Siete3Siete conversó con Nadia Fink, una de lxs creadorxs de la colección de libros “Antiprincesas” y “Antihéroes”de la Editorial autogestiva Chirimbote, quien nos cuenta la historia de estas bellas series de libros para las infancias con perspectiva de género.
Chirimbote es una editorial independiente que promueve nuevas miradas y enfoques de la vida y el mundo. Se conformó como colectivo autogestivo, promotor de prácticas de comercialización justas y respetuosas, a partir del trabajo y la unión de la escritora y periodista Nadia Fink, el dibujante Emiliano “Pitu” Saá y el diseñador Martín Azcurra.
Hoy en día, Chirimbote es una cooperativa de 8 personas que están consolidando una red nacional e internacional con grupos editores independientes y familiares, haciendo hincapié en el vínculo con docentes, instituciones educativas, librerías independientes, organizaciones sociales y medios comunitarios, como forma de expandir obras e ideas contra hegemónicas. Con la idea de mantener los precios accesibles para todes, llegan fuera del país a través de libros virtuales y respetando los derechos de autora y autor.
Una vez más, los libros se convierten en territorios donde disputar los sentidos que se traducen en relaciones de poder entre varones, mujeres y disidencias.
En su página web, expresan: “Estamos convencidxs de que la industria cultural dominante no comprende las inquietudes de una nueva generación de chicxs”.
Una vez más, los libros se convierten en territorios donde disputar los sentidos que se traducen en relaciones de poder entre varones, mujeres y disidencias.
737: – ¿En qué año comenzaron? ¿Cómo surgió la necesidad de crear estos nuevos materiales desde una mirada contrahegemónica?
Nadia Fink: Chirimbote surgió en marzo de 2015. Nace primero como un sello de fantasía, de la mano de la primera Antiprincesa que fue Frida Kahlo. Sentíamos que había un vacío, un poco llenado por Paka-Paka si se quiere, que fue pionero de alguna manera; pero que todavía faltaba esa mirada. Había un trabajo de editoriales alternativas, más progres o de izquierda, que estaban apuntando a adultes y adolescentes; pero en relación a la niñez no había material. Por eso comenzamos a trabajar rompiendo estereotipos; ya el nombre marcaba este camino. En junio de 2015, el lanzamiento de la Antiprincesa Violeta Parra coincide con el primer Ni Una Menos, que puso en la calle y de relieve todo lo que se estaba conformando con los feminismos. Y a partir de eso también sentimos que estábamos acompañando ese proceso social de repensar todo con una perspectiva de género.
737: – ¿Qué papel cumplen hoy en día el arte y la literatura en la consolidación de derechos de las mujeres y las disidencias?
N.F.: El arte siempre juega un papel muy importante para traccionar nuevas miradas y puntos de vista, para correr velos. Particularmente, creemos que la nueva mirada de Chirimbote, que intenta captar estas perspectivas más amplias en cuanto a posibilidades de ser, de desear y de amar, obviamente influye en sintonía con un conjunto de otras cosas. La posibilidad de poder hablar desde esta nueva perspectiva nos la dio el feminismo popular y su lucha, que puso todo esto que estaba pasando sobre la mesa para que se pueda conversar. Acompañamos este proceso y también un poco somos parte, porque Chirimbote viene de ahí, de la calle, de los territorios.
737: – ¿Cuál es la revisión histórica que se propone desde las tiradas de Antiprincesas y Antihéroes?
N.F.: Tiene que ver con repensar los puntos de vista desde donde se cuenta la historia. En general la historia la cuentan los varones y la gente que «ganó». Y eso se relaciona con los lugares que ocupaban, espacios de poder, pero también porque en general el lenguaje escrito era propiedad de los hombres y de las clases altas, que eran quienes tenían tiempo de sentarse a leer y escribir… Nosotras tuvimos un papel principal en la transmisión oral, que de alguna manera se pierde cuando se pasa a la palabra escrita. Por supuesto que esto también es un punto de vista político, quienes tenemos la posibilidad de contar la historia somos quienes escribimos… Y lo digo porque me parece importante repensarlo.
Con Antiprincesas volvemos a contar historias pero teniendo perspectiva de género, eso ya de por sí te modifica muchas cosas… Hacemos foco en la acción, en la obra y en la vida de las mujeres y no tanto en sus compañeros, sus amores y desamores.
Con Antiprincesas volvemos a contar historias pero teniendo perspectiva de género, eso ya de por sí te modifica muchas cosas… Hacemos foco en la acción, en la obra y en la vida de las mujeres y no tanto en sus compañeros, sus amores y desamores.
737: – ¿Cuál es la importancia de trabajar estas realidades en las Escuelas, dentro de una perspectiva de ESI?
N.F.: Trabajar la ESI es primordial. Si bien es una ley a la que hoy podemos criticarle algunas cosas, fue la mejor que pudimos tener; por eso hay que quererla y hacerla valer. Aun así creo que, partiendo de la integralidad, muchas veces la ESI se desdibuja y queda librada solo a quienes están dentro de las escuelas que tienen que lidiar con las familias, con les estudiantes y con lxs directivxs al mismo tiempo… En ese punto a veces juega un poco también el no animarse, porque para dar ESI también hay que revisar la propia historia, los estereotipos que nos atravesaron en nuestras crianzas y demás. Pienso que es fundamental seguir trabajando en esto y sumar a la ley que ya tenemos una perspectiva travesti trans.
Para promover mundos más justos y con menos estereotipos, pensar cómo educar a les niñes en relaciones más igualitarias debe ser el primer paso.