TRINCHERA DE RESISTENCIA Y DIGNIDAD

Reportaje a Cecilia Martínez

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El 11 de septiembre celebramos un nuevo aniversario de la conformación de nuestra CTERA. Para recordar la importancia del nacimiento de este colectivo que nos sigue marcando el camino, hablamos con la querida compañera Cecilia Martínez, dirigente fundacional del SUTEBA y testigo presencial de los primeros pasos de la Confederación.

737: ¿Cómo era el panorama político en los momentos que se crea la CTERA?

Cecilia Martínez: La CTERA se constituye el 11 de septiembre de 1973, el mismo día que Pinochet da el golpe de Estado en Chile y matan a Salvador Allende. La primera declaración que saca el Congreso constitutivo de la CTERA, que se estaba constituyendo todavía y no existía aún como CTERA, fue un repudio al golpe militar en Chile. Esto es una marca de origen significativa en la Confederación.

MARINA VILTE (Foto: Archivo SUTEBA)

Estábamos en las décadas del ’60 y ’70, yo les digo las ‘décadas rebeldes’. Fueron años convulsionados y de avances importantes en el mundo. Se dio el “Mayo Francés”, Salvador Allende gobernaba en Chile, se liberaron países africanos -fundamentalmente de la colonia francesa-; hubo rebeliones estudiantiles en todos lados, pero Tlatelolco, en México, fue muy significativa.

En Argentina estábamos en la dictadura de Onganía, Levingston y Lanusse, del ‘66 al ‘73. Era la época de la resistencia peronista y de la consigna «Luche y vuelve», con luchas populares por el regreso de Perón, quien estaba en el exilio y no podía volver, además de estar proscripto el peronismo. También había un movimiento obrero muy pujante, que desarrolló jornadas históricas como el Cordobazo y el Mendozazo. En ese marco, había distintas Organizaciones gremiales, por lo menos una en cada provincia. Por entonces, nuestra Organización provincial como Docentes era la Federación Sarmiento.

737: ¿De qué manera estaba organizada la docencia previo a los primeros pasos en la conformación de la CTERA?

C.M.: En el país, previo a la CTERA, había un sector de los gremios docentes con influencias del radicalismo, el Partido Comunista y el socialismo democrático, cuyo referente era Alfredo Bravo. Este sector se agrupó a nivel nacional sin hacer una organización, de acuerdo a las corrientes de pensamiento, y se formó el Acuerdo de Nucleamientos Docentes. También existían otros sectores, más vinculados al peronismo, que conducían Sindicatos Únicos del interior del país, con las figuras de Isauro Arancibia, Marina Vilte, Marcos Garceti, entre otrxs.

Hasta 1972, en Buenos Aires, todxs pertenecíamos a la Federación Sarmiento. En nuestro caso, surgieron acciones contrarias a la conducción de la Federación, situación con la que, años después, terminaríamos constituyendo el SUTEBA.

Había una situación de atomización, no existía una organización nacional que nucleara a todxs. Entonces, en julio de 1973, en un hotel de la UEPC en Huerta Grande, Córdoba, se hacen las jornadas preparatorias para el Congreso unificador. Allí se reunieron todas las organizaciones atomizadas del país y nosotrxs participamos como Uniones de Educadores, porque la Federación Sarmiento nos había expulsado en 1972 por parar con la docencia del resto del país. En ese marco, se convocaban varios paros nacionales desde distintas organizaciones docentes, pero la única que no participaba era la Federación Sarmiento. Desde un grupo del conurbano bonaerense, encabezamos una acción que significó ‘indisciplina gremial’ al comenzar a parar con el resto del país. La Federación Sarmiento expulsó a 20 distritos y a todo el conurbano bonaerense, como La Matanza, Morón, Merlo; lo que hoy son Seccionales del SUTEBA.

La CTERA siempre tuvo un compromiso muy fuerte, más allá de la defensa irrestricta de la Escuela Pública y de los derechos de lxs compañerxs. Nunca fue una organización corporativa, siempre tuvo un fuerte compromiso con las distintas etapas políticas que atravesó el país, con el Derecho Social a la Educación de lxs pibxs y con las luchas populares.

En las jornadas preparatorias del Congreso Constitutivo de la CTERA participamos todxs lxs Docentes de todas las Organizaciones del país durante 6 días en Huerta Grande, Córdoba. Allí se unificaron las distintas tendencias: lxs vinculadxs al Partido Comunista, al socialismo, al radicalismo; y lxs que estábamos más ligadxs al peronismo, al movimiento obrero y a la CGT de ese momento que peleaba fuertemente por la vuelta de Perón, por reivindicaciones propias y resistía contra la dictadura de Onganía. Con mucho debate y mucha discusión, propias de concepciones bastante distintas, se tomaron acuerdos para poder llegar a un Congreso Constitutivo con el propósito de constituir una organización nacional que nucleara a toda la docencia del país, a todos los Sindicatos y subsumiera todas las corrientes ideológicas.

737: ¿Cómo se desarrolló el Congreso Constitutivo de la CTERA?

C.M.: En ese momento estaba muy en debate qué éramos lxs Docentes, si éramos profesionales, educadorxs o si éramos Trabajadorxs. Fue clave el debate del nombre cuando nos reunimos finalmente para hacer el Congreso Constitutivo de la CTERA en Buenos Aires, del 9 al 12 de septiembre de 1973, en una Escuela de Villa Pueyrredón, para continuar lo que se había planificado en Huerta Grande. El 11 de septiembre, Día del/la Maestrx, se constituye la CTERA, se aprueban los estatutos y se le pone nombre.

La discusión para ponerle el nombre a la CTERA duró un día entero, para saber si lxs Docentes nos llamábamos Trabajadorxs de la Educación y así llamarla Confederación de Trabajadorxs de la Educación, o Confederación de Educadorxs. Hoy nos parece normal llamarnos Trabajadorxs de la Educación, pero fue un gran debate entre las dos corrientes fundamentales que había dentro de la CTERA. En la corriente que participábamos, compartíamos espacio con compañerxs que hoy están muertxs o desaparecidxs, como Marina Vilte, Isauro Arancibia, Eduardo  Requena y otrxs tantxs.

Eduardo Requena

737: Esos encuentros comenzaron para conocer y unificar las demandas de otras provincias. ¿Cómo lo vivieron?

C.M.: Fue un camino largo que la CTERA desarrolló para encontrar ejes nacionales. En la Carpa Blanca, la Marcha Blanca, nosotrxs sosteníamos 3 reivindicaciones: Paritaria Nacional, Ley Nacional de Educación (derogación de la Ley Federal de Menem) y un salario unificado para todo el país, un mínimo para que ningún/a Docente del país cobrara menos que eso. Todo eso significó años de debate en el comienzo de la CTERA, los reclamos a nivel nacional eran sumatorios de los reclamos de cada Provincia. Tardamos mucho en encontrar esos ejes nacionales para que unifiquen a toda la docencia del país.

En el surgimiento de la CTERA logramos unificar reclamos nacionales que nos englobaban a todxs. Con 7 años de dictadura cívico militar en el medio, eso hay que decirlo. La CTERA nace en el ‘73 y en el ‘76 es el golpe de Estado, donde fuimos muy castigadxs: persecuciones, muertes, encarcelamientos, cesantías. Fuimos uno de los Sindicatos más castigados como Organización. 

737: Cuando se concreta la fundación, ¿cuáles fueron los objetivos que se propusieron?

C.M.: La declaración de principios de la CTERA fue un programa fundacional del Consejo Constitutivo. La defensa de la Escuela Pública, una Educación gratuita, obligatoria, laica. Y, por supuesto, los derechos de lxs Trabajadorxs de la Educación (estabilidad en el cargo, concursos para ascender que no existía tal instancia, Estatuto del Docente) y de lxs Estudiantes.

A lxs jóvenes siempre les digo lo mismo: que sean irreverentes, que no digan a todo que sí, que cuestionen, que interpelen, que se rebelen; como nos rebelamos nosotrxs cuando teníamos 20 años. Si no, no hubiera existido ni la CTERA ni el SUTEBA

737: La CTERA siempre fue símbolo de resistencia: en la dictadura, en el menemato y también en el macrismo. ¿Qué significa para vos que la Organización haya tenido todo ese recorrido con la misma coherencia y convicción?

Isauro Arancibia (Foto: Archivo SUTEBA)

C.M.: Siento orgullo, es lo primero que me viene a la cabeza. Estoy muy orgullosa del SUTEBA y de la CTERA fundamentalmente por eso, porque fue una trinchera de resistencia y de dignidad desde recién nacida. Durante la dictadura se resistió a la persecución, a la muerte, al exilio, a todo lo que se apareciera. La CTERA siguió en pie, dio pelea durante la dictadura, contra el menemato, contra las políticas neoliberales, contra el Gobierno de Macri. Durante los mandatos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández fue muy importante haber avanzado en una Ley de Educación Nacional, en la que la CTERA tuvo una participación muy grande en su elaboración, y la Ley de Financiamiento Educativo.

La CTERA siempre tuvo un compromiso muy fuerte, más allá de la defensa irrestricta de la Escuela Pública y de los derechos de lxs compañerxs. Nunca fue una organización corporativa, siempre tuvo un fuerte compromiso con las distintas etapas políticas que atravesó el país, con el Derecho Social a la Educación de lxs pibxs y con las luchas populares. Siempre la CTERA estuvo donde tenía que estar. Pero en términos de decisiones políticas, se caracteriza fundamentalmente por eso, por nuestro compromiso y por ser parte de la lucha de lxs Trabajadorxs y de sectores populares, en lugares de resistencia o de avance. Siempre tuvo autonomía a la hora de tomar decisiones y esa es una virtud muy grande. Fuimos y somos absolutamente coherentes con nuestra historia y con lo que pasa en nuestro país.

737: ¿Qué mensajes les darías a las nuevas generaciones que se están formando en la docencia?

C.M.: A lxs jóvenes siempre les digo lo mismo: que sean irreverentes, que no digan a todo que sí, que cuestionen, que interpelen, que se rebelen; como nos rebelamos nosotrxs cuando teníamos 20 años. Si no, no hubiera existido ni la CTERA ni el SUTEBA. Ese es el papel de lxs jóvenes. Y formarse, tienen que leer, leer mucho. Pero no solo política, no solo pedagogía, también literatura; además de ver mucho cine. –finaliza de modo risueño nuestra querida compañera Cecilia Martínez.


De esta manera, recordamos el 47º aniversario de la constitución de la CTERA, un proceso largo de unidad y organización de la docencia argentina. Levantando las banderas y honrando el legado que nos dejaron Isauro Arancibia, Marina Vilte y Eduardo Requena; entre tantxs otrxs que protagonizaron aquellos sucesos que han dejado la huella más hermosa en la historia del sindicalismo argentino.

Es con este legado histórico que hoy también recordamos y reivindicamos a Carlos Fuentealba, Sandra y Rubén, y lxs más de 600 Docentes detenidxs desaparecidxs; con coherencia, convicción y firmeza, nuestra Confederación es símbolo fundamental de la defensa de la Educación Pública, los derechos de lxs Trabajadorxs de la Educación y de lxs Estudiantes en todo el país.