ACERCANDO DERECHOS

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Nacieron a mediados de los 90 para ayudar a docentes y auxiliares a cumplir el sueño de la casa propia. Hoy, a más de 25 años de la creación de la primera COOPTEBA en La Matanza, las Cooperativas de Vivienda de los Trabajadores de la Educación de la Provincia de Buenos Aires son una realidad en 20 distritos del territorio bonaerense.

“Corrían los años 90, en plena crisis de desocupación y también habitacional. La necesidad de vivienda era mucha y se planteó en La Matanza la iniciativa de generar un sistema para llegar a la casa propia”, nos cuenta Pablo Masciangelo, presidente de la Federación de Cooperativas de Vivienda y Consumo de los Trabajadores de la Educación de la Provincia de Buenos Aires (FECOOPTEBA), entidad que agrupa a todas las COOPTEBA.

La falta de planes masivos de construcción de viviendas por parte del Estado y el hecho de que la mayoría de lxs docentes tampoco calificaba para créditos bancarios, fueron los factores que originaron la decisión del SUTEBA de promover cooperativas de vivienda.

«El SUTEBA, como trama organizativa, pensando en las necesidades de compañeras y compañeros trabajadorxs de la educación, se encuentra ante un desafío: organizar la demanda de vivienda, para luego organizar la solución, el circuito virtuoso que respondiera a esa demanda. Conoce otras experiencias y a partir de ellas construye la propia. Se decide dar inicio a la construcción de un modelo de Cooperativa autogestionada y autofinanciada, otra forma de organizarse lxs trabajadorxs. Un modelo organizativo, administrativo, de gestión diferente a lo más generalizado, el modelo COOPTEBA”, agrega Masciangelo, y explica: “lxs asociadxs aportan una cuota mensual conformada por el costo de producción de suelo urbano, el costo del terreno y el de la construcción, más un porcentaje para gastos administrativos, que se modifica con el aumento del salario docente como resultado de las paritarias. Esta cuota difiere de acuerdo al distrito de la Provincia en que se encuentra la COOPTEBA”.
“Esta propuesta de organización es tomada por distintas Seccionales del Sindicato que van armando COOPTEBAS en sus municipios, con el tiempo se conforma la Federación y hoy ya se han construido alrededor de mil viviendas».

“Los proyectos de construcción, tanto de viviendas como de edificios, son discutidos con lxs asociadxs. Se presenta un proyecto, se discute con lxs asociadxs y luego se avanza. Las viviendas están destinadas a afiliadxs y a empleadxs del SUTEBA y en algunas cooperativas también a afiliadxs de la CTA de lxs Trabajadorxs”, amplía.

Otro elemento novedoso de las COOPTEBA son las llamadas viviendas transitorias, “que muy pocas cooperativas en general lo tienen. Se les ofrecen a aquellas familias que están alquilando y que eso les impide hacer el aporte a la Cooperativa para llegar a su vivienda definitiva. Entonces se les ofrece la vivienda transitoria, de la cual lxs asociadxs se hacen cargo del mantenimiento, los servicios, los gastos comunes”.

La primera experiencia: COOPTEBA La Matanza

“Arranca en el año 95, cuando el SUTEBA realiza una encuesta a muchxs docentes y surge la necesidad de la vivienda y que muchxs no calificaban para créditos bancarios. Nacemos, como espacio físico, en el tercer piso del viejo sindicato, acá en San Justo”, nos cuenta Violeta Cycan, presidenta de COOPTEBA La Matanza.

“Nuestra primera asamblea constitutiva se realizó el 9 de diciembre del 95, con el Plan 1, integrado por 50 socixs fundadorxs. Al año siguiente, en el 96, compramos el primer terreno y se comenzaron a construir seis viviendas en la calle Roque Pérez, obra llamada “Utopía”, inaugurada en el marco de la Carpa Blanca”.

Violeta relata cómo se fue dando el crecimiento de COOPTEBA La Matanza, que pasó por varias etapas. “Del 96 al 2000 tuvo un crecimiento lineal, con 177 socixs, con modelos grande y chico nada más, y 60 cuotas iniciales. En 2001 y 2002 tuvimos la crisis económica con estancamiento, con apenas algunos socios más, 229, y ahí agregamos el modelo mediano. Y a partir de 2013 tenemos un crecimiento más exponencial, empezamos a tener nuestra sede propia, llamada Angel Panza, en homenaje al compañero ayunante que cortó la cinta en nuestra primera obra Utopía”.

La falta de planes masivos de construcción de viviendas por parte del Estado y el hecho de que la mayoría de lxs docentes tampoco calificaba para créditos bancarios, fueron los factores que originaron la decisión del SUTEBA de promover cooperativas de vivienda

“A partir de ahí empezamos a tener 63 obras entregadas, 510 viviendas en diferentes zonas del distrito de La Matanza. Tenemos 11 obras en construcción, con 176 viviendas, 17 obras a proyectar en los próximos dos años, con 207 viviendas más y cuatro terrenos comprados. Además, contamos con 32 viviendas transitorias”.

“También tenemos un SUM, al que le pusimos el nombre de nuestra querida compañera Mary Sánchez, y tenemos ahí un espacio de articulación con muchas instituciones del distrito y organizaciones y grupos familiares de lxs socixs”.

“De estas articulaciones surgieron jóvenes egresadxs de la Escuela Técnica 3 y de la Universidad Nacional de La Matanza. Y son lxs propixs jóvenes que hicieron pasantías y actualmente forman parte de los equipos de trabajo de nuestra Secretaría de Obras. Los nuevos equipos hacen los proyectos, la gestión municipal, los cómputos y la capacitación interna a lxs jóvenes que se van incorporando”.

“Y desde esta Secretaría de Obras coordinamos con otras secretarías como Finanzas, Administrativa, Prensa, Educación, Promoción, Documentación y Atención al Público. Realizamos actividades, que ahora por la pandemia están suspendidas, como ferias, concursos escolares, préstamos de libros, juguetes. El Banco Credicoop nos da donaciones, como muebles y libros, que también vamos entregando a las diferentes instituciones del distrito”, añade Cycan.

“Actualmente tenemos en curso el Plan 26, ya que abrimos un plan por año. Estamos orgullosxs de nuestra COOPTEBA y fuimos reconocidxs en el distrito como entidad de bien público por la compañera Verónica Magario”.

Patagones: Construir comunidad

“COOPTEBA Patagones empezó a gestarse hace ya 15 años, en 2006, y se constituyó formalmente un año después. Es una organización que está nucleada en la CTA, por lo que se asocian no solo trabajadores y trabajadoras de la educación, sino de distintos sectores”, subraya Nicolás García, uno de los fundadores y primer presidente.

“Desde ese año hasta la fecha hemos construido 75 viviendas, un barrio completo de 55 y el resto en un barrio nuevo. Trabajamos también haciendo infraestructura, produciendo suelo urbano, una experiencia que fuimos aprendiendo sobre la marcha, que no es solo pegar ladrillos, sino que hay todo un trabajo diverso que implica producir hábitat: las casas y todo el suelo urbano que necesitan las casas para vivir y todo lo que es el equipamiento, y también es construir comunidad”.

García destaca la trama de organización social desarrollada alrededor de la Cooperativa. “Si bien tiene el objetivo claro de resolver el problema habitacional de los compañeros y compañeras, siempre lo vimos como un factor generador de organización social que permite resolver distintos problemas de la comunidad. Le damos mucha trascendencia a que esté vinculado con el SUTEBA, que es como la organización matriz”.

“Por otro lado, es importante destacar que a partir de la demanda generada por COOPTEBA, fuimos pensando que esa demanda comunitaria sea atendida por trabajadorxs de la CTA, y fue el factor de creación de nuestro Centro de Formación Profesional 403 de la CTA, y a lo largo de los años hemos generado formas de organización que construyeron las viviendas”.

“A partir de esa experiencia fuimos pensando y organizando otras experiencias de economía del trabajo para producir bienes y servicios que atiendan otras demandas de los barrios, pero también otras demandas del pueblo en general, como la temática del cuidado de personas, también la producción textil y la producción de alimentos como formas complementarias”.

Si bien tiene el objetivo claro de resolver el problema habitacional de los compañeros y compañeras, siempre lo vimos como un factor generador de organización social que permite resolver distintos problemas de la comunidad. Le damos mucha trascendencia a que esté vinculado con el SUTEBA, que es como la organización matriz

“Siempre tenemos el desafío de ir sumando y enriqueciendo la propuesta, de darle trascendencia política, en el sentido de que son maneras de ser protagonistas en la producción, algo que muchas veces nos está vedado a los trabajadores y trabajadoras. Pensar qué cosas se necesitan producir, cómo se pueden producir, cuál es el sentido de esa producción, y a partir de eso, concretarla”.

“Patagones es un caso particular más de un fenómeno general que ya tiene historia, y que apostamos a que genere un círculo virtuoso con las políticas que se pueden generar desde el Estado para hacerlas más potentes”, concluye Nicolás.  

Rauch: Los valores del cooperativismo

“En 2011 se constituyó COOPTEBA, en el marco de nuestro sindicato, que firmó un convenio de donación y colaboración con la Municipalidad de Rauch. Esto se constituyó donando cuatro manzanas, y en 2017 se firmó un convenio con el Instituto de la Vivienda para avanzar en la asistencia financiera para la construcción de 56 viviendas”, comenta Liliana Cirulo, Síndico Titular de COOPTEBA Rauch.

“Esta articulación con el Estado municipal fue convalidada por el Concejo Deliberante, que participó de la aprobación del convenio, listados de beneficiarixs, de adjudicatarixs, y todas las acciones que se celebraron a través de diversas ordenanzas”.

Liliana subraya también que “esta entrega de 56 viviendas, que se efectivizó el 29 de marzo de 2019, es una de las evidencias de que la trayectoria de los valores del cooperativismo fue uno de los ejes de articulación, a partir de la cual construimos otros espacios cooperativos. En nuestro mismo sindicato se constituyó la Cooperativa Mayo, en la que se organizaron trabajadorxs de la construcción y se pudo generar y participar en la construcción del COOPTEBA”.

esta entrega de 56 viviendas (…) es una de las evidencias de que la trayectoria de los valores del cooperativismo fue uno de los ejes de articulación, a partir de la cual construimos otros espacios cooperativos. En nuestro mismo sindicato se constituyó la Cooperativa Mayo, en la que se organizaron trabajadorxs de la construcción y se pudo generar y participar en la construcción del COOPTEBA

“Entre 2018 y 2019 se constituyó un segundo grupo, con 93 familias. Con una apertura de trabajadorxes en el marco de nuestra CTA, trabajadores de cooperativas y del sindicato, hemos avanzado. El 8 de abril hicimos la presentación en el Instituto de la Vivienda con esta nómina de 93 familias y la identificación de la georeferenciación de lotes que el Municipio ha expresado en tres manzanas completas con servicios realizados por Provincia”.

General Las Heras: Abierta a todxs lxs trabajadorxs

“Se inició en 2009 con un grupo pequeño, nos llevó un tiempo poder comprar el primer terreno y la verdad que no se hacía fácil, porque los terrenos acá en Las Heras son realmente muy caros”, dice Graciela Fernández, presidenta de Coopteba General Las Heras. “Nuestra cooperativa es abierta a todxs lxs trabajadorxs, afiliadxs a CTA por supuesto, pero no solamente para docentes. Así lo decidimos cuando empezamos y así continuamos”.

“La Matanza nos prestó un primer crédito para dar un poco más de confianza a esxs socixs que estaban aportando sin todavía ver plasmado ese dinero en nada. De esa manera podemos empezar a comprar los dos primeros terrenos, de 20 x 43 cada uno, y así esxs siete socixs poder tener más confianza para seguir, porque se hacía bastante difícil en ese momento”.

“Hoy tenemos cinco casas en ese primer plan, faltan solamente dos para terminarlo. Tenemos un segundo plan en Hornos, que está a cinco kilómetros de Las Heras, y pertenece al distrito. Ahí tenemos cuatro casas y falta construir tres, porque también es otro grupo de siete; ahí tenemos también dos terrenos también de 20 x 43”.

“Después tenemos un tercer plan, donde hay dos casas construidas de seis, y en otras dos ya estamos llegando al techo; un cuarto plan con una casa, un quinto plan con dos y un sexto con una. Ahora estamos esperando, estamos hablando con el Intendente, le pedimos terrenos, porque realmente se hace muy difícil comprar la tierra”.  

Graciela cuenta las dificultades que fueron afrontando, y superando siempre con esfuerzo y compromiso. “Todo era dar pasos a prueba y error, golpear puertas, pero siempre con el acompañamiento de lxs compañerxs del SUTEBA, siempre al pie del cañón. Y dos veces más también, cuando se nos hacían esos cuellos de botella con el dinero, La Matanza volvió a ayudarnos, siempre nos tendió una mano. Ahora estamos mucho más sólidos, pero realmente lo necesitábamos mucho”.

“Seguimos trabajando, con la organización, que es lo que nos permite poder seguir y alcanzar este objetivo del techo propio. Siempre también de la mano de la Federación, ya que pertenecemos a ella”.

Lo más importante es que cada año desde la creación de COOPTEBA se ha abierto un nuevo plan, un nuevo grupo de personas que ahorran juntas y después van participando de distintas obras a medida que vamos logrando la realización de proyectos nuevos

San Martín y Tres de Febrero: Solidaridad con la comunidad

“La cooperativa nació en oficinas del SUTEBA San Martín y Tres de Febrero. La matrícula original es del año 2005, el 18 de mayo cumplimos 16 años de su personería jurídica. Nació a la luz de la voluntad, la pasión y el deseo por cubrir la falta de viviendas entre los docentes y las docentes”, nos comenta Marta Andreoli, presidenta de COOPTEBA San Martín y Tres de Febrero.

“Con todo el sacrificio, aprendizaje, que continuó a través de todos estos años, generando nuevas estrategias para resolver esa situación, hoy llevamos construidas 103 viviendas, de las cuales 68 ya han sido entregadas y estamos realizando proyectos por 22 viviendas más. La necesidad que debemos cubrir siempre es el acceso al suelo como primera cuestión, es por eso que siempre estamos dialogando con las organizaciones intermedias y con los municipios”.

“Nosotros construimos edificios con distintas posibilidades, de acuerdo a lo que el Código Urbanístico de cada municipio nos permita. En líneas generales manejamos una posibilidad de superficies para cada unidad funcional, que nosotros sintéticamente denominamos como vivienda chica, mediana y grande, y que corresponde a entre 40 y 70 metros cuadrados promedio, alrededor de lo cual las personas que ingresan deciden cómo ir aportando sus ahorros a los fondos de construcción para que podamos ir proyectando las necesidades y cumpliendo los objetivos”, explica Marta.

“Contamos con sede propia desde 2014. Tenemos un SUM que nos permite en momentos no pandémicos reuniones grandes y colaborativas, como así también utilizar el salón para los socios y socias y las instituciones que nos lo solicitan. Tratamos de vincularnos para mejorar las comunicaciones entre lxs socixs y a su vez tener relaciones con otras cooperativas, organizaciones, cumplir algunas cuestiones que tienen que ver con lo solidario con la comunidad”.

“Las viviendas son luminosas, aireadas, tienen un buen salón cocina-comedor integrado, pueden tener balcones o patios, baños completos. En cuanto a las habitaciones, en líneas generales hay una habitación principal grande y otras más pequeñas. Lo más importante es que cada año desde la creación de COOPTEBA se ha abierto un nuevo plan, un nuevo grupo de personas que ahorran juntas y después van participando de distintas obras a medida que vamos logrando la realización de proyectos nuevos”.

“Ahora estamos en un proceso, por primera vez, de realizar los trámites previos a que las primeras familias de aquellas fundadoras logren escriturar, con la documentación legítimamente aprobada por todas las instancias y los organismos. Ese es un paso muy importante, porque cierra el ciclo”.

“Más allá de todos los cambios económicos, financieros y políticos, y de todas las dificultades que tenemos lxs trabajadorxs de la educación, porque no hay rosas sin espinas, nadie ha perdido su dinero, aunque se haya retirado de la Cooperativa por distintas razones, y nadie ha perdido su casa cuando se ha complicado alguna situación de pagos. Cada familia logra construir colectivamente su vivienda, que es al costo y en pesos”.

San Isidro: La verdadera construcción es colectiva

“El 22 de agosto de 2011, luego de un camino en el que nos capacitamos, conocimos otras COOPTEBA, vimos otras realidades, en una hermosa asamblea decidimos constituir nuestra Cooperativa”, comenta con orgullo Ana María Rovella, Presidenta de COOPTEBA San Isidro.

“Así empezó nuestra historia, con miedos, con ansiedades, pero con mucha alegría y esperanza de poder tener para nuestrxs compañerxs la posibilidad de una vivienda propia, sin olvidarnos que partimos del SUTEBA, de la Agrupación Celeste, que nos dio la posibilidad de tener esta herramienta”, agrega Ana María.

“Comenzamos por comprar en San Fernando, porque el acceso a la tierra y las posibilidades de construcción son mucho mejores en San Fernando que en San Isidro, un distrito que no nos brindaba ningún tipo de opción para la compra de tierras pertenecientes al Municipio. Así que en una nueva asamblea decidimos que íbamos a construir en San Fernando”.

“Comenzamos a juntar el dinero y así logramos comprar nuestros dos primeros terrenos, juntos, a una cuadra de la estación de San Fernando. Al poco tiempo de haber comprado surge la posibilidad de adquirir otro terreno, ubicado en frente de los que ya teníamos”.

“Compramos ese terreno y decidimos construir allí, porque era más pequeño y era nuestra primera experiencia. Comenzamos la construcción, en agosto de 2014, con nuestra primera preadjudicación y la alegría de esas siete familias que podían acceder a su propia vivienda”.

“Las mismas se entregaron en diciembre de 2016, y ahí comenzamos nuestro segundo camino, en el que se nos presentaron algunas dificultades, ya que cambió el Código de Planificación Urbana. Con el nuevo Código perdíamos dos pisos de nuestro edificio. Por lo tanto, fuimos al Municipio a pedir una excepción al Código, para lo cual hablamos con cada uno de los bloques que conforman el Concejo Deliberante de San Fernando y con varios funcionarios municipales”.

“Finalmente, nos aprobaron la excepción y se comenzó con la construcción, que estuvo parada todo el año pasado por la pandemia, y hoy está parada nuevamente. Pero ya estamos construyendo nuestros dos edificios de seis pisos cada uno que les dan la posibilidad a 18 familias de tener su vivienda”.

“Este camino de construir viviendas fue un camino nuevo para todxs nosotrxs que somos la mayoría Docentes, más allá de que está abierta nuestra Cooperativa a otrxs trabajadorxs, y de hecho hay otrxs trabajadorxs que pertenecen a la CTA. Un camino de aprendizaje, de saber que solos no podíamos, que la verdadera construcción está en lo colectivo”.

“Hoy estamos por empezar la construcción de otros dos bloques de 15 departamentos más, y ya tenemos también dos terrenos, además del que vamos a construir, con la posibilidad de poder darles viviendas a casi 70 compañerxs que estamos aportando”.

“Es algo hermosísimo, un camino nuevo pero que no es imposible. Con trabajo, dedicación, compromiso y militancia, se puede lograr”.

El cierre de Ana María nos deja una síntesis de la tarea que desarrolla COOPTEBA para acercar a lxs trabajadorxs de la educación al sueño de la casa propia.