Desde SUTEBA Zárate, llegó a 737 un mensajito contando que el Centro de Estudiantes de una escuela secundaria estaba cumpliendo los diez años de actividad ininterrumpida. Quisimos conocer la experiencia y nos contactamos con Daniela Velázquez y Zulema Contín, dos de las profesoras que desde sus comienzos impulsaron este proyecto. Su relato nos adentra en un comprometido trabajo con los derechos humanos, la memoria y la identidad.
Somos profesoras de historia de escuelas secundarias de Zárate, afiliadas al Suteba y colaborando en la Secretaria de Derechos Humanos del Suteba Zárate.
Desde que nos recibimos en el profesorado ISFDYT N° 15 de Campana, venimos trabajando en el espacio educativo y la investigación. Nuestros temas han sido en Historia Reciente, particularmente sobre los Delitos de Lesa Humanidad de la última dictadura cívico-militar y en lo que se denominó Área 400 conformada por Zárate y Campana. Otra parte de nuestras investigaciones es sobre los Pueblos Originarios. Todas nuestras iniciativas y proyectos giran alrededor de los derechos humanos.
En 2008 se abrió un polimodal en la, en ese momento, EGB N° 2 y ahí se dio el encuentro de un grupo de profesoras y profesores con la misma manera de pensar, de ver y analizar la realidad, y con muchas ganas de trabajar para esa escuela. En los años que siguieron fuimos formando nuestro sentido de pertenencia a la misma.
Habíamos sido integrantes del Centro de Estudiantes del Instituto 15 en Campana, donde estudiábamos. Cristian Poli, nuestro actual Secretario General, fue presidente de dicho Centro, Daniela fue la primera secretaria de egresados y Zulema la presidenta, las primeras mujeres en ocupar cargos del Centro en esa institución.
Hace 12 años empezó el sueño de trabajar para que nuestra escuela dejara de ser discriminada. Era una escuela estigmatizada, por los jóvenes que concurrían, que eran de los barrios más vulnerables. Directivos, docentes, auxiliares y alumnxs comenzamos a transitar ese camino, se trabajó mucho. Hubo tristezas y alegrías, pero cada proyecto emprendido hacía que los y las jóvenes sintieran ese mismo sentido de pertenencia y siempre surgía algo que hacer juntos.
Desde el 2008 comenzamos a trabajar en el Proyecto Jóvenes y Memoria de la Comisión Provincial por la Memoria donde hemos presentado 7 audiovisuales y una muestra fotográfica, en Chapadmalal.
En el 2009 se realizó la elección del nombre de la escuela. Votó toda la comunidad Educativa y el nombre elegido fue “16 de septiembre”, conmemoración de la Noche de los Lápices.
Para los festejos del Bicentenario en el 2010 se decidió quitar una placa cuya leyenda decía Proceso de Reorganización Nacional, espacio que quedó sellado con otra frase “nunca más”. Hasta el día de hoy, creemos que es la única placa de la dictadura que se ha sacado de una escuela.
Desde el 2004, la resolución N° 4900 de la DGCyE de la Provincia de Buenos Aires fomentaba la formación de Centros de estudiantes. Nuestra escuela no quedó al margen de esto y desde hace 10 años se encuentra formado el Centro de Estudiantes con una experiencia única en la ciudad de tantos años ininterrumpidos. Habiendo pasado, como estudiantes, por la experiencia del 15 teníamos en claro que la formación de Centros es importantísima, no solo por el valor simbólico, y por todo el trabajo que se pueda hacer en conjunto, sino también por la promoción de compañeros. Por eso es que desde el 1er Centro elegido en el 2010 éste está formado por un Presidente, Vicepresidente y luego son todas Secretarías que tienen un responsable pero que debe formar un equipo para trabajar. De esta manera estamos promocionando a lxs compañerxs y siempre hay un grupo con experiencia para seguir formando al año el siguiente el nuevo centro.
A partir del trabajo del Centro, en los actos de la escuela y con sus compañeros comenzamos a invitar a sobrevivientes, familiares e hijos de desaparecidos, que han pasado por nuestras aulas dándonos sus testimonios. Cabe recordar que en Zarate tenemos 100 desaparecidos, 89 en Campana y 77 en Escobar. También hemos invitado a referentes de los pueblos originarios que nos compartieron sus vivencias, lo hicieron no solo en la Secundaria sino en la Primaria 2 organizados por la compañera docente Lía Perna que ha trabajado siempre este tema con un compromiso muy grande.
En el 2013 formamos parte del Proyecto “Yo voy a los juicios con mi profe” y concurrimos con los cursos superiores al juicio de 29 sobrevivientes de Zarate, Campana y Escobar donde fueron juzgados y sentenciados 4 represores del Área 400. Debemos contar también que nuestra escuela ha tenido como profesores a hijos, hermanos y sobrinos de desaparecidos, como así también alumnos que son sobrinos y nietos de desaparecidos.
Para no extendernos más en el recorrido, del trabajo hecho en la escuela, el año pasado Zulema y la profesora Claudia Calisaya, referente en Zarate y Campana del Proyecto Jóvenes y Memoria, trabajaron junto a los chicos y chicas, sobre los delitos sexuales en la dictadura. Este trabajo -expuesto en Chapadmalal- sirvió para visualizar los abusos cometidos en el Arsenal de Marina de Zárate, ya que se estaba realizando un juicio en el que se juzgaba dichos delitos. También en el contexto del Plan de Escuelas Promotoras trabajamos con los 2dos años, el tema de los pueblos originarios, abordando su historia y su presente. Allí surgió la idea de presentar un proyecto en el ámbito municipal para que las plataformas políticas electorales incorporen los reclamos y necesidades de los pueblos originarios, que estaban en ausentes la mayoría, tanto del ámbito municipal, como del provincial y nacional.
Por otro lado, el año pasado se volvió a conformar el Centro de Estudiantes de la Secundaria 6 de Escalada “Roberto Fontanarrosa” escuela donde también trabaja Daniela y la profesora de Inglés Florencia Palavecino quienes, junto a alumnos y alumnas, frente al golpe de Estado en Bolivia sintieron la necesidad de poder enarbolar la Bandera Wiphala. Desde la escuela se vienen revalorizando sus raíces territoriales, que se palpan a simple vista por ser Escalada una zona rural, donde la lengua de los mayores y de muchos jóvenes es el quechua o el guaraní. Se comenzó a revalorizar estas lenguas, que es, a la vez, valorar la diversidad y rescatar la propia historia que está ligada a la naturaleza de ese lugar.
Así surge el proyecto de investigar en las normativas, leyes, etc., para concretar la fundamentación de una ordenanza municipal, que nos permita enarbolar la bandera wiphala dentro de las escuelas de Zárate y Escalada. Este año dimos con la ordenanza del municipio de Islas Malvinas y vimos la posibilidad de llevarlo a cabo en nuestra ciudad. La presidenta del Centro de Estudiantes de la Secundaria 11, Sol Delosso, y Malena Pereyra, presidenta del Centro de Estudiantes de la Secundaria 6, acompañadas por la Unión de Centros de Estudiantes de Zárate organizaron y armaron el proyecto de ordenanza donde solicitan al HCD la incorporación de la bandera Wiphala junto a las banderas de Ceremonia Nacional y Provincial en todas las instituciones educativas públicas y privadas de la ciudad. Este pedido ya tiene número de expediente y ahora esperamos su tratamiento.
Por último, no queremos dejar de mencionar que el año pasado tomamos contacto con el Grupo Regional de Estudios del Pasado (G.R.E.P.) de la ciudad de Zárate y debido al interés demostrado por nuestra comunidad educativa en rescatar esas raíces territoriales con respecto a los pueblos originarios, proyectamos en conjunto unos encuentros que lamentablemente no se pudieron concretar debido a la pandemia. Pero está sellado el compromiso mutuo en los años que siguen para el trabajo en conjunto de la escuela con este grupo.
Todo esto que hemos relatado es la historia de estas escuelas, que siempre han tenido un camino y es el camino de los derechos humanos -del pasado, del presente y del futuro-, del respeto a la diversidad, del cuidado del medio ambiente, de la educación y protección de nuestrxs jóvenes, porque en ellos está depositado el futuro que no es poca cosa y de nosotrxs depende.