QUE EL BOSQUE ESTÉ EN CADA CASA

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Los vínculos con las comunidades, las conexiones entre compañerxs, la presencia en las escuelas, en las casas y en la “nube”: 737 entrevista a profes de Especial de la provincia para que visibilicen la ardua tarea que es sostener el derecho a la educación para todxs.

“Este contexto nos plantea cuestiones diferentes día a día, minuto a minuto. Es muy complejo, todos estamos aprendiendo todo, porque la pandemia no nos dio tiempo para esbozar formas de acercar la escuela a los hogares”.

Así comienza Gladys Giménez, maestra de inclusión en la Escuela 503 de Mar Chiquita y Vicedirectora de la Escuela 514 de General Pueyrredón, a describir lo que podría ser el estado de situación de la Educación Especial en nuestra provincia. Una modalidad que por ocuparse de diversidad de problemáticas, presenta hoy distintas realidades:

Ilustración: Lorena Baudriz

Para Nancy Libertella, docente de la Escuela 516 de La Matanza, la situación desatada por la cuarentena “en un primer momento fue muy difícil porque la escuela está ubicada en un barrio que no está en igualdad de condiciones a como podemos, quizás, vivir nosotros. No hay computadora, conectividad, datos. No todos tienen su propio celular”.

Jesica Farías, refiriéndose a su trabajo en la Escuela N°502, Domiciliaria y Hospitalaria de La Matanza, dice que “la gran dificultad que nos tocó fue que la mayoría de las inscripciones y re inscripciones en el secundario no se llegaron a realizar. Entonces lo que se decidió fue seguir acompañando a alumnos que sabíamos que iban a seguir en domiciliaria por un relevamiento que hicieron los docentes y el equipo técnico. Aunque no presenten el certificado médico, que es uno de los requisitos para domiciliaria”

estamos adaptándonos y haciendo lo que se puede y más para garantizar la educación

Stella Cáceres – Docente- Daireaux

“Yo trabajo en orientación manual -cuenta Stella Cáceres, docente de la Escuela 501, de Daireaux-  trato de hacer actividades para el desarrollo de la motricidad fina, preparo materiales y las tareas para la casa. Si vamos a trabajar con enhebrado, tengo que armar todo ese material; si necesitan hacer dactilopintura, suministrar la témpera; parecen detalles pero demanda mucho tiempo. Y se los alcanzo a los domicilios. Tomo los recaudos necesarios, con tapaboca y respetando distancia. Acá estamos habilitados para salir hasta las 17”.

Gladys, hablando de lo que significa en este contexto el trabajo en inclusión relata: “Es muy complejo, tenemos que ponernos en contacto con cada uno de nuestros alumnos y trabajar con la maestra de grado de nivel, relevando contenidos, hacer lo más didáctico posible lo que vamos a trabajar, mantener estrecho vínculo con cada familia, acompañar. Debido a las dificultades que hay en cada uno de los hogares, la franja horaria no se puede delimitar, porque cada uno se conecta en el horario que puede o se les permite. Hay hogares que tienen conectividad a través de una computadora o un solo celular y tienen que usarlo la mamá, el papá, el hijo… Así como estamos aprendiendo nosotros, también están aprendiendo ellos”.

Jesica, en su cargo de docente de inclusión en la Escuela 517 de Virrey del Pino, tuvo “que empezar a tejer lazos para llegar a alumnos que no conocía. Fue un trabajo de los directivos, del equipo y también mío, buscar teléfonos para poder llegar a la escuelas, a los directivos, a los equipos, a la maestra y a esa familia para poder conectarme con el alumno. Tardamos una semana en lograr eso. Están todos conectados excepto un alumno que no tiene celular, entonces los docentes del colegio me dieron la dirección y fui a buscarlo, pero no era esa la dirección donde estaba. Averiguando en el barrio llegué a la casa y le pude dejar actividades. Son siete hermanitos y la mamá estaba muy preocupada porque no podía con todos a la hora de la tarea. Entonces hablé con la directora del colegio y con el equipo, y lo que se nos ocurrió fue llevar actividades lúdicas para que jugaran todos en la casa. Se orientó a la madre para jugar, por ejemplo, una rayuela con números redondos. También se llevaron cuentos para que los chicos disfruten con la lectura a través de la madre”.

Las dificultades de todo tipo que escuelas y docentes están enfrentando, lejos de paralizar las iniciativas, las potencian.

Nancy:  “Pensábamos, ¿cómo estarán viviendo esto?, ¿qué entienden?, ¿qué estará pasando con ellos y la familia? Cuando empezaron a llegar los bolsones de mercadería, dijimos éste es el momento para nosotros, como escuela, de que se les puede hacer llegar algo. Nos preguntamos, ¿en qué piensan en la cuarentena?. Por eso imaginamos una historieta, donde ellos sean los personajes. Dijimos de hacer pequeñas técnicas de escritura, por ejemplo ¿qué desayunaste hoy? Y también contar nosotros. La idea es tener la mayor información de todo lo que pasa, la relación familiar, cómo es la casa, cómo están, que comieron, qué podemos cocinar. Hay un montón de historias familiares que es el momento de conocer y que ellos nos vayan contando. Eso va a ser a través de esta historieta, o libro, o agenda, no sabemos todavía la producción final. Lo importante es que nos vayamos conectando en esta cuarentena.

Cuando empezaron a llegar los bolsones de mercadería, dijimos éste es el momento para nosotros, como escuela, de que se les puede hacer llegar algo

Nancy Libertella – Docente – La Matanza

Stella: “En la escuela mis compañeros y compañeras están trabajando con diferentes recursos, se utiliza Canal Encuentro, Paka Paka, revistas interactivas y material impreso que hace la escuela, es decir la familia no hace fotocopias. También se trabaja con los cuadernillos que envió la provincia, adecuándolos. La escuela atiende a todas las escuelas donde hay alumnos con proyecto de inclusión, por ejemplo a una que está en una localidad a 120 km. Se está enviando el asesoramiento a las docentes para que se pueda llevar adelante todo de la mejor manera. Es una tarea ardua para toda la escuela, estamos adaptándonos y haciendo lo que se puede y más para garantizar la educación”.

Nancy: “Ahora lo que buscamos es que otros -otra maestra, un profe de la secundaria que conocen- les pueda charlar, que les llegue otra palabra, que alguien les mande una música, una lectura de poesía, un mensaje, un pedido. Es como que eso también articula, tratamos de que la escuela articule entre todos.

Desde su mirada en el puesto de Vicedirectora, Gladys señala otras dificultades y desafíos diarios: “Hay que establecer vínculos y relaciones más estrechas con toda la planta docente para poder asegurar el derecho de la educación, que es competencia del Estado. El uso de los medios digitales plantea una tarea muy dificultosa, hay muchas barreras en el medio. Hay familias que no tienen para comer en el día a día, entonces tener un teléfono con la tecnología suficiente para poder conectarse o un paquete de datos disponible es una preocupación de segundo o tercer plano”.

“Lo bueno que salió es la solidaridad; -resalta Jesica– tenemos un grupo de whatsapp dónde estamos los docentes y ante las dificultades que presenta cada familia todos tratamos de buscar la manera de poder solucionarlo. Por ejemplo, a una familia en González Catán le costaba mucho comer, no tenía los medios; entonces todos empezamos a buscar dónde el ejército daba comida y encontramos un lugar cerca de la casa para que fueran. Otro alumno, que está internado, la familia tenía que pagar el alquiler, no podía mudarse muy lejos porque tenían que estar cerca del hospital donde el nene estaba en tratamiento. Entonces se generó una cuenta que empezamos a compartir, y el que quiere y puede aporta algo para ayudar a la familia”.

Estamos tratando de dejar registro de todo lo que se hace para que de alguna manera se recapitalice luego y podamos sacar cosas muy valorables y aprendizajes significativos de lo que estamos atravesando en esta pandemia

Gladys Giménez – Maestra de inclusión y Vicedirectora – Gral Pueyrredón

Nancy: “Cuando fue lo de los bolsones que entregamos cada docente, la primera vez mandamos un pedacito de guirnalda para las casas, para poner un poco de color. Y en la última entrega hicimos frasquitos con tierras y suculentas: el bosque de la escuela para que pueda estar en sus casas. Es difícil estar encerrados; nos pasa a nosotros y ellos también están perdidos. Queremos mantener esto de buscarnos, charlar. Nos han llegado mensajes a la noche y uno los contesta…””.

La Educación Especial en tiempos de pandemia tiene frente a sí enormes dificultades pero también deja, en la reflexión de estas docentes, un nuevo horizonte a pensar:

Gladys: “Cada uno de los hogares, cada uno de los chicos, es una realidad distinta, una necesidad distinta. Tenemos que estar buscando estrategias para que no se ahonde aun más la desigualdad social que hay en la Argentina. El escenario de pandemia pone de relieve esa enorme diferencia entre sectores que tienen acceso a las herramientas digitales y a los que no”.

Jesica: “Lo importante es saber qué es lo que están necesitando. Por ejemplo, acá es una zona muy inundable, hay muchos alumnos que les entra el agua; la otra vez que llovió estábamos muy pendientes de eso”.

Ilustración: Lorena Baudriz

Se orientó a la madre para jugar, por ejemplo, una rayuela con números redondos. También se llevaron cuentos para que los chicos disfruten con la lectura a través de la madre

Jesica Farías – Maestra Domiciliaria y Hospitalaria – La Matanza

Nancy : “Como escuela se fue buscando la forma de estar conectados todos como compañeros. Armamos un grupo, “ronda de palabras”, y llegan textos, lecturas, poesías, audios, música”.

Gladys: “Estamos tratando de dejar registro de todo lo que se hace para que de alguna manera se recapitalice luego y podamos sacar cosas muy valorables y aprendizajes significativos de lo que estamos atravesando en esta pandemia”.

Stella: “Más allá de que cada uno pone su mayor esfuerzo para que esto se sostenga, no concibo la educación sin escuela, sin el vínculo. El espacio es la escuela, el estar, el acompañar. Este aislamiento, cada día me hace pensar que realmente donde se da el verdadero acto de enseñar y aprender es en la escuela. La enseñanza más grande que nos deja esto es valorar que la escuela la hacemos entre todos y todas”.