solo alumno. Tenemos comedor en la escuela así que para las familias es una gran ayuda”.
Sin paredones
“Ahora tenemos una matrícula de 11 alumnxs, de primero, segundo, tercero, quinto y sexto. Y soy maestra única. Es decir que, además de tener la Dirección y el trabajo administrativo a cargo, tengo el trabajo pedagógico con lxs alumnxs; un arduo trabajo. Es una escuela muy linda; a diferencia de las escuelas de Patagones o de las grandes ciudades, limitadas con paredones, ésta es abierta. Para el pueblo significa la gran institución, todo pasa por la escuela: pasan los anuncios de la Delegación, pasan las actividades que se realizan…”
No tenemos problemas de inasistencia, lxs chicxs quieren estar en la escuela. A la tarde se van a la casa, se sacan los guardapolvos, dejan la mochila y vienen con la pelota a jugar
Nuevas expectativas
“El año pasado, a partir del mes de noviembre, pasó a ser de jornada completa. Para lxs alumnxs, esto fue maravilloso. La orientación de la jornada completa es artística, así que tenemos tres módulos de teatro. Tenemos además una maestra de plástica y un profesor de inglés. Teníamos un profe de Educación Física pero con la jornada completa nos agregaron otro módulo así que ahora tenemos dos profes. Esto de la jornada completa a la comunidad le significó un cambio grande, porque ver el movimiento de la escuela desde las 8 de la mañana hasta las 4 de la tarde genera toda una expectativa con respecto a lo que se hace en la escuela”.
Surcos
“Tratamos de contactarnos con la mayor cantidad de instituciones que nos puedan acompañar. Así, queríamos hacer un proyecto de huerta, pero la gran escasez de agua era una de las barreras más bravas a resolver. Por el tema de la salina el agua tiene mucho salitre. No es apta para consumo ni para cocinar ni para lavar las verduras; las auxiliares -por ejemplo- tienen que lavar el piso con agua de lluvia porque si no queda todo blanco; las canillas se oxidan enseguida; se destruye todo lo que sea de metal. La Municipalidad, todas las semanas, le da a las familias y a la escuela bidones de agua embotellada. Muchas familias juntan agua de lluvia para lavar la ropa o para poder bañarse. Para la huerta teníamos entonces la dificultad de dónde íbamos a sacar el agua. Así que con la participación de los trabajadores de la Delegación Municipal conseguimos tanques que estaban sin uso y los pusimos bajo las canaletas de lluvia, y así juntamos agua de lluvia para poder regar las plantas. Además, nos ayudan haciendo los surcos. También nos acompañó el INTA con el tema de las semillas, nos dio charlas y nos orientó cómo ubicar el lugar donde poner la huerta. Tratamos de mantener la escuela abierta hacia todas las instituciones. Por ejemplo, este año se hizo una atención del ANSES en la escuela para que las familias puedan realizar consultas, y ya tenemos planificada otra próxima visita. Es un desafío ver qué se puede generar para llevar a la escuela y qué acercar a la comunidad”.
Somos todxs muy compañerxs; por ejemplo, en el trabajo de la huerta estamos todxs involucrados. Así vamos trabajando, en equipo. Porque es la única manera de lograr cosas
Quieren estar
“Para los nenes y nenas es sumamente importante, es el lugar donde juegan el fin de semana. Seguramente el lunes nos encontramos con alguna cosa fuera de su lugar así que hay que recordarles que si vienen a jugar al fútbol no pisen la huerta o si vienen con alguien más avisarle dónde están plantadas las semillas. Llegan las vacaciones de invierno y les pregunto: “ustedes, ¿qué van a hacer?” y es como que no saben, “si no vamos a ir a la escuela vamos a estar aburridos”. No tenemos problemas de inasistencia, lxs chicxs quieren estar en la escuela. A la tarde se van a la casa, se sacan los guardapolvos, dejan la mochila y vienen con la pelota a jugar. Una de las cosas que quedan por hacer es cómo acondicionamos los espacios para que lxs chicxs jueguen no solamente en las pausas recreativas sino después a la tarde y los fines de semana”.
A dedo
“Además de ser la maestra y tener la institución a cargo, tengo tres hijxs, dos adolescentes y un niño de cuatro. Entonces, no solamente tengo que organizar la escuela, sino también organizar mi casa. Me levanto 6:30 de la mañana, y a las 7:20 salgo para la escuela. La primera que llega es la auxiliar del turno mañana. Yo trato de estar antes que lleguen lxs alumnxs. Somos varixs docentes que pasamos durante la jornada escolar. Tenemos un equipo de orientación escolar que va dos días y que compartimos con otra escuela de isla. Tenemos tres auxiliares, la del turno mañana que se va a las 15 horas, y la del turno tarde que se va a las 17. Las dos son de Cardenal Cagliero, conocen la comunidad y a las familias, son súper valoradas y respetadas. Y tenemos el cocinero, que es el ídolo de lxs chicxs; todos los días es “¡un aplauso para el cocinero!”. Pero tener los insumos para la cocina es un trabajo extra: hablar con los proveedores, ver que no falte nada, tratar de que la dieta sea balanceada. El “¿qué cocinamos hoy?” es agotador. Todxs lxs profes vienen de Patagones; uno de ellos no tiene medio de movilidad así que hace su trayecto a dedo, y regresa con el cocinero o la seño del jardín”.
muchas veces se opina desde el desconocimiento, desde no haber pisado nunca una institución, desde no saber cómo se trabaja. Se desvaloriza el trabajo docente. Creo que en Cardenal Cagliero, o donde sea, la escuela es un pilar fundamental de la sociedad. Es donde ocurren las cosas más lindas para lxs niños y para las familias
Todxs involucrados
“Somos todxs muy compañerxs; por ejemplo, en el trabajo de la huerta estamos todxs involucrados. El cocinero desde hace varios meses que viene juntando para hacer el abono de la tierra. La auxiliar del turno mañana es la que más conoce de huerta y es la que más ayuda a pensar y organizar ese espacio. Así vamos trabajando, en equipo. Porque es la única manera de lograr cosas”.
Un valor que no se llega a dimensionar
“Soy una gran defensora de la escuela pública y del trabajo docente. Ayer, justamente, lo decía en reunión de directivos: muchas veces se opina desde el desconocimiento, desde no haber pisado nunca una institución, desde no saber cómo se trabaja. Se desvaloriza el trabajo docente. Creo que en Cardenal Cagliero, o donde sea, la escuela es un pilar fundamental de la sociedad. Es donde ocurren las cosas más lindas para lxs niños y para las familias. Tiene un valor que no se llega a dimensionar. Pero, bueno, nosotrxs tenemos que seguir haciendo como ese trabajo de hormiguita. En este momento, la verdad, es que duele tanto que cualquiera venga a decir cosas que a nosotras nos dejan como diciendo “Dios mío, ¿qué está diciendo esta persona?” Las políticas públicas son sumamente necesarias. Que esta escuela haya entrado en los proyectos que tiene la provincia y haya pasado a ser de jornada completa significó para la comunidad un cambio sumamente necesario y es muy valorado. Pensar no solamente desde atrás de un escritorio, sino conocer el territorio y saber que ahí está la necesidad y que hay que hacer algo. Creo que quien quiera gobernar, primero tiene que conocer las comunidades y las instituciones, donde se hace un trabajo impresionante. Y valorar a los docentes, lo que cada uno tiene para decir. Porque todos los días seguimos aprendiendo. Por ejemplo, acá en Patagones y creo que en varios otros lugares, los docentes rurales estamos haciendo un curso de Educación Rural. Y que desde la Provincia o desde la Universidad vengan a ver qué podemos aportar cada uno desde el conocimiento para mejorar, creo que el camino es por ahí. Y no por otros como el individualismo o el que “cada uno sálvese como pueda”. ¡Luchemos para seguir dándole el lugar que se merece a la educación pública!
Maria Julia Lambrecht. Nací y me crie en Carmen de Patagones, estudie la escuela primaria en la EP N°14 «Mariano Zambonini», la escuela secundaria en la EES N° 2 «Islas Malvinas», curse el Profesorado de Educacion Primaria en el ISFDyT 25. Actualmente soy directora de la EP N°30 de Cardenal Cagliero.