“Acá estamos, siempre a disposición del colegio. Saben que cuentan conmigo a la hora que sea. Soy una persona que siempre estoy dispuesta a ayudar. Mi hija, que tiene 12, está ya en la secundaria pero yo sigo acá. Mis hijxs vinieron todos, desde el más grande que tiene 23”. Nora
“Para mí la escuela es un hogar, no es un asentamiento ni una guardería, la educación empieza en mi casa pero se refuerza en la escuela. A la escuela la quiero porque en diferentes momentos, por distintas cosas, hizo mucho por mis hijxs, estoy muy agradecida”. Fernanda
“Siempre me emociona escucharlas, porque ellas también son parte de la comunidad y también sufren un montón de situaciones. Y cuando las escuchás parece que no les sucediera nada porque están siempre acompañando”. Cecilia
¿Qué significa integrar una Cooperadora Escolar? ¿Cuál es hoy el trabajo que se hace? Sobre estos interrogantes planteados por 737 hablaron Nora Uñates Morales y María Fernanda Miguel –Presidenta y Secretaria, respectivamente, de la Asociación Cooperadora de la Escuela Primaria N° 74, del Barrio Yaraví, en Moreno- y Cecilia Pustilnik, la Directora.
Fernanda: Siempre tratamos de recaudar -con los papás que pueden porque la realidad es difícil para muchos- para comprar pintura, útiles, elementos de limpieza o los platos cuando los chicos vienen al comedor. También, cuando se hacen los actos, traemos cosas para vender -pastafrolas, bizcochitos- o hacemos cosas para juntar plata y colaborar, como podemos, con la escuela. Desde marzo del año pasado lo que hacemos como Cooperadora, porque la situación económica está difícil para todos, es tratar de colaborar en la escuela en la entrega de mercadería. Venimos cuando hay que embolsar y acompañamos a las familias aunque sea con una palabra de aliento. Han venido familias con muchas necesidades y uno como escuela y como miembro de Cooperadora trata de acompañar. En este momento, lamentablemente, no se les puede pedir plata a los padres cuando ellos no tienen ingreso
Nora: Este año que pasó, a los chicos que egresaron, con plata que fuimos juntando -que pusieron las familias, maestrxs y directivxs- se les preparó un desayuno para que tuvieran un recuerdo y además se les dieron tazas para los del turno tarde, y remeras y camperas a los del turno mañana.
Fernanda: Hicimos rifas con donaciones y gracias a esto del wasap en una noche vendí los 100 números.
Nora: Estoy muy agradecida con el colegio por la atención, que siempre fue buena. Bueno, en algunos casos no. Porque no todos los directivos son lo mismo con nosotros y con las familias. La verdad es que estamos muy contentas que Cecilia haya asumido como Directora.
el sentido de la Cooperadora es fundamental, no solamente en el recaudar sino también en estar, en acompañar. Es una manera que las familias se sientan, se hagan cargo de que la escuela es de la comunidad, no es de un directivo sino de todas y todos
Cecilia: Yo trabajo desde el 2004 como maestra en esta escuela. Asumí como Vice en el 2015 y a fines de 2018 como Directora. Empecé a convocar a las familias para proponerles rearmar la Cooperadora. Para mí el sentido de la Cooperadora es fundamental, no solamente en el recaudar sino también en estar, en acompañar. Es una manera que las familias se sientan, se hagan cargo de que la escuela es de la comunidad, no es de un directivo sino de todas y todos. En este sentido es muy importante el cuidado de las familias hacia la escuela. Hoy pensaba, ¡cuánto hace que no entran a robar! Esta escuela venía de muchos años de ser robada, fue prendida fuego incluso. Hoy, al contrario, está cada vez más linda y está muy cuidada por la comunidad. Todos tienen mi teléfono y saben que lo tengo abierto todo el tiempo, y por ahí me llaman a las dos de la mañana y me dicen mirá Ceci que están caminando por el techo o está sonando la alarma. Esto creo que tiene que ver también con el papel de las chicas en la Cooperadora. La comunidad sabe que la escuela tiene las puertas abiertas, que la familia puede venir a plantear un montón de cuestiones, enojarse con nosotrxs, alegrarse, reírse…
Fernanda: Cecilia fue docente de mi hija mayor, así que la conozco como docente y sé que es de armas tomar. En el 2018, cuando fue la desgraciada explosión, teníamos un Directivo que permitía todo y aquí no estaban dadas las condiciones. Nosotros no queríamos que acá pasara eso. Entonces, con otra mamá del turno tarde y otra de la secundaria, que está en este mismo edificio, decidimos hacer campaña y recorrer Concejo y Municipalidad, hasta que nos atendieran. Y gracias a eso logramos que nos viniesen a arreglar el gas y todo lo demás. Obviamente siempre asesoradas por Cecilia. Bueno, sucedió que como me veían que yo iba y venía, iba y venía, cuando fue la reunión de Cooperadora para las elecciones me pusieron en la Comisión. No fue en realidad decisión propia (risas). Nunca había participado de este tipo de cosas, es algo nuevo y además nos tocó pandemia y no me dejó aprender mucho.
Cecilia: El apoyo que tuvimos de la Cooperadora este año para mí como Directora fue maravilloso. Yo llamaba a las chicas muy temprano cuando me avisaban que llegaba el proveedor con el servicio alimentario. Y ellas estaban en la escuela a las ocho y media de la mañana controlando la mercadería, viendo que esté todo en condiciones, y si había algo que no estuviera en condiciones se encargaban de llamar al municipio.
Fernanda: Con el tema de la mercadería yo me le enfrento a los del SAE para reclamar si vinieron los fideos rotos o los huevos podridos. Agradecemos la mercadería pero tampoco que manden cualquier cosa.
Cecilia: Para mí fue una tarea que estaba allanada porque estaba con otros que podían mirar y controlar. Y luego, cuando venían las familias, ellas acompañaban toda la entrega de mercaderías hasta el final.
Nora: A mí me gusta ayudar tanto a los nenes del colegio como a las familias. He venido a hacer tortas fritas, a enseñarles a los chicos a amasar… bueno, a mi manera. También he venido a limpiar el colegio, a lavar los baños cuando no había portero, a servirles la leche, a atender en el comedor. Son cosas que hago con gusto, que hago y voy a seguir haciendo. Yo veo que las familias valoran lo que hace la Cooperadora, y valoran lo que puedan poner para la Cooperadora, sea mucho o poco, saben que es para sus hijos. Hay familias que ya no tienen chicos en el colegio y ayudan.
Cecilia: Cuento algo sobre esto de la valoración. Hasta el año pasado teníamos 290 alumnos, este año tenemos 140 más porque se incorporó un barrio nuevo cerca de nuestra escuela. Entonces hay muchísimas familias que no nos conocían. Mirá lo que pasó en las primeras entregas de mercadería con esas familias: cuando nosotros nos enteramos que viene el proveedor a tal hora, vienen las chicas de la Cooperadora, armamos todo y después avisamos a todas las familias por wasap a través de las maestras. Resulta que en las primeras entregas la gente llegaba a hacer la cola a las siete de la mañana. No estábamos acostumbrados a eso porque nuestras familias sabían que no tenían que venir hasta que les avisáramos para que no se junten, para que no haya aglomeramientos. Por eso empezamos a decirles “ustedes quédense tranquilos, vayan a sus casas y vengan recién cuando les avisamos”. Y así hicieron. Luego que se dan los alimentos, les mandamos a todas las familias un mensaje agradeciendo la buena predisposición y nombrando a cada una de las chicas de la Cooperadora que estuvieron acompañando y colaborando en la entrega. ¡No sabés la cantidad de mensajes que recibimos de las familias nuevas y nos decían “seño, gracias a ustedes y a las señoras de la Cooperadora por la organización, qué bien que lo hacen, qué buena energía!” Fueron mensajes fortalecedores. A quienes nos daban las gracias por la mercadería les decíamos: “no es que se la damos nosotros, viene de la provincia de Buenos Aires y somos el nexo”. A propósito, te digo ahora estamos recontentas porque vamos a poder dar una caja de alimentos por alumno. Hasta hace poquito no lo podíamos hacer porque eran tantas las familias que se incorporaron a la institución que podíamos dar una caja por familia. Porque sabemos cómo incrementó la pandemia la pobreza sobre todo de nuestros nenes y nenas.
Fernanda: Siempre la tenemos a Cecilia acompañando, asesorando apoyándonos. Como ella tiene tantas ganas y quiere tanto a la escuela nos da el empuje para que nosotros hagamos más por la escuela.
Nora: Te voy a ser sincera, a la escuela la valoran más desde que Cecilia tomó el mando del colegio. Porque es así, desde que Cecilia es Directora, las familias la valoran y lo cuidan. Yo hace años que estoy acá y antes con los directivos no había posibilidad de una charla, de un vínculo, esto de estar, como ahora, acá sentadas hablando. No solo nosotras, de Cooperadora, cualquier familia sabe que puede contar con ella. Es una persona que está.
¡No sabés la cantidad de mensajes que recibimos de las familias nuevas y nos decían “seño, gracias a ustedes y a las señoras de la Cooperadora por la organización, qué bien que lo hacen, qué buena energía!” Fueron mensajes fortalecedores
Fernanda: Incluso junta ropa para darle a las familias más necesitadas. Hay otra mamá de Cooperadora que se conoce todo el barrio, entonces sabe que a esta familia le pasa esto y a aquella le pasa eso otro; y lo comunica para que tratemos de resolver. Por ejemplo, teníamos una familia muy, muy carenciada y con las mamás de Cooperadora y con Cecilia juntamos cosas para que pudieran pasar una linda navidad y un lindo año nuevo; para que tuvieran para comer y festejar con sus hijos. No es solo lo que pasa en las cuatro horas de la escuela, es también ver las necesidades básicas de cada familia.
Nora: Y no hace falta que sea un día de la semana, supongamos que pasó algo un sábado o un domingo, bueno, Cecilia está en la casa de esa familia. Las familias eso lo valoran
Cecilia: Ayer Carmencita, que es una abuela de la escuela que vive a la vuelta y siempre está acá acompañando, me decía “estoy viendo el portón donde están las salidas del gas, y le falta pintura, ¿por qué no te ponés en campaña a ver si lo pintamos?”. Y hoy, justo antes de empezar esta entrevista, Fernanda me pregunta “¿qué hay que hacer en la escuela?”. Por suerte, no tenemos que hacer mucho porque está la escuela pintada pero me acordé del reclamo de Carmencita. Así que nada, ¡lo próximo es que tenemos que pintar el portón!